Nadie ha podido con De Marcos en el lateral derecho... ¿Y ahora qué?
Desde que en 2015, tras la marcha de Iraola, se hizo con el carril del '2', el Athletic no ha dejado de buscarle sin éxito un relevo de garantías
Óscar de Marcos mantiene aún la jerarquía futbolística a sus casi 36 años -los cumplirá el 14 de abril-. Cuando Valverde le necesita, el de ... Laguardia se convierte en una pieza clave del equipo. No solo cumple, sino que encima destaca. Su papel se ha vuelto tan importante que aún no le han encontrado un sustituto de garantías pese a su avanzada edad para el mundo del fútbol. Ahora, el Athletic y Valverde deberán encontrar un relevo para el lateral derecho porque De Marcos cuelga las botas a final de temporada. Lo ha anunciado este miércoles.
Desde que Óscar de Marcos se adueñó del lateral derecho tras la marcha de su amigo Andoni Iraola, en 2015, ha sido imposible encontrarle un relevo. Futbolista polivalente donde los haya, capaz de jugar de delantero, lateral o volante ofensivo, se convirtió en una pieza imprescindible para todos sus entrenadores.
Dueño del carril del '2', De Marcos ha sido indiscutible durante las diez últimas temporadas. A lo largo de esta década, el club no ha dejado de buscarle un recambio. Y no se trataba de que desconfiase de él, que siempre ha mostrado una regularidad espectacular. Sólo en dos ejercicios, el 2010-11, en el que Joaquín Caparrós no le dio mucho carrete, y el 2019-20, machacado por las lesiones, su participación fue escasa. En las demás, ha funcionado como un reloj. En las dos últimas, de hecho, ha sumado la friolera de 76 partidos. Buscarle un relevo ha sido, por tanto, una cuestión de prudencia. Lo mínimo que se le puede pedir a una buena plantilla es que doble jugadores en cada puesto. El Athletic lo ha intentado, pero en líneas generales no se puede decir que haya tenido éxito.
Volvamos a 2015. Tras la marcha de Iraola, la sucesión por parte de De Marcos fue algo natural. Sólo les faltó pasarse el testigo sobre el césped. El Athletic, como es lógico, quiso entonces protegerse. Fichó a un antiguo canterano como Eneko Bóveda, que llevaba cuatro temporadas en el Eibar jugando a un buen nivel, y promocionó desde el filial a otro bilbaíno, Iñigo Lekue. Ambos tuvieron una participación interesante aquel primer año y acumularon partidos y minutos, gracias también a su polivalencia. Bóveda estuvo dos temporadas, aunque en la segunda perdió presencia y al terminar fichó por el Deportivo. Y Lekue continúa en la plantilla, siempre sumando minutos pero con un rendimiento irregular y, desde luego, sin llegar a sentirse nunca titular.
Calvario de lesiones
También procedente del Eibar como Bóveda, aterrizó en 2018 Ander Capa. El portugalujo llegó pisando fuerte y llegó a discutirle la titularidad a De Marcos. En la campaña 2019-20, cuando el de Laguardia sufrió un calvario con las lesiones que le hizo pensar en la retirada, Capa se hizo con su puesto. Eso sí, no acertó a conservarlo. Ya la campaña siguiente perdió jerarquía y en las dos siguientes prácticamente desapareció. Digamos que De Marcos era mucho De Marcos cuando no tenía problemas físicos.
Para la campaña 2020-21, el Athletic fichó a Petxarroman, un lateral derecho procedente del Sanse. Era una prueba, una moneda al aire de esas que se hacen a coste cero por si suena la flauta, al estilo de la que se hizo el año pasado con Martón. La flauta no sonó, el chaval sólo aguantó una campaña y acabó fichando por el Andorra. Ahora juega en el Deportivo. Al tiempo que Petxarroman llegaba a Lezama en el Athletic ocurría otra cosa interesante, de mucha trascendencia: Jesús Areso fue apartado del Bilbao Athletic.
El futbolista de Cascante, fichado en 2017 del juvenil de Osasuna tras pagar los 450.000 euros de su cláusula, era la gran promesa de Lezama para el lateral derecho. En la campaña 2019-20, llegó a entrar en una convocatoria del primer equipo. Gaizka Garitano le había tenido en el filial y confiaba en él como un gran valor de futuro. De hecho, quiso que hiciera la pretemporada con él, al igual que Vencedor, Zarraga y Morcillo. El navarro, sin embargo, no las tenía todas consigo. Después de tres años en el filial consideraba que había llegado la hora definitiva del salto, que merecía una oportunidad para convertirse en el relevo de De Marcos. O dicho de otro modo: que no merecía que dos futbolistas como Lekue y Capa detuvieran su progresión. El caso es que se negó a renovar –Osasuna ya le había sondeado para su regreso– y el Athletic decidió apartarlo y condenarlo un año al dique seco.
Las consecuencias de todo aquello se siguen pagando hoy. Jesús Areso, tras sufrir una grave lesión y pasar un año de 'mili' en el Burgos, se asentó la temporada pasada en Osasuna con Iagoba Arrasate y ahora es indiscutible con Vicente Moreno. En el fondo, el navarro no ha hecho sino cumplir las previsiones. De hecho, el Athletic tiene ahora en su radar al jugador de Osasuna. Es una opción muy presente en Ibaigane para reforzar al equipo, y más tras la retirada de De Marcos. El futbolista está considerado por los técnicos de Lezama como la mejor opción que ofrece el mercado para el lateral derecho.
Mientras tanto, el Athletic sigue con su búsqueda. Esta temporada ha fichado a Gorosabel, un futbolista con experiencia en la Real y el Alavés, de perfil medio-bajo, para que Valverde pueda airear a De Marcos. Y ha cedido a Hugo Rincón, otro ribero como Areso, al Mirandés. Si aprovecha su cesión, la próxima temporada entrará en el primer equipo.
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