Ultras del Athletic sin entrada intentaron convencer a la Policía para que les dejaran acceder al campo

Una vez en las puertas destinadas en Ibrox para la afición visitante, los radicales se pusieron en la fila e intentaron un imposible, convencer a los agentes británicos de que les permitieran el acceso al interior pese a que no tenían entradas.

Las fuentes consultadas indican que estuvieron un buen rato conversando con los policías, quienes finalmente no les hicieron caso, les agruparon y sacaron del perímetro de seguridad para los aficionados rojiblancos. Una vez frustrado su plan, se dirigieron al centro de la ciudad a ver el partido.

Los 25 ultras estaban en la lista de cien aficionados conflictivos que la Policía vasca entregó al Athletic y a los que no se debía facilitar una entrada para Ibrox, según adelantó este periódico.

Algunas de esas personas se habían apuntado al sorteo de entradas organizado por el club y tenían sus viajes planificados. Se les enviaron correos electrónicos en los que se les indicaba la causa por la que no se les facilitaba localidades. Finalmente, optaron por viajar a Escocia a pesar de no poder acceder al estadio.

La lista de vetados la componen un centenar de hinchas identificados en tres momentos concretos: en el lanzamiento de bengalas en el estadio de la Roma durante el primer encuentro de la competición y dos redadas contra presuntos integrantes de Herri Norte a los que la Ertzaintza pidió su documentación en Olabeaga y Basurto.

En torno a cien radicales -ochenta de ellos con acceso al estadio- participaron en la kalejira previa al partido. Los convocantes de la marcha, Iñigo Cabacas Herri Harmaila, marcaron distancias con ellos. Los ultras identificaron de qué grupo forman parte cuando gritaron «Herri Norte aurrera» durante la marcha.

Por otra parte, al acabar el partido se produjo un momento de tensión en el retorno a pie de los hinchas rojiblancos al centro de Glasgow. En un momento, en torno a 25 presuntos ultras del Rangers se encararon con otros tantos aficionados del Athletic. Las fuentes consultadas indican que estaban perfectamente escoltados por agentes británicos y que su rápida intervención evitó que el asunto pasara a mayores. Hubo momentos de tensión, pero nadie resultó agredido.