La séptima semifinal del siglo
El Athletic ha alcanzado en los penaltis el duelo previo a la final cuatro de las seis ocasiones en las que se ha plantado en esta ronda
Hubo un tiempo en el que los aficionados del Athletic envidiaban a los de otros equipos que se plantaban en las últimas rondas de la Copa, el que era el torneo de su escuadra. Sin embargo, desde que arrancó el siglo XXI, la situación ha cambiado. La hinchada vivirá entre la próxima semana y la primera de marzo una nueva semifinal. Ya son siete, a las que hay que añadir otras 22 desde 1939 hasta 2000. De momento, cuatro han terminado en sonrisa (2009, 2012, 2015 y 2020). Las otras dos, en decepción, en 2002 y en 2005, aquella que el ayer derrotado Betis logró superar en los penaltis en Bilbao. Aquel día hubo lágrimas, muchas. Eta noche de viernes ha habido alegría, felicidad y épica. A dos duelos de otra final tras una noche de infarto resuelta en la tanda de penaltis.
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Real Madrid 2002. Eliminados
La vuelta, una condena
El Athletic se había plantado en el Santiago Bernabéu convencido de que podía derribar al Real Madrid en el camino hacia la final. ¿Por qué no?, se decía una plantilla que derrotó a los blancos en el encuentro de ida (2-1). Había que aguantar, aunque esa diana a favor de los blancos complicaba el asunto. Pero no era imposible. Resisitir, era la palabra. Todo saltó por los aires. Larrainzar adelantó a los blancos con una diana en propia puerta. Raúl González, entrenador del Castilla, ya había colocado el segundo en el minuto 58. Con un gol, eso sí, el encuentro se iba a la prórroga. Pero surgió Guti. A falta de un cuarto de hora, aprovechó una contra para destrozar el sueño bilbaíno que, en San Mamés, había disfrutado de una remontada con aciertos de Joseba Etxeberria e Isma Urzaiz: entre los dos, neutralizaron la diana de Zidane nada más empezar. El Bernabéu fue demasiado, el miedo escénico, y la final se quedó como un sueño inalcanzable.
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Betis. 2005. Eliminados
Las lágrimas de los penaltis
Ninguno de los dos equipos anotó, ni en la ida en el Manuel Ruiz de Lopera, así se llamaba entonces el estadio del oponente ayer caído, ni en el extinto San Mamés. Sin puntería. Y eso a pesar de que el Athletic lo intentó con ahínco en el partido de ida disputado en Sevilla. Ernesto Valverde, de hecho, se lamentaba en la rueda de prensa. «Hemos dejado pasar una buena oportunidad». Sin embargo, el 0-0 del primer encuentro, cabezazo de Asier del Horno al palo incluido, daba esperanzas a los rojiblancos; en casa, con su gente, se crecerían y aterrizarían en la final. Pero no. Los penaltis destrozaron el sueño vizcaíno. Desde el principio de la tanda, las sensaciones resultados pésimas. Falla Del Horno, marca Assunçao. Yeste anota, y Oliveira dispara alto. De nuevo igualados. Se puede. Tiko, Joaquín, Orbaiz, Denilson, Iraola y Lembo anotan su acción. Pero Doblas se lo para a Ezquerro. Y Luis Fernández sentencia. Se acabó. Llantos. Pocas personas en la grada resisten a las lágrimas, nadie en el campo. Hundidos.
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Sevilla. 2009. A la final
El atracón de Del Nido
Quizá la última gran noche de la desaparecida Catedral, con permiso de las victorias europeas de la primera temporada de Marcelo Bielsa; por ejemplo aquel baile al United, o la diana de Llorente a última hora ante el Sporting de Portugal. Pero ésta venía caliente. Nadie se olvidará de aquella noche de marzo de 2009. Y todo por doce palabras de José María del Nido, presidente del Sevilla. «Nos vamos a comer al león desde la melena hasta la cola», tronó el máximo dirigente antes de caer derrotado en Bilbao y que el Athletic accediera a su primera final en el siglo XXI. El resultado, en la ida, favorecía a los andaluces, 2-1. Estaban crecidos. Pero nadie más que el presidente, que se comió todas sus declaraciones casi en el mismo instante que empezó la vuelta. Un tornado. El bloque de Caparrós no esperó ni al descanso. Minuto 3. Javi Martínez. Minuto 33. Llorente. Minuto 36. Toquero. Se acabó. Y Del Nido, se atragantó. «Cómeme el rabo, Del Nido, cómeme el rabo». Valencia se tiñó de rojo y blanco.
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Mirandés. 2012. A la final
Superiores de principio a fin
La fortuna sonrió al Athletic en el año de las dos finales. Es cierto, el Mirandés, de aquella en Segunda B, contaba con varias víctimas ilustres: un Villarreal de Champions, el Racing y el Espanyol. Sin embargo, los bilbaínos entendieron que debían demostrar la diferencia de categoría desde el principio. Y lo hicieron. Fernando Llorente anotó los dos goles visitantes de los primeros 30 minutos. En el 91, Lambarri maquilló el resultado para el cuadro rojillo. ¿Y si se lograba la proeza en San Mamés? pPero no. El Athletic no les dejó ni respirar. Casi ni pisar el campo. Mediada la primera parte, Muniain, Susaeta y Aurtenetxe se habían repartido las dianas. Surgió el tanto de Aitor Blanco, pero no hubo piedad. Doblete de Llorente, un tanto de César en propia puerta. Máxima felicidad en San Mamés. Con un pequeño detalle: el Barcelona en la final.
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Espanyol. 2015. A la final
Del desastre a la clasificación
El partido de San Mamés contra el Espanyol no daba muchas esperanzas a la afición del Athletic. Un titular de EL CORREO: «Vivos de milagro». Aritz Aduriz adelantó a la escuadra de Ernesto Valverde. Sonrisas. Pero Víctor Sánchez igualó –fue el resultado definitivo (1-1)– antes del descanso. Los vizcaínos se daban con un canto en los dientes. Txingurri es el ejemplo: «El resultado es bueno tal y como ha ido la eliminatoria». La vuelta se jugaba en Cornellà, en el entonces Power 8 Stadium. El Espanyol se frotaba las manos, iba a ser su gran noche, en alusión a la canción de Raphael. Pero no. Entre Aduriz y Etxeita colocaron al Athletic por delante en la eliminatoria antes del descanso (0-2). ¿Para qué esperar? 'Mi gran noche' fue la canción que coreó la plantilla vizcaína para celebrar otra final.
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Granada. 2020. A la final
Y surgió Yuri
El resultado del encuentro de ida, con un único gol de Iker Muniain (1-0), podía haber sido más abultado ante el Granada si no se llega a anular un tanto a Capa por una decisión un tanto polémica del VAR. Pero el hecho es que la renta era escasa. Y los nazaríes el 5 de marzo tenían la clasificación en el bolsillo con los tantos de Carlos Fernández y Germán a falta de un cuarto de hora. Pero surgió Yuri, por la banda izquierda, anotó cuando restaban nueve minutos... Y el Athletic se plantó en la final, esa que se jugará el 3 de abril contra la Real.