Al Athletic le cunde la pretemporada
La reivindicación de varias promesas y el buen estado físico de la plantilla destacan en cuatro semanas muy difíciles y atípicas para los rojiblancos
Estaba asumido que esta pretemporada iba a ser muy atípica, como lo fue el final de la pasada Liga con aquellas cinco semanas vertiginosas entre ... junio y julio. El nuevo escenario era conocido por todos: un solo mes de trabajo, con cada equipo en su casita con las persianas bajadas y las puertas bien cerradas. Por supuesto, todo tipo de medidas sanitarias, higiénicas y profilácticas para los técnicos, los jugadores y el resto del personal deportivo. Para extremar aún más las precauciones, los partidos amistosos se reducirían al máximo y se disputarían todos en la última semana previa al arranque del campeonato y ante rivales cercanos. Había que limitar los riesgos de los desplazamientos.
Estas eran las condiciones generales de la anormalidad. El Athletic, sin embargo, se encontró con otras añadidas. La aparición de seis positivos por coronavirus (Williams, Unai López, Córdoba, Larrazabal, Núñez y Sancet), unida a una mala racha de lesiones (Iñigo Martínez, Vesga, Berchiche, Ibai Gómez y Nolaskoain) trastocó por completo los planes de Gaizka Garitano y le obligó a improvisar de la única manera que podía hacerlo; es decir, con deportividad y confiando en un puñado de promesas del filial. Es cierto que varios de los canteranos que más han llamado la atención a lo largo de esta intensa semana de amistosos ya estaban incluidos en la lista de jugadores con los que el técnico rojiblanco pensaba trabajar este último mes. Pero una cosa es jugar unos minutillos, que es lo que hubiera ocurrido con toda probabilidad de no haber existido once bajas en la plantilla, y otra haber tenido el protagonismo que han tenido.
Vencedor, Zarraga y Morcillo, que volvió a destacar ayer, se han ganado su derecho a subir al primer equipo
revelaciones
Los más jóvenes aprietan
Conviene tener esto en cuenta porque es relevante. No hay que olvidar que este verano los amistosos han sido ante cuatro rivales de enjundia, dos clubes de Primera y dos de Segunda que jugaban en sus estadios, aunque fuera con las gradas vacías. En fin, que no se trata de que las promesas de Lezama hayan destacado ante rivales muy inferiores; ya saben, equipos no profesionales en los que te puedes encontrar con un portero que es policía municipal y un delantero centro que trabaja en una pizzería. En esos bolos y pachangas no se reivindica nadie, pero frente al Alavés, el Eibar, el Logroñés y el Oviedo sí es posible hacerlo. Y hay al menos tres jugadores del filial de quienes puede decirse que han presentado sus credenciales a Garitano demostrándole que ya están listos para pertenecer al primer equipo: Vencedor, Zarraga y Morcillo.
Este último volvió a destacar ayer ante el Eibar, un partido disputado a buen ritmo en el que Iñigo Martínez, Unai López y en la parte final Sancet demostraron un estado físico muy prometedor teniendo en cuenta que era su primer partido. Que 'Morci', como le llaman sus compañeros y luce en su camiseta, diera la asistencia en el 1-0 y marcara el segundo gol desde fuera del área es casi lo de menos. En ambas jugadas tuvo una participación decisiva Yoel Rodríguez, que se disparó al pie y a la rodilla de mala manera. Lo importante es que el zurdo de Amorebieta volvió a demostrar que sus recursos ofensivos son muy superiores a los de cualquier otro futbolista de banda del Athletic. Morcillo apunta a la titularidad en Granada. De hecho, apunta a ser el extremo izquierda por el que la hinchada bilbaína lleva años suspirando. Que llegue a serlo es cuestión suya. Ahora bien, lo que parece claro es que el chaval ha borrado de un plumazo los planes que tenía el club para cederle.
