El Athletic, ante la hora de la ilusión
La Champions marca el curso. Los analistas de EL CORREO se muestran optimistas de cara a una campaña muy exigente, pese a los problemas sufridos por el equipo en una pretemporada marcada por las lesiones
J. Ortiz | J. Latxaga | J. Rivas | C. Pintor | I. Barcia | O. Tabuenka
Sábado, 16 de agosto 2025, 00:38
Motivos para