El Athletic, contra el muro

Contra un muro, el mazo. Solo así es posible derribar a un bloque hecho de hormigón, que tal vez no anda del todo fino en este campeonato pero llega a San Mamés reforzado por las tres últimas victorias. «El Atlético es todo eficacia», advirtió Ernesto Valverde, quien sabe que sus hombres deberán golpear fuerte hoy y no descoserse en ningún momento si quieren ganar por primera vez a los colchoneros en su nueva casa.

La victoria daría oxígeno al Athletic y le reforzaría moralmente después de dos simulacros de partido ante Alavés y Leganés, por no hablar de que le permitiría superar la barrera de los 30 puntos por segunda vez en la última década y cerrar la primera vuelta en números que huelen a Europa. Para ello urge elevar el nivel del juego, últimamente por los suelos, y sobreponerse a siete bajas entre las que destacan las ausencias de Aduriz y Beñat. Los recursos no prosperaron y los dos verán el encuentro desde la grada, ubicación que compartirán con Yeray aún era pronto para reclutarle, Kepa, Vesga, Sabin Merino y Etxeita.

Los resultados de los rojiblancos están claramente por encima de su fútbol y terminar la primera vuelta con 31 puntos sería la mejor noticia para los hombres de Valverde, que reconocen en público y en privado la necesidad de mejorar para cumplir con los objetivos fijados al comienzo de la temporada. Dar un paso al frente contra el Atlético reportaría cantidades industriales de confianza y refozaría las convicciones continentales de una plantilla que se siente invulnerable en San Mamés. Es su fuente inagotable de puntos 20 de 28 y el refugio en el que desaparecen todas sus dudas y temores. Solo hay que recordar el partido ganado contra el Celta para darse cuenta de lo que supone para el Athletic jugar rodeado de su afición.

Esta vez el adversario es uno de los clubes más duros y contundentes de Europa, que tras un inicio irregular ha estabilizado su trayectoria y ahora busca coser la brecha que le separa de la cabeza de la Liga. Los gladiadores de Simeone llegan a San Mamés después de imponerse a Las Palmas, Eibar y Betis, tres triunfos seguidos que han rebajado el ruido ambiental provocado por el empate ante el Espanyol en el Calderón y la contundente derrota contra el Villarreal (3-0). Pero el Athletic también quiere pegar un estirón y meterse en la zona europea, que abandonó en octubre tras la igualada contra Osasuna y desde entonces solo ha ganado tres encuentros de los ochos disputados.

San José llega a tiempo

Las numerosas bajas han obligado a Valverde a reclutar a dos cachorros como Asier Villalibre y Unai Simón y hasta el último momento no sabía si podría contar con Mikel San José. El mediocentro superó finalmente sus problemas lumbares y estará a disposición de su entrenador, quien deberá recomponer la sala de máquinas por la ausencia de Beñat, cuyo hueco lo ocuparía Iturraspe. A falta de Aduriz y Sabin Merino, Txingurri tiene básicamente dos opciones: apostar por Williams como nueve o poner en punta a Raúl García para pelearse con Godín y Savic y situar a Muniain por detrás, dejando las bandas al propio Williams y a Susaeta, deseoso de una mayor dosis de protagonismo.

Variantes tácticas al margen, el Athletic se medirá a un rival poderoso y al que solo ha ganado una vez con Simeone de entrenador. Fue en la temporada 2012-2013 (3-0) con Bielsa en el banquillo. Los dos equipos se han enfrentado 12 veces entre Liga, Copa y Europa y el balance es de un triunfo bilbaíno, un empate y diez derrotas, con ocho goles a favor y 23 en contra. «Las estadísticas te dicen lo que ha ocurrido en el pasado, pero no desvelan nada del futuro», suele repetir Valverde cuando se le ponen los números encima de la mesa. Sus hombres tendrán enfrente una roca y deberán romperla para sumar los tres puntos. Contra un muro, el mazo.

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