Por lo visto esta semana, la plantilla, incluidos los lesionados y los positivos, parece encontrarse en un buen estado físico
el dato
Talante conservador
Esta idea, que se hubiera hecho efectiva a poco que a Morcillo le hubieran salido un par de partidos flojos, no deja de revelar un talante conservador que parece enquistado en el Athletic a la hora de decidir el salto de los jugadores al primer equipo. Por supuesto que esta decisión no puede tomarse a la ligera. Hacer debutar a jugadores en Primera es muy fácil y sale gratis. Hay muchos entrenadores que se ponen medallas. Ahora bien, una cosa es subir chavales porque está muy bien visto ante la parroquia más recalcitrante y otra ser injusto por un exceso de precaución. Esto no tiene sentido en un club como el Athletic. Y no sólo porque se trate de un equipo que vive de su cantera sino porque hablamos de una plantilla donde se pueden contar con los dedos de una mano las posiciones que están ocupadas por futbolistas indiscutibles, de un rango claramente superior al de los compañeros .
Recordemos el rendimiento del equipo la pasada temporada, el nivel de juego de un buen número de titulares fijos, las estadísticas de algunos indiscutibles, la calidad del fútbol en determinadas líneas, sobre todo del centro del campo hacia delante. Ese repaso es muy ilustrativo. En primer lugar, sirve para confirmar que lo mejor del Athletic es, con diferencia, el carácter competitivo que Garitano ha sabido imprimir a su tropa, una virtud que fue decisiva para alcanzar la final de Copa, el éxito que cambió por completo la valoración de la temporada. Pensemos si no en la nota que le hubiéramos dado al equipo si llega a perder a los penaltis con el Tenerife -es un decir- y en la Liga queda undécimo. La segunda gran conclusión es que, exceptuando la defensa, que se sostiene con solvencia y disfruta de las ventajas de un juego intenso y solidario, el resto de las líneas necesitan una mejora.
El equipo de Garitano está obligado a mejorar su producción ofensiva si no quiere estancarseen mitad de la tabla
el cambio
El dilema
De hecho, hay una conclusión que se impone con rotundidad a poco que se analice la pasada campaña con la vista puesta en la que comienza para el Athletic este próximo viernes en Granada. Y es que los rojiblancos, con Garitano a la cabeza, se enfrentan a un gran dilema: o mejoran su producción ofensiva o están condenados a una mediocridad más o menos maquillada por la aspiración de la Europa League, que bien mirado es un objetivo que, en un momento u otro, tienen casi todos los equipos salvo los que luchan panza arriba por la salvación desde el otoño.
Si únicamente se trata de esto no hay mayor problema: bastaría con seguir como hasta ahora, siendo un equipo firme y duro de pelar, un buen alicate. Si se trata de progresar, la cuestión es diferente. Para ello se necesita elevar la competitividad dentro de la plantilla aumentando la exigencia a los intocables y, desde luego, mejorar el fútbol de ataque, depurando su elaboración y aprovechando el talento de quienes lo tienen. Lograr esto entraña un riesgo, pero no hay otro camino. La esperanza, por supuesto, está puesta en lo que se ha visto esta última semana a Vencedor, Zarraga y Morcillo -Iñigo Vicente ha aparecido menos-, junto a lo que ya se empezó a entrever la pasada Liga a Sancet o Villalibre. Es decir, a los mejores talentos de Lezama.
Día libre antes de comenzar a preparar el duelo de Granada
La plantilla del Athletic disfruta hoy de una jornada de fiesta. Es la última antes del duelo de Granada, el viernes que viene a las 21.00 horas. Se acerca la hora de la verdad y la atención se centrará en los entrenamientos de la semana en conocer el estado físico de Berchiche, que sufre problemas de pubalgia y hace tres días se reintegró a las sesiones con el grupo.
El Athletic entrenará todos los días antes de su estreno en Liga. El club aún no ha dado a conocer su plan de viaje. Es probable que se desplace el mismo viernes. Es lo que hizo en la semifinal de Copa, que también se jugó por la noche.
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