El Bilbao Athletic sigue sin arrancar

Una jornada 14 de nuevo esquiva para los cachorros por sumar un resultado insuficiente en una Liga que se le atraganta. Otro desenlace cruel tras el bofetón del 3-2 en Tajonar, con el último gol rojillo en el descuento, en el estreno del nuevo técnico. Un Cornellá que venía de empatar ante el Sanse encajando en el minuto 94 y que esta vez salvaba los muebles casi sobre la bocina producto de un empujón de Trespalacios dentro del área. Los dos goles de Adu Ares y Gerenabarrena no fueron suficientes.

El Bilbao Athletic arrancaba con dificultades para triangular. La presión del Cornellá y la obligación de ganar pesaba. Nada reseñable hasta el cuarto de hora, salvo un disparo lejano de Gerenabarrena al ver a Anacker adelantado, pero, seguidamente, Adu Ares acertaba para anotar el primer tanto de un latigazo desde la frontal. Su primer gol este curso, no por falta de intentos, para sacudirse la responsabilidad en este capítulo. Pallarés sigue apostando por el falso 9, esta vez con Cabo de punta, que marcase ante Osasuna Promesas. La alegría del filial duraba muy poco. Una falta lanzada por Fullana la remachaba Blanco picando de cabeza para batir a Padilla, a quién le cegó el sol en su infructuosa salida. De nuevo un error en la marca defensiva costaba encajar gol en la primera aproximación de un rival. Demasiado castigo para tan poca producción foránea.

El equipo catalán contemporizaba, sin prisa, tirando de oficio, cerrando espacios al filial rojiblanco. Un cabezazo del senegalés Mamor Niang amenazaba de nuevo el arco local. El filial no terminaba de fluir, se atascaba en la zona ancha y se mostraba blando en las disputas. Sólo Chasco percutía con insistencia por el perfil izquierdo, cubierto atrás por Unai Gómez. Un disparo de Rincón escorado a la derecha, un posible empujón punible a Cabo dentro del área, y otro aviso de Goti con remate demasiado alto mandaba a los protagonistas al descanso.

En el segundo acto, tras otro inicio dubitativo, el filial se entonaba. En un jugadón de Unai Gómez en acción personal traspasando líneas y sorteando a dos contrarios en su veloz cabalgada, pasaba el cuero a Cabo, que asistía a Gerenabarrena al corazón del área para anotar el segundo tanto. Un gol reparador que parecía aliviar los males. Adu Ares buscaba de nuevo anotar con otro chut, pero el balón salía desviado. Los minutos transcurrían con el equipo de Pallarés sin sufrir demasiado, intentando atajar el resultado y salir airoso en su afán por remontar posiciones en la tabla para abandonar la delicada zona roja. Pero en el minuto 84, en una de las escasas embestidas del Cornellá, penalti a su favor en un derribo dentro del área de Trespalacios, que recibía además la cartulina roja por doble amarilla. Lo ejecutaba Fullana para empatar a dos a sólo cinco minutos del final. Guruzeta tuvo el 3-2 en sus pies en un tiempo de descuento alocado, ya sin margen de maniobra y con el corazón encogido de los cachorros.