Así ha convertido Mikel Arteta al Arsenal en uno de los grandes de Europa
El técnico guipuzcoano ha cambiado su estilo en el conjunto londinense, de uno similar al de sus maestros Wenger y Guardiola a otro que prioriza la solidez y evita el riesgo
El periplo de Mikel Arteta en el Arsenal ha sido una auténtica anomalía respecto al discurrir habitual de los equipos de la élite europea. El ... entrenador gipuzcoano ha recibido las dos cosas más demandadas por los técnicos y a la vez las menos habituales: tiempo y confianza. Tiempo para desarrollar sus ideas, para que sus jugadores se imbuyan del estilo propuesto y confianza por parte de una junta directiva que le respalde y le ofrezca las herramientas necesarias para llevar a cabo su trabajo.
Tras su retirada como jugador, Arteta ejerció de técnico asistente en el Manchester City junto a Pep Guardiola. A la sombra del entrenador de Santpedor, se preparó para el reto mayúsculo que le ofrecieron a mediados de la campaña 19-20: tomar las riendas de un Arsenal deprimido en la etapa post Wenger y volver a llevar al club a competir con los mejores equipos del país. Durante los primeros ocho meses logró conquistar dos títulos, unos éxitos que posiblemente le salvaron del cese las siguientes temporadas. En su primer año completo, los gunners terminaron en una decepcionante octava posición, y el siguiente curso perdieron la clasificación para la Champions en la penúltima jornada ante su rival ciudadano, el Tottenham, una herida que escoció mucho a sus aficionados.
La directiva del Arsenal, sin embargo, mantuvo su confianza en Arteta, y el tiempo les ha dado la razón. En las siguientes tres temporadas los gunners han acabado en segunda posición, y en dos de ellas han acariciado el título. Unos logros indiscutibles, pero que al no haber sido respaldados con ningún título han comenzado a crear un cierto run run en torno a su figura. Lo que tres años atrás era una mera esperanza se ha convertido en una exigencia, y más tras las ambiciosas operaciones acometidas este verano, que han conformado una plantilla superlativa, con dos jugadores de primer nivel en cada posición.
Durante este tiempo Arteta se ha convertido indiscutiblemente en uno de los mejores entrenadores del mundo. El documental realizado por Amazon sobre la campaña 21-22 de los gunners muestra las extrañas pero efectivas formas de motivación del gipuzcoano, que ha logrado una plantilla unida y que cree firmemente en su idea, y una comunión con la grada del Emirates que llevaba tiempo sin verse en el norte de Londres. En cuanto al estilo de juego, su evolución ha sido destacable. Como discípulo de Wenger y Guardiola, Arteta llegó al Arsenal planteando un fútbol de combinación. Su equipo aspiraba a tener el balón el mayor tiempo posible, y utilizarlo para atacar constantemente. La idea en la fase defensiva iba en consecuencia: una presión alta que les permitiera jugar en el campo del rival y recuperar la posesión con presteza.
El balón parado es otra de las grandes fortalezas de un equipo que domina numerosos registros
Poco queda ya de ese fútbol de campanillas. Arteta ha evolucionado en su idea, y su equipo se ha convertido progresivamente en un bloque mas defensivo, que prioriza la solidez por encima de la belleza. Su posesión resulta más monótona, y en muchas ocasiones no le ha importado incluso ceder el balón a su oponente, porque se siente muy cómodo cuando puede replegar, cerrar espacios y salir en tromba al contraataque. Su actuación en la eliminatoria ante el Madrid el curso pasado es un ejemplo claro de este proceso.
El tiempo se acaba
Si en la Premier League su nivel de puntuación bajó el año anterior es porque adoleció de dos problemas claros, la falta de un cerebro en el centro del campo y la de un delantero letal. Zubimendi, de sobra conocido para la afición del Athletic, y Gyökeres, un delantero tan veloz para desenfundar como inteligente para estar en el lugar adecuado en el momento justo, suponen dos soluciones de lujo. Con todos esos mimbres al Arsenal ya se le puede exigir que compita por todo. Arteta sabe que el tiempo se acaba, su proyecto ha alcanzado el punto culminante, y en el norte de Londres esperan con ansia celebrar un título que confirme su retorno a lo más alto.
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