Seis derbis de buen recuerdo para el Athletic
EL CORREO repasa media docena de encuentros históricos entre Athletic y Real con los que San Mamés ha vibrado gracias a la entrega, orgullo y superioridad de sus jugadores. Desde el 7-0 de 1935 al 3-0 de la 2002-03, donde el grupo de Jupp Heynckes frenó al imparable grupo de Denoueix, pasando por el inolvidable 2-1 que dio el último título de Liga al Athletic en el curso 1983-84
r. Basic, J. Ortiz de Lazcano, j. Mallo, i. bARCIA, J. aGIRIANO
Miércoles, 3 de octubre 2018, 01:15
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Athletic 7 - Real Sociedad 0 (03-02-1935)
La mayor goleada
En la historia de los derbis vascos en San Mamés hay una fecha olvidada que merece la pena rescatar. El 3 de febrero de ... 1935. Los periódicos bilbaínos informaban ese domingo de que los rusos habían pedido a Japón que se retirara de Manchuria y que un pastor y dos zagales habían sido asesinados a hachazos en una choza de Aldea del Fresno (Madrid). En el Teatro Campos se anunciaba el musical 'Contigo a la estratosfera', de Paul Abraham. El Athletic de Patricio Caicedo, que había sustituido un año antes a mister Pentland, jugaba su décimo partido de Liga y era el claro favorito. Aquel equipo era una máquina en San Mamés. En los cuatro partidos que había disputado como local había arrasado al Oviedo y al Sevilla (4-0), al Real Madrid (4-1 ) y al Arenas por 8-0. Fuera de casa, sin embargo, sufría de extrañas melancolías que le debilitaban. De hecho, venía de perder con el Betis, futuro campeón de Liga.
El derbi fue un monólogo absoluto de los rojiblancos, que se adelantaron en el minuto 7 con un gol de Elices y no dejaron de aporrear la portería de Rojo hasta que el colegiado Casterlenas Mora pitó el final. Bata firmó un hat trick, Elices marcó un segundo gol y los otros dos, hasta el 7-0 definitivo, los hicieron Careaga y Mandaluniz. Todavía sigue siendo la victoria más abultada en un derbi. La Real, sencillamente, no fue rival y la actitud de sus jugadores, violenta y desagradable en muchas fases del partido, provocó un gran enfado en el público. Y también en la prensa local.
Basta con leer este párrafo antológico de Monchín en las páginas de 'El Pueblo Vasco'. «Imagino que estos muchachos no vinieron en un autocar, cantando alegremente, por las curvas del camino. No... Debieron llegar a pie, por los atajos, escondiéndose tras de las matas, con un cuchillo entre los dientes, puestos los ojos en blanco, como en las películas. Y no es eso. El fútbol no es eso. Todos sabemos que el equipo easonense tiene ganada fama de grupo potente, duro, de juego viril, bronco. Lo curioso es que en nuestro campo no se vio por parte alguna esa característica sino mas bien el recelo, la acechanza a salto de mata, el desplante airado, la incorrección deportiva y el mal genio. Como se ve, cosas que tienen muy poco que ver con el fútbol».
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Athletic 4 - Real Sociedad 0 (04-10-1935)
Markaida somete a la Real
Era la cuarta jornada de la Liga 1959-1960, y la Real se presentó en San Mamés por delante en la clasificación. Dos puntos, más en aquellos tiempos en los que la victoria gozaba de ese premio. El viento sur presidió el encuentro jugado una calurosa tarde de un domingo de hará 59 años el próximo jueves. Mal fario para el Athletic, porque esa circunstancia meteorológica suele atormentar a los rojiblancos. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. La escuadra de Martim Francisco destrozó a la Real, con un 4-0, en un encuentro en el que Félix Markaida actuó como ejecutor de los donostiarras, con un 'hat-trick' logrado en apenas doce minutos de la segunda mitad (del 56 al 68). En el primer tiempo, Arieta I había abierto el marcador en una calurosa tarde, con mucho público en la desaparecida Catedral, y un terreno de juego «en magníficas condiciones», relataba Monchín en su crónica de EL CORREO.
