La desolación de Vivián en el banquillo tras retirarse lesionado en Roma

Fue una noche amarga para Dani Vivián. El central se retiró lesionado en el Olímpico de Roma por una lesión muscular que le obligó a pedir el cambio en el minuto 22 tras una disputada cabalgada con el delantero rival Dovbyk, el ex del Girona. Se fue al suelo y automáticamente De Marcos hizo el gesto de sustitución al banquillo. No pintaba bien. A la espera de parte médico, su presencia en el trascendental partido de vuelta en San Mamés parece una utopía.

Al defensa internacional se le veía desolado en el banquillo rojiblanco. Las cámaras de Movistar captaron cómo se llevaba las manos a la cara mientras era consolado por sus compañeros Unai Simón y Gorka Guruzeta. Era difícil encontrar consuelo, sobre todo después del jarro de agua fría que supuso la remontada de la Roma en el último suspiro con el gol de Shomurodov.

El eje de la zaga se perfila como un quebradero de cabeza para Valverde en la vuelta de los octavos de final de la Europa League en San Mamés. A la casi segura baja de Vivián se suma la de Yeray, que terminó expulsado por doble amarilla por un agarrón cuando quedaban 15 minutos para el pitido final. Su recambio más lógico, Beñat Prados, también acabo tocado con una cojera evidente al irse a vestuarios.

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