El cariñoso gesto de Valverde a Iraizoz tras ganar la Copa en la Cartuja: «Se me caía el alma al suelo»
El actual técnico del Gernika, comentarista en aquel encuentro, sintió que un escalofrío de emoción recorría su cuerpo
Estadio de La Cartuja, Sevilla. Poco antes, Álex Berenguer ha marcado el penalti decisivo, ese que rompió una racha de 40 años sin que el Athletic se coronase campeón de la Copa del Rey, su título. En un momento determinado, Ernesto Valverde, el artífice del triunfo desde el banquillo, se acerca a Gorka Iraizoz, al que le une una relación especial: fue su portero tanto en el club bilbaíno como en el Espanyol. Y Txingurri le abraza y le dice una frase que conmueve al navarro. En ese instante, el actual técnico del Gernika, comentarista para ETB en aquel encuentro, sintió que un escalofrío de emoción recorría su cuerpo.
«Recuerdo después del partido estar con él y decirme: 'Con las que he vivido contigo'. Y a mí se me caía el alma al suelo. Cuando me dijo eso, le di un abrazo...», cuenta en una entrevista con Relevo. Y es que la relación de ambos ha pasado por varios momentos. En el Espanyol, sin ir más lejos, perdieron una final continental.
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En el Athletic, por ejemplo, Valverde fue el técnico que le dijo que no iba a contar con él. Fue Txingurri, el preparador que le quitó la titularidad. No le gustó. «Para Ernesto no fue fácil las decisiones que tuvo que tomar, primero con Andoni (Iraola), luego con Carlos (Gurpegui) y conmigo. Tres años seguidos. Pero recuerdo con mucho cariño esa temporada y esas charlas. Sé que estaba preocupado, le preocupaba mucho cómo podía afrontar esos devenires, esas decisiones que él iba a tomar. Pero estoy muy feliz de cómo nos relacionamos él y yo, de todas las conversaciones que tuvimos. Y así como de esa primera conversación en el Espanyol me hubiese gustado actuar de otra manera, en ese final de mi estancia en el Athletic me alegro de que fuera con él porque me permitió conectarme a ese Ernesto en el que me tenía que haber conectado en la primera temporada en Barcelona», indica.
Se refiere a una conversación en el Espanyol en la que Txingurri le comunicó que no iba a ser el titular que apostaba por Kameni: ««Carlos iba a empezar a jugar la Liga, y yo iba a jugar la Copa y la Europa League. Él quería hacerlo así y yo creo que en ese momento estaba reflexionando demasiado todas las cosas, planteándome demasiadas cosas internas mías sobre mi juego, y en ese primer momento no acepté muy bien esa conversación».
El abrazo con Simón, Willi...
Pero todo eso quedó atrás. E Iraizoz, más maduro, un futbolista que acepta sin problemas que tuvo que vivir una lucha psicológica contra él mismo, recuerda con gran cariño ese abrazo de Sevilla. Con Ernesto. «Me siento orgulloso y súper feliz por ellos. Verles esa felicidad que tenían allí y tener la posibilidad de verlo en primera línea, poderlos abrazar en ese momento para mí ya es suficiente. Es de ellos. Claro que es un proceso de crecimiento del club, de asentamiento de unas bases para un pensamiento competitivo que conlleva llegar a esa final y que ahora está instaurado en el club, pero en ese proceso ellos son los que lo han culminado. El título es de ellos», expone.
Aunque aquella noche hubo más gestos de cariño.« Recuerdo también el abrazo de Unai (Simón), que vino corriendo y casi me tira. Recuerdo a Willy, ver a su madre cómo estaba allí. Fui un espectador de lujo, de primera línea, que jamás pensé que podría ser. Y ver toda esa alegría, sentirla de tan cerca, me hace sentir feliz y orgulloso de lo que ellos han hecho. Y poder decirles que nos han llenado de alegría para mucho tiempo, ¿no?», comenta.