En la primera mitad, a favor del viento jugó el Athletic, que recuperaba a Canito. Esa circunstancia permitió a los bilbaínos presionar muy arriba a una Real que cuando tenía el balón avanzaba de una manera muy lenta, sin provocar sorpresa en los locales. En esta tesitura, los vizcaínos se encontraron con el primer gol, con una pizca de suerte, todo hay que decirlo. «Arieta en posición de tiro, dudó un instante, y tuvo que tirar después en mala postura saliéndole un tiro flojo que, rebotando en un defensa, engañó a Araquistain (portero donostiarra)». Así se contó el tanto que abrió el marcador ante una escuadra, entrenada por Baltasar Albéniz, que presentó un esquema de 4-2-4, y que se abrió al verse por detrás. De esta manera, «el resultado normal y lógico» se reflejó en el marcador: con ese hat-trick de Markaida, que firmó su mejor campaña anotadora, con 16 dianas en la Liga y 5 en la Copa.
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Athletic 2 - Real Sociedad 1 (29-04-1984)
El derbi de la última Liga
«Pero, ¿de verdad creen que, arropados por 45.000 seguidores y en San Mamés vamos a dejar escapar la posibilidad de revalidar el título?». Javier Clemente espantaba los nervios de los días previos con arengas optimistas tan de su gusto como ésta.
La Real Sociedad llegaba a San Mamés el 29 de abril la última jornada de Liga del curso 1983-84, una de las más disputadas. En aquella Liga de dos puntos por victoria, tres equipos aspiraban al título. Athletic y Real Madrid llegaban igualados a puntos y el Barcelona con uno menos. La ventaja era del Athletic, el único que dependía de sí mismo.
El tiempo ha dado todo un valor inmenso a aquel derbi resuelto con un 2-1 para el Athletic. Los días previos los rojiblancos fueron pasto de rumores. Dos equipos vascos, uno de ellos sin jugarse nada y un título por medio. Muchos alimentaron la teoría de que la Real se dejaría. «Los que tengan suspicacias, que se fastidien», atajó Clemente.
Como se esperaba, el Athletic contó con el inquebrantable apoyo de 45.000 espectadores. Todos estaban convencidos de que iban a ser testigos de la octava Liga rojiblanca. Lo que no sabían es que sería la última por el momento.
La clave de aquel equipo es que se conocía perfectamente porque estaba formado íntegramente por canteranos. Los trece jugadores que empleó Clemente (sólo había dos cambios entonces) habían pasado por el Bilbao Athletic y la gran mayoría de ellos por el juvenil.
El crucial duelo arrancó de la mejor manera posible, con un gol de Liceranzu a los 18 minutos. «'Rocky' fue con convicción y garra a rematar una segunda jugada», evoca Manolo Sarabia. La Liga se daba por ganada, pero Uralde empató en el minuto 68. No lo festejó. «Sólo mi madre celebró aquel gol», narró después.
De repente, la Liga se escurría entre las manos. Hasta que el el minuto 79 Argote lanzó un córner. Liceranzu entró como un ciclón y anotó el gol que le coloca en un lugar de honor en la historia del Athletic. Fue un derbi para toda la vida.
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Athletic 2 - Real Sociedad 1 (12-01-2002)
Dos misiles de Tiko rompen casi una década de maldición
Llevaba el Athletic casi una década sin hacer que la Real Sociedad mordiera el polvo en San Mamés, que probara el sabor amargo de la derrota en el viejo campo, en 'La Catedral', desesperada con una mala racha que por fin terminó aquel 12 de enero de 2002. Dos pequeñas obras de arte de Tiko cargadas de dinamita derribaron por fin el muro txuriurdin en un derbi intenso, disputado, lleno de alternativas y marcado por lo que pudo haber sido una tragedia. Solo unas horas antes del choque, ETA hizo estallar un coche bomba en el corazón de Bilbao y convirtió en caos sus calles e inundó de pánico y rabia las principales arterias de la ciudad. Once inocentes resultaron heridos, los daños materiales fueron cuantiosos pero por fortuna nadie se dejó la vida en el asfalto de la capital vizcaína. Con el susto todavía en el cuerpo, 40.000 espectadores abarrotaron luego las gradas y durante 90 minutos solo pensaron en el fútbol.
Aquel día, el Athletic saltó al campo con una pesada mochila de seis empates y dos derrotas coleccionadas en los ocho derbis anteriores de San Mamés. El recuerdo era pesado, un alfiler en la memoria, que Tiko sacó con dos zambombazos. El primero cayó en el minuto 39, con un 'tikotazo' más allá del balcón del área que Kvarme, su defensor, y Westerveld, portero, solo acompañaron con la mirada. Las gradas se vinieron abajo. Pero poco después empató De Pedro de un libre directo con la inestimable colaboración de una barrera mal colocada. El silencio sonó atronador en 'La Catedral', que se temía lo peor. Y no. Tiko levantó de nuevo a las casi 40.000 almas de sus asientos con un trallazo desde la esquina del área grande que pegó en el larguero y entró como un obús. Luego sufrieron los rojiblancos ante el entonces penúltimo clasificado, Toshack acabó expulsado por deslenguado y la mala racha saltó en mil pedazos. Comenzó otra, la buena, de seis victorias y una igualada.
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Athletic 3 - Real Sociedad 0 (02-02-2003)
Tres goles para romper la imbatibilidad de la Real
Llegaba la Real Sociedad lanzada al derbi de la temporada 2002-03. San Mamés abría la segunda vuelta ante un equipo que no había perdido en los 19 primeros partidos, y que lideraba la clasificación con paso firme. El francés Reynald Denoueix contaba con un equipo de lujo –Westerveld, Rekarte, Schurrer, Jauregi, Aranzabal, Karpin, Xabi Alonso, Aranburu, De Pedro, Nihat y Kovacevic– y le había dotado de un estilo propio, hasta tal punto que solo el Real Madrid de Ronaldo sería capaz de someterle al final del campeonato y después de una derrota realista en Vigo. Pero el Athletic, con Jupp Heynckes al mando, también contaba con un grupo de futbolistas brillantes –Del Horno, Alkiza, Joseba Etxeberria, Yeste, Urzaiz...– y en aquel derbi estaba en juego el orgullo y el reto de derrotar al equipo al que nadie había vencido.
Así que el duelo del 2 de febrero de 2003 fue uno de los más intensos que se recuerdan del nuevo milenio. Y como reflejó EL CORREO en aquella crónica, «es muy difícil superar al Athletic en San Mamés cuando se pelea con el corazón, a campo abierto». El 3-0 final reflejó lo que fue aquel partido, un encuentro redondo por parte de los rojiblancos, que liderados por un Etxebe que marcó dos goles –el tercero lo anotó Ezquerro– superaron a una Real que no mereció tanto castigo y que demostró con su ambición que aspiraba a grandes cosas aquella temporada. Pero en la jornada 20 encajó su primera derrota del curso ante un Athletic que derrochó casta hasta someter a un rival que en su empeño por igualar el ímpetu se pasó de vueltas y acabó con diez por la expulsión de Nihat. El 3-0, anotado en el minuto 92, terminó por encender la fiesta en un San Mamés que disfrutó de lo lindo al ver al rival donostiarra besar la lona tras medio año de competición. Tenía que ser en La Catedral.
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Athletic 3 - Real Sociedad 0 (27-08-2005)
La victoria de Mendilibar
Fue el estreno perfecto a una temporada caótica. El proyecto de Fernando Lamikiz en la presidencia arrancaba la campaña 2005-06 con José Luis Mendilibar en el banquillo y por lo visto en el derbi contra la Real, con un aspecto muy saludable. En plena Aste Nagusia, el curso arrancó con una goleada (3-0) ante un rival minimizado por el empuje rojiblanco. Como se explicó en la crónica de EL CORREO, «el derbi de la Aste Nagusia se resume en el enfrentamiento entre un bloque enérgico y espabilado, el rojiblanco, frente a un rival asustado y confuso».
De salida, el Athletic fue dueño del partido y solo su escaso acierto permitió a la Real alcanzar el descanso con empate a cero. Fue el entrenado por José Mari Amorrortu un equipo plano y sin ideas, atemorizado ante la presión que ordenó el entrenador de Zaldibar. En la segunda parte llegaron los goles. Yeste abrió el marcador en el 47, y Llorente colocó el 2-0 en el 52. En pleno dominio rojiblanco, llegó el tercero y definitivo con el remate de Luis Prieto en el minuto 80.
En días festivos, la euforia se disparó entre la afición rojiblanca, que sin embargo vio como el proyecto de Mendilibar se desplomaba como un castillo de naipes. No volvió a ganar y en la jornada nueve, tras sumar apenas tres empates, fue destituido del cargo, para que Javier Clemente tomara el mando del equipo.
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