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En la despedida de Óscar de Marcos, al jugador rojiblanco le han preguntado por su llegada al equipo hace 16 años. Él mismo recuerda a la perfección ese instante, en la concentración que realizó el equipo en Isla Canela, en Huelva. «Que se cortase el pelo y se quitase el polo amarillo y muchas cosas más...», ha contestado el lateral alavés, que se presentó con esa indumentaria en la concentración de la escuadra dirigida entonces por Joaquín Caparrós.
De Marcos ha echado la vista atrás, a ese julio de 2009. No se olvida de esos primeros momentos con el Athletic. «Los veteranos tenían el día libre y yo estaba solo en la habitación sacándome fotos con el chándal del Athletic para mandárselas a la familia», recuerda el jugador, quien admite que estaba «flipando».
También rememora los primeros minutos con sus compañeros. Cuando llegó al comedor, el primero en dirigirse a él fue Gurpegui. «Gurpe me dijo que si necesitaba algo estaba ahí». Hizo lo mismo Aitor Ocio. Esa misma noche recuerda que jugó su primera partida de cartas en la habitación de Susaeta. «Me recibieron tan rápido y tan bien», agradecía.
En un momento dado dudó en mencionar a todos aquellos futbolistas que compartieron equipo, pero finalmente se lanzó y los nombró. Recordó las charlas con «el gallo», Joseba Etxebarria, en el jacuzzi junto a Iturraspe. 'Villa' (Villalibre), Dani García, «uno más de la cuadrilla»; Raúl García, Mikel Rico, Pablo Orbaiz, «al que había que pelar una naranja si perdíamos», su excompañero de habitación Gabilondo... Nadie se le quedó en el tintero. «Qué suerte haber tenido estos veteranos. Gracias, chavales». Palabra de capitán.
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