Así vivieron dos extranjeros el derbi vasco en San Mamés: «Es alucinante»
«Son dos clubes con dos ciudades impresionantes», sentencian Marcel y James, de la importante comunidad futbolera '433'
G. C.
Domingo, 14 de enero 2024, 16:06
¿Cómo viven dos extranjeros el derbi vasco desde dentro? Pues con la boca abierta y alucinados por el ambientazo que se vive en una de las rivalidades más bonitas del planeta fútbol. Sobre el triunfo del Athletic en San Mamés pusieron el foco este sábado Marcel y James, dos 'influencers' que forman parte de '433'. una de las mayores comunidades de los fans del deporte rey en redes sociales, con más de 70,5 millones de seguidores tan solo en Instagram. El veredicto es claro: «Son dos clubes con dos ciudades impresionantes. Es alucinante».
A través de un número importante de vídeos de ambos, la cuenta '433' se hizo eco del derbi vasco. Primero, presentando a sus seguidoras las dos ciudades. Con la canción 'Loretxoa' de fondo, en la versión de Gatibu, Marcel muestra los sitios más emblemáticos de la villa. San Mamés, el paseo de la ría, el Guggenheim... «¿Por qué todas las ciudades aquí son tan bonitas? No hacen falta palabras», sentencia el comunicador. Su compañero James fue el encargado de mostrar las bondades de San Sebastián, con lugares como La Concha, su parte vieja o el Reale Arena. Y, cómo no, la gastronomía vasca conquistó su estómago. «Hay que robarles su comida. Y probar la tarta de queso», bromean.
¿Y el fútbol? su diagnóstico es tan bueno o más. Marcel llama por teléfono a Nico Williams en los alrededores de San Mamés para calentar la previa. «Bienvenido. Espero que te guste mucho. Te veo en San Mamés. Aupa Athletic!», le recibe el atacante rojiblanco. Con su compañero James habló el albiazul Mikel Merino. Ya en las horas previas, toca vivir el ambientillo. Los dos comunicadores saltan y vibran con las aficiones. «El ambiente es espectacular. Es el poder del fútbol», reconocen.
Dentro del estadio, tienen dos 'asientos' de lujo para sentir el derbi vasco. Lo disfrutan a pie de campo. Se sientan en el banquillo, chequean el césped, desean suerte a Nico Williams, De Marcos y compañía, celebran los goles... Y alucinan con cómo ruge La Catedral cuando entona el himno rojiblanco. El choque, «muy igualado» en su opinión, lo viven como cualquier aficionado vasco más. Seguro que repiten.