Esta vez sí se puede
Vaya por delante que en mi opinión solo hay un derbi, y es el que hemos disputado casi todos los años con la Real. Tanto ... es así, que casi nadie recordará los resultados contra el resto de los equipos vascos la temporada pasada, pero sí con exactitud los jugados contra los donostiarras, incluyendo el de la final de Copa que, dicho sea de paso, nos bajó a la tierra y nos hizo tan humanos como para disputar posteriormente, con pasillo incluido, el último encuentro hasta el momento entre ambos contendientes. Un partido que el Athletic tenía ganado, pero la suerte del campeón les permitió empatar en las postrimerías con un gol que fue el paradigma de un churro malagueño, aquel globo sonda que iba tan fuera que acabó dentro ante la perplejidad de Unai Simón.
Trompetas aparte, se van a encontrar dos escuadras que están jugando bien al fútbol. La Real en modo 'on fire' con un once rocoso desde su defensa, pasando por un medio del campo de ensueño y con una delantera que podría jugar al baloncesto. El Athletic, por su parte, empatador oficial de la Liga, con un comportamiento a domicilio que le ha hecho merecedor de más puntos visto el juego contra Valencia, Atlético y Espanyol, y que basa su éxito en una de las mejores defensas de la competición, aunque esté ahora mismo entre algodones por la repentina incógnita de sus dos valedores principales en la zaga. Pero visto el comportamiento que exhibió en Barcelona con nueve canteranos, la motivación para este equipo tan joven es adicional, porque ganar en Anoeta significaría un salto, no de calidad, pero sí anímico de cara a encarrilar un objetivo que persigue la afición y que no es otro que conseguir una plaza europea.
El salto en la tabla nos daría alas y rienda suelta a la imaginación matemática. En datos hay que reseñar que no será tarea fácil para ninguno de los rivales: la Real no ha perdido en su feudo, donde solo ha cedido un empate. El Athletic tan solo ha perdido un partido desafortunado contra el Rayo en San Mamés, y tras medirse a tres rivales Champions y salir airoso, le toca ahora ver sus verdaderas opciones de sentirse un equipo europeo frente a los guipuzcoanos, que están conquistando Europa con su fútbol en la Europa League. Este derbi es un verdadero laboratorio de pruebas donde nadie querrá guardarse la fórmula secreta sino compartirla con sus compañeros para ganar un partido que puede marcar un antes y un después, en el que si algo está claro es que no se podrán perdonar ocasiones tan claras como las desperdiciadas en Cornellà, para demostrar que el estilo Marcelino está fraguando y convencer a la parroquia de que este año sí se puede.
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