Los números que invitan al optimismo

La sensación de todos los espectadores del partido entre el Athletic y el Granada es que la victoria local fue corta, demasiado exigua, para los méritos contraidos por los dos semifinalistas sobre el césped de San Mamés. Sin embargo, a pesar de ser una renta breve, los números, las estadísticas, invitan al optimismo. Hay varios datos que sonríen a los vizcaínos y que, de cumplirse, les llevarían a la final del 18 de abril en el estadio de La Cartuja de Sevilla. Por ejemplo, solo seis resultados, en los 56 partidos de la era Gaizka Garitano, dejarían a los rojiblancos fuera del partido definitivo. Y los vizcaínos 'disfrutan' cuando el partido de vuelta de semifinales se juega a domicilio: han pasado en 14 de las 17 ocasiones que se ha producido este orden de encuentros. Y queda el recuerdo que brotó nada más conocerse el emparejamiento contra la formación nazarí: las dos veces que el Athletic se ha enfrentado al Granada en la Copa ha pasada de ronda y, además, ha ganado el torneo del ko.

El Athletic solo ha perdido seis partidos, desde que Garitano se sentó en el banquillo en diciembre de 2018, por dos o más goles de diferencia. Eso destrozaría el sueño de una nueva final de Copa en el siglo XXI, la que sería la cuarta después de las tres perdidas contra el Barcelona. Esta temporada, el Atlético en el Wanda y el Getafe en San Mamés le ha colado dos dianas, por cero anotadas por los bilbaínos. El año pasado, por su parte, el marcador final en los duelos contra Real Madrid (3-0), Sevilla (2-0) y Valencia (2-0) en la Liga, además del 1-3 del cuadro hispalense en el torneo del ko significaría el adiós en el estadio de Los Cármenes. Y el partido se iría a la prórroga si se repite el resultado de las derrotas contra el Celta y el Valencia (1-0 y 0-1) esta temporada, y ante el Getafe y el Valladolida (1-0) la pasada.

Otra estadística refleja que al Athletic se le da mejor que las eliminatorias de semifinales se cierren a domicilio. Desde que se estrenó este torneo, allá por los comienzos del siglo XX, los bilbaínos han jugado 17 vueltas a domicilio, y siempre han logrado la clasificación para la final, salvo en tres oportunidades que el Madrid le ha aguado la fiesta; la última en 2002, pese a la victoria parcial en Bilbao. Más reciente aparece el último salto al duelo definitivo con la vuelta fuera del abrigo de San Mamés: sucedió contra el Espanyol.

Fue en 2015. Los catalanes se quedaron con la miel en los labios en el duelo de ida; firmaron un soberbio partido en Bilbao y solo se llevaron un empate. Se las prometían muy felices. De hecho, habían calentado el ambiente al ritmo de 'Mi gran noche' de Raphael. Pues bien, el Athletic de Valverde les sorprendió con un 0-2 y los vizcaínos remontaron la ronda. También lo hicieron contra el Betis en 1966. En el resto de casos, sin embargo, los vizcaínos ya habían sacado gran parte del billete en el partido de ida, como el 11-0 que le colocó al Vigo Sporting en 1914.

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