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La vuelta a las competiciones europeas marca la planificación del Athletic 2024-25. El salto de dos a cuatro competiciones -Europa League y Supercopa se ... suman a Liga y Copa- suponen un salto de exigencia para la plantilla rojiblanca del que Ernesto Valverde es consciente después de anteriores experiencias. Más allá de la alegría que significa para la familia rojiblanca el volver a pasear el nombre del Athletic por Europa, el próximo curso supondrá desde el 25 de septiembre, cuando comience la Europa League, el tener que jugar con notable frecuencia dos partidos por semana y afrontar un desgaste que el técnico rojiblanco desea gestionar con un fondo de plantilla más amplio y variado del que ha dispuesto esta temporada que está a punto de finalizar.
El ejemplo está en los equipos que han competido este año en Europa. El Real Madrid es el club que cerrará la campaña con más encuentros disputados, 55, pero para el Athletic el reflejo lo tiene en la Real Sociedad, Betis y Villarreal, que jugaron Champions, Europa y Conference League. Los donostiarras cerrarán el curso con 53 partidos, ocho de Europa y siete de Copa del Rey, mientras que Betis y Villarreal alcanzarán los 49. El Athletic ya tiene claro que se moverá por encima de esa franja, ya que la nueva Europa League le asegura ocho partidos, más la Supercopa y al menos uno de Copa del Rey. Es decir, el mínimo de duelos de la próxima temporada será de 48, y a nadie se le escapa que, con un rendimiento medio, los rojiblancos se pueden ir sin problemas por encima de los 50, mientras este curso, donde el Athletic ganó la final de la Copa, se termina con 46 encuentros, sin olvidar que el torneo se concentra especialmente en enero y febrero.
Europa, sin embargo, obliga a una actividad intensa desde finales de septiembre hasta enero y se solapará con Supercopa y Copa. El reflejo de esa intensidad aparece en el reparto de minutos de Real Sociedad, Betis y Villarreal en comparación con el Athletic, y desvela el plan de Valverde para tener una plantilla donde pueda tirar al menos de una veintena de jugadores de forma habitual sin que el rendimiento se resienta.
A falta de una jornada, en el Athletic hay 12 jugadores por encima de la barrera de los 2.000 minutos de juego y 5 más por encima de los 1.000. En el caso de los donostiarras, 10 están por encima de los 2.000 y hasta nueve superan los mil minutos, mientras que en el Betis 9 superan los 2.000 y 11 el millar de minutos. Por último, en el Villarreal son 9 quienes sobrepasan los 2.000 y hasta 13 los 1.000 minutos. Cifras que hablan de esa necesidad que tendrá el preparador rojiblanco de estirar una plantilla activa para unas rotaciones que, en mayor o menor medida, deberá realizar a lo largo del otoño para procurar que el Athletic llegue en condiciones al tramo decisivo de la temporada.
Después de anunciar la despedida de dos veteranos como Raúl García e Iker Muniain y la renovación de De Marcos, Valverde ya ha hecho ver a la directiva rojiblanca que necesita gente con experiencia en su plantilla y contempla con buenos ojos las renovaciones de Berenguer y Herrera, futbolistas que, sin tener la condición de titulares, sí pueden aportar minutos importantes en una temporada tan exigente como la que se presenta. Contar con dos futbolistas por puesto es el objetivo, y por eso el técnico también ha destacado la necesidad de reforzar el centro de la defensa con un cuarto central.
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