El uno a uno del Athletic-Betis: Sancet, el mejor

Recuperó la titularidad después de su suplencia ante el Mallorca. Poco pudo hacer en el gol de Willian José y luego estuvo en su sitio para detener sin dificultades un remate de Ayoze. Se lio en una jugada con Miranda que por fortuna sacó adelante. Tampoco tuvo mucho trabajo por el asedio del Athletic. El Betis remató dos veces entre los tres palos. Un tiro fue dentro y otro lo atrapó el alavés.

Hizo una falta salvadora al borde del área en la segunda parte para que Ayoze no se plantara solo ante Unai Simón. Vio una amarilla que mereció mucho la pena. No estuvo tan afilado en las subidas, preocupado de proteger su costado. Le faltó chispa de otros días, algo de frescura, por lo que dejó su sitio a Capa en la recta final del choque.

Fue tal vez el peor partido del central con el Athletic. Nada salió como debía. Midió mal el salto en el gol de Willian José, luego despejó mal y regaló un balón peligroso a Ayoze que resolvió Simón y acabó expulsado por una dura entrada al tobillo de Borja Iglesias. El árbitro no pitó ni falta, pero tras ser llamado por el VAR le mostró la roja. Mala noche y baja para el Villarreal.

Las bajas de Iñigo Martínez y Yeray le vistieron de titular. Estuvo correcto, con algún lógico desajuste en la colocación debido a su presencia en una defensa inédita y no se complicó la vida. Estuvo providencial para desviar un remate de Carvalho que llevaba mucho veneno. Trató de cumplir con las tareas asignadas sin meterse en berenjenales.

Apareció de la nada en el tiempo añadido para evitar que Borja Iglesias se quedara solo ante Simón. Buscó incorporarse al ataque, puso unos cuantos centros interesantes y entregó el balón que Sancet estrelló en el larguero. Estuvo en la línea del equipo, aunque el Athletic necesita su mejor versión para que la banda izquierda sea una autopista.

Tuvo la mala suerte de participar en la jugada del gol de Willian José. No vio el balón que le cayó de un saque de banda, tapado por Vivian, que rebotó en él y llegó al brasileño, que no perdonó. Trabajó en el centro del campo, ayudó a los centrales y defendió bien su posición. Valverde le retiró para dar entrada al joven Adu Ares en busca de más dinamita.

Volvió a formar pareja con Mikel Vesga en la sala de máquinas rojiblanca. Metió un gran pase al que no llegó Guruzeta (m.20) y luego otro a Iñaki Williams. También probó suerte con un misil mandado desde Zumarraga que salió fuera. Trabajó a destajo en su zona de influencia, pero las necesidades del Athletic de una mayor creación hicieron que Valverde le quitara por Ander Herrera.

Hizo un buen partido el navarro, que con sus fallos y sus aciertos no dejó de ser vertical y de buscar el gol que no llegó. Recibió buenos balones de Iñaki Williams pero no logró batir a Bravo. Le atrapó un gran cabezazo y luego probó fortuna desde fuera del área, pero su remate se estrelló en el larguero. Acabó vacío.

No paró de percutir por el costado derecho, de asistir a sus compañeros y de buscar el premio del gol que no llegó. Tuvo una buena ocasión en la primera parte, pero se resbaló en el remate. En la segunda hubo un galope en el que se fue bien de sus vigilantes, recortó y disparó pero se estrelló contra Bravo. Dio lo que tenía, aunque no valió para sacar nada positivo.

Volvió a liderar el ataque del Athletic, pero de nuevo sin suerte. Cayó en un par de fueras de juego que impidieron dar validez a sus remates y luego pidió un tiro libre que estrelló en la barrera. No paró de correr, de ofrecerse y oxigenar el juego de su equipo, sin conseguir llegar con peligro a los dominios de Bravo. Fue cambiado en el minuto 58 por Raúl García.

Mal partido del menor de los Williams, al que no salió absolutamente nada. Nunca pudo con Sabaly en la banda izquierda. Se encargó de las jugadas a balón parado y más de un córner se quedó corto. Sacó un penalti a Miranda por una mano que no fue y el VAR corrigió la decisión del árbitro. A los 65 minutos fue sustituido por Berenguer.

Entró por un cansado De Marcos.

Dio otro aire al equipo. Dispuso de dos buenas ocasiones para marcar, pero no acertó.

Una amenaza constante. Remató dos veces, la segunda acrobática, pero Bravo apareció para negarle el gol.

Entró por Nico Williams y mejoró las prestaciones del extremo.

Buenos minutos del chaval, que dio chispa al ataque.

Puede estar bien, mal o regular, pero jamás escatima en esfuerzos. Dio todo lo que tenía y más, se asoció bien con Sancet, buscó asistencias y goles que, por desgracia, no llegaron. No dejó de intentarlo.

El extremo no estaba cómodo, nunca pudo desplegar su mejor fútbol y tampoco consiguió desequilibrar a sus marcadores. Un mal día en la oficina para el navarro.