Pitos a Iñigo Cabacas Herri Harmaila cada vez que lanzaba su cántico reivindicativo
Los jugadores se han acercado a saludar a la grada de animación al finalizar el partido tras semanas de distanciamiento
El grupo Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH), el único de los tres de la Grada Popular que convocó una huelga de animación, ha impulsado una ... acción reivindicativa en el minuto 12 del partido ante el Girona. Dentro de una iniciativa que se denomina «defendamos a los aficionados», han gritado «Herri Harmaila Aurrera (Herri Harmaila, adelante)» en ese momento. Hasta entonces habían estado sin animar.
Su cántico se ha encontrado con la respuesta negativa de una parte de los aficionados. Se ha escuchado una sonora pitada desde otras zonas del estadio. A partir de ese momento han vuelto a animar aunque sin emplear los instrumentos (bombos, micrófonos y banderas) que pone el club a su disposición. En el minuto 19 del partido han vuelto a entonar el mismo eslogan con idéntica respuesta. Y otras tres veces a lo largo del partido. Siempre con la misma respuesta, pitos. Es evidente que una parte muy significativa de los socios rojiblancos no está con ellos.
Los que sí tuvieron un pequeño gesto de acercamiento fueron los jugadores tras firmar la victoria ante el Girona. Algunos pesos pesados del vestuario como Iñaki Williams o Unai Simón afearon lo sucedido durante la huelga de animación en el partido ante el Leganés, cuando miembros de la ICHH coaccionaron a otros colectivos que componen la tribuna norte para impedir que animaran. Desde entonces, no se habían vuelto a producir los habituales encuentros al finalizar el partido. Esta vez, saludaron de manera breve a los aficionados de este fondo, pero sin cantar el 'Txoria txori'.
Desde hace varios meses, existe una pugna entre los integrantes de Iñigo Cabacas Herri Harmaila, un grupo con alrededor de 400 miembros, y la junta directiva del Athletic. Esta unión de aficionados se queja de la presunta «represión» que sufren en los duelos que los bilbaínos disputan en San Mamés por parte de la Ertzaintza. Jon Uriarte no ha dado ni un paso atrás. «La animación se debe basar en el respeto. Si cumples con la normativa, dudo mucho de que haya cualquier problema», ha sido su respuesta.
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