A la espera de Iñaki Williams
Análisis ·
El capitán del Athletic está lejos de su mejor nivel en el inicio del curso y necesita recuperar la chispa que enciende el ataque del equipoA Iñaki Williams le está costando en este inicio de temporada, en el que no termina de arrancar ni de encontrar la chispa que muchas ... veces enciende el ataque rojiblanco y lo vuelve impredecible. Salvo sorpresa, el capitán del Athletic superará este año la barrera de los 500 partidos con el club de su vida –solo pueden presumir de ello siete futbolistas en los 127 años de historia de la entidad bilbaína– y lo hará estrenándose además este martes en la Champions, la única competición que le falta por disputar. Suma 475 encuentros y los cuatro últimos han evidenciado que no está como tiene que estar para revolucionar la banda derecha y la delantera de un equipo que precisa de su velocidad, desborde y presencia en los metros donde se deciden los choques. La campaña no ha hecho más que comenzar, pero los vizcaínos piden a gritos la mejor versión de un hombre que les lidera dentro y fuera del terreno de juego.
Las cosas no le terminan de salir a Iñaki Williams, quien sigue siendo una pieza clave e inamovible del tablero de Ernesto Valverde. El técnico rojiblanco tiene fe ciega en el extremo, parte indisoluble de su plan, quien ha jugado los cuatro partidos de Liga como titular a pesar de que su rendimiento está lejos de lo que puede ofrecer. No solo se trata de la ausencia del gol –el año pasado tardó siete jornadas en marcar–, sino de las sensaciones que transmite y que no casan con las características de su fútbol. Le cuesta desbordar, irse de sus pares, muchos pases no encuentran destinatario y tampoco el balón se le pega a las botas. La velocidad es el arma que emplea para marcharse de las vigilancias porque nadie ata al viento y condiciona a los defensores, cuya atención se dispara y no abarca todo. Ahora bien, tampoco ha explotado esta virtud en lo que va de Liga. Da la sensación de que aún se busca, el fuego que calienta sus calderas y las del equipo.
Las cosas no le salen a Iñaki Williams, quien sigue siendo una pieza fija en el tablero de Valverde
De los cuatro partidos jugados, el capitán ha terminado sustituido en tres. Completó el del Sevilla y luego fue retirado en los choques frente al Rayo Vallecano (m.79), Betis (m.75) y Alavés (m.80). Efectivamente, se ha perdido pocos minutos de juego, apenas 36 de los 360 totales, es decir, un 10%. De hecho, es el séptimo futbolista con más horas de fútbol después de Unai Simón, Jauregizar, Vivián, Paredes, Yuri y Areso, un indiscutible. «Es un seguro por el espíritu y por cómo nos impulsa. Tiene un espíritu que nos contagia y al contrario lo intimida», dijo en su momento Txingurri sobre Iñaki Williams. Está encantado con él, no le preocupan sus malos momentos porque está seguro de que los superará y volverá a ser determinante en todo el frente de ataque.
19º máximo goleador
El bilbaíno desperdició dos buenas ocasiones frentes al Alavés, ambas de cabeza, aunque la del minuto 62 fue tan clara que aún se estará preguntando cómo pudo mandarla fuera. De todos modos, los fallos han aparecido con frecuencia en la carrera de Iñaki Williams, pero su valor va más allá de los goles. Y eso que acumula 111 como rojiblanco, decimonoveno en la clasificación histórica de los máximos realizadores del club, a solo cinco de dos leyendas como Iriondo y Guerrero. El extremo es velocidad, liderazgo, sensación de peligro y un elemento perturbador para las defensas rivales. De ahí que resulte fundamental para un Athletic que se frota las manos cada vez que su capitán trabaja con fuego. Sudor nunca falta, aunque tiene que acompañarlo ahora con más contenido.
Ha sido titular en los cuarto partidos de Liga y sustituido en tres de ellos, pero en la recta final
Es el jugador del Athletic que más veces ha rematado entre los tres palos (4), por delante de su hermano Nico (3) y Berenguer (2), aunque sin fortuna de cara a puerta. Lleva nueve recuperaciones y 47 pérdidas, además de ocho duelos ganados y 17 perdidos. Le falta para ser él. Este martes abrirá un nuevo capítulo en su vida y carrera en forma de Champions, con el Arsenal enfrente, una ocasión magnífica para desatar la tormenta que lleva dentro.
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