Los aficionados disfrutaron de la victoria. Jordi Alemany

Tres puntos que dan medio billete para la Champions

Al Athletic le bastó medio partido para sumar tres puntos más que colocan la cuenta en nueve de ventaja más el average sobre el Betis a falta de tan solo 21 en juego.

Lunes, 14 de abril 2025, 00:50

Hubo dos partidos anoche en San Mamés: el que jugó un Athletic extraño a beneficio de inventario hasta el descanso, y el que jugó un ... Athletic enrabietado y con la artillería pesada en formación de combate en una segunda parte que le bastó para darle la vuelta a un encuentro que se había complicado por esas cosas del arbitraje. Enfrente estuvo ese Rayo Vallecano que empezó a construir Iraola y que Iñigo Pérez ha terminado de dar forma como un equipo bonito y competitivo, de buen gusto futbolístico, aunque a veces, como anoche, termine frustrado porque los mimbres que lo sostienen no son lo suficientemente sólidos.

Publicidad

Fueron dos partidos muy distintos pero se puede hacer la cuenta de otra manera: al Athletic le bastó medio para amarrar tres puntos que prácticamente le meten el billete a la Champions en el bolsillo. Como diría Valverde, una jornada menos y tres puntos más que colocan la cuenta en nueve de ventaja más el average sobre el Betis a falta de tan solo 21 en juego. Solo una catástrofe de dimensiones bíblicas impediría al Athletic estar el año que viene en la máxima competición continental.

Europa pasa factura, esta vez por anticipado. Era una cuestión de prioridades y Valverde eligió arriesgar con una rotación muy profunda para que el equipo llegue al próximo jueves lo más fresco posible. En realidad, el técnico se la jugó cambiando completamente el paquete atacante. La defensa y el centro del campo eran bastante reconocibles. Las mayores novedades se registraban arriba, incluida la reaparición de Djaló como titular. Había que calibrar las consecuencias de la ausencia de los hermanos Williams y Sancet.

El partido transcurría sin pena ni gloria, descontrolado, con el balón de aquí para allá, sin dueño, y con el Rayito amenazando con algún despliegue rápido. A los diecinueve segundos, en la jugada inicial, Álvaro dio el primer susto, y recién rebasada la media hora, no solo volvió a poner el corazón en la boca al personal sino que, fallado el remate, acabó cobrando un penalti de esos que nos ha traído el nuevo fútbol.

Publicidad

De la imperiosa necesidad de la unificación del criterio arbitral se viene hablando en este país desde los tiempos de Viriato. Cuando arbitraban aquellos señores calvos y con barriguita ya había discusiones sobre los peculiares criterios que empleaban. Ahora tienen más pelo y menos tripa, pero de criterio andan igual de dispersos. Peor, porque ahora la volubilidad llega a las altas instancias, que no tienen empacho en cambiar las directrices sobre la marcha, todo sea por explicar lo inexplicable. A nadie le extrañará que el próximo domingo se repita en otro campo la jugada que ayer acabó en penalti, y los árbitros, igual los mismos, se pongan de perfil.

El penalti puso el partido más cuesta arriba si cabe, pero las rotaciones vienen con un incremento de la capacidad de maniobra de serie. Valverde tenía a sus piezas más potentes fuera del tablero, así que las fue sacando desde el regreso mismo al campo. Y entre esas piezas Sancet resultó determinante, hasta el punto de que se convirtió en la clave de bóveda de un Athletic completamente distinto al de la primera parte: más agresivo, más vertical, con más ideas y la misma insistencia de siempre. Como el Rayo seguía siendo el mismo, el partido viró de forma radical.

Publicidad

Cada uno empleó sus recursos de la mejor manera posible. Maroan no es precisamente un fino estilista, pero entre su corpulencia y una determinación de gladiador, acaba creando muchos problemas a los defensas. Provocó el penalti y transformó Sancet, el único rojiblanco que ha acertado esta temporada desde los once metros. Después Nico marcó el golazo que daba la vuelta al marcador y por último el propio Sancet se sacó de la manga un disparo espectacular a la escuadra que ya está en la historia del club con su número redondo.

Con el navarro en el campo el equipo fluyó de otra manera. Jauregizar creció para robar, distribuir y mezclar estupendamente con Ruiz de Galarreta. Los Williams estuvieron menos espesos y el personal, que empezó algo pesimista con la alineación y siguió enfurruñado con el árbitro, acabó celebrando por todo lo alto el regreso del Athletic resolutivo.

Publicidad

Sancet ha vuelto y con él la alegría y los goles. Es la mejor noticia para un equipo que últimamente andaba un tanto mustio y escaso de puntería. El Athletic y San Mamés recibirán al Rangers con otra cara, la que ponen los que están convencidos de que van a cumplir los objetivos que se han planteado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad