Una tarde para el recuerdo
Juan Mari Barasorda
Jueves, 11 de abril 2024, 23:37
Ayer fue una tarde para el recuerdo, y para muchos recuerdos de otros tiempos. Rodeado de camisetas rojiblancas y enfundado en una de ellas, bufanda ... al cuello y el corazón desbocado, esperando en el paseo de Uribitarte, justo al lado de la escultura en recuerdo de las sirgueras, evoqué un lejano 1969 viendo en familia una final en blanco y negro. Clemente le dio el pase a Arieta y todo el equipo, los once de aquella alineación que mis amigos y yo sabíamos de memoria, empujó el balón a la red. Se desató la locura en el cuarto de la televisión, y mis padres y mi amama, Eladia Garmendia, que ya había conocido diecisiete copas, saltaron de alegría.
Hablando a la bufanda que colgaba de mi cuello se me escapó apenas un susurro:
- Amama, ya te hubiera gustado a ti ver ganar otra copa al Athletic.
Una racha de aire fresco que venía de la ría, por la que aún no aparecía la gabarra, me despertó de mi ensoñación y aquella alegría desatada de mi amama. Escuché una voz lejana.
- Calla sinsorgo. Que hoy es día de alegría y celebración.
- Pero... -atiné a farfullar mirando a la cara de la sirguera esculpida en hierro que tenía a apenas unos centímetros de mi nariz - no es posible...
- Venga, no seas txotxolo, que todo es posible si hay ilusión. Cómo ha sido posible que el Athletic gane la copa una vez más, porque el Athletic es nuestra ilusión.
- ¿Usted es ....? - comencé a farfullar , mientras una señora que estaba junto a mi comenzaba a mirarme raro.
- Las sirgueras somos, y yo la capatasa de estas tres. Las que arrastrábamos con nuestras sirgas gabarras como esa que traerá a nuestro Athletic. Desde Olabeaga, donde damos nombre a un muelle. De allí traíamos las gabarras hasta Bilbao . ¡Aquellos eran otros tiempos! Tiempos difíciles para las mujeres y más para nosotras que trabajábamos en los muelles.
-Mi amama me contó vuestra historia, lo mismo que la de las copas que gano el Athletic.
- Pues ya sabes pitxin, ahora a festejar la copa con la cuadrilla. Ten cuidado que no te apurruchen. ¡Athletic txapeldun!
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