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La junta directiva del Athletic contempla como última salida convocar a los socios a un referéndum con el objetivo de que le concedan potestad para ... ordenar la grada de animación si esta no cumple con el espíritu para el que fue concebida, según ha podido saber EL CORREO.
Si el conflicto se enquistara, el silencio imperase en el fondo norte de San Mamés y no se atisbaran eventuales soluciones a un problema agravado en las últimas semanas, los rectores de Ibaigane valoran elevar consulta a la denominada asamblea plenaria, una figura de nueva creación recogida en los estatutos del club aprobados en 2022. Integrarían ese organismo los propietarios de un carnet mayores de edad y con al menos un año de antigüedad. Serían más de 40.000, por lo que la representatividad de la masa social sería incuestionable.
Desde que el presidente Jon Uriarte estableciera los pilares de la grada popular –condensadas en un apoyo respetuoso al equipo y en la máxima innegociable de que pertenece al Athletic y a nadie más–, y desde que se hiciera público poco después el decálogo que regula su articulación, dirigentes del club se han reunido con los diferentes grupos de animación para detallarles el contenido del documento y saber si lo aceptan.
Han transcurrido 15 días desde aquellos encuentros y de momento la junta no ha recibido una respuesta formal ni de Iñigo Cabacas Herri Harmaila (ICHH), que promovió una huelga en el fondo norte, ni de Euskal Lions ni de Piratak –aunque algunos miembros de esta última agrupación sí parecen decididos a asumir el texto de manera individual–.
El Athletic entiende que ha hecho un esfuerzo para que el documento incorpore la mayoría de las reivindicaciones de los mencionados grupos. Ahora habrá que ver si lo firman y se adhieren a sus derechos y obligaciones. Entre estas últimas está la de «abstenerse de liderar o apoyar cualquier tipo de acto que obstaculice o dificulte la animación», algo que ocurrió en el partido contra el Leganés y generó malestar en la plantilla. Tanto que Unai Simón e Iñaki Williams censuraron aquel día esta actitud. También se pide no bloquear la identificación de aquellos individuos que violen la normativa.
En este escenario de incertidumbre, los dirigentes rojiblancos han empezado a valorar diferentes alternativas para desatascar una crisis que amenaza con perpetuarse con el equipo de Ernesto Valverde en plena lucha por la zona Champions y con un camino por recorrer en competición europea. Una de las opciones que se han puesto encima de la mesa en la sede central de la Alameda Mazarredo para avanzar hacia una resolución favorable es promover una convocatoria popular abierta para liderar la animación por parte de otros colectivos o agrupaciones de socios o aficionados que deseen asumir esa responsabilidad.
En este sentido, el club ya detalló en su día los principios básicos y compromisos de obligada asunción para que el funcionamiento de la grada quede definido y sujeto al cumplimiento de las normas. Una de ellas tiene que ver con la elección de los líderes de animación, que nunca podrán ser personas expedientadas por infracciones relacionadas con la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte; y otra, con la promesa de la entidad rojiblanca de defenderles si acatan las reglas.
Si la junta interpreta que la situación sufre un deterioro irreversible es cuando se plantearía como última salida convocar en referéndum a los socios para que le den potestad de intervención en el fondo norte, en el que conviven más de 4.000 aficionados. Sustentaría la consulta en un artículo recogido en los nuevos estatutos que regula cuándo y cómo se puede constituir la asamblea plenaria, ahora mismo la institución más democrática y de mayor representatividad del Athletic.
Cinco años
Si finalmente dieran el paso, los dirigentes de Ibaigane tendrían que comunicarlo a la masa social a través de sus canales oficiales habituales y, desde entonces, dispondrían de 30 días para concretar el contenido de la pregunta que trasladarían a los propietarios de un carnet que tendrían derecho a participar y convocarles en referéndum.
Los estatutos estipulan que la votación podrá realizarse en papeletas y sobres ajustados a un modelo oficial o bien por medios telemáticos. Si la junta optara por esta segunda fórmula debería organizar la posibilidad de una votación electrónica asistida en las instalaciones del club para todas aquellas personas que carezcan de los medios materiales o de los conocimientos para tomar parte en la consulta 'on line' o a distancia. El reglamento también establece que no podría convocarse un nuevo referéndum sobre la misma cuestión o en términos similares en el plazo de cinco años.
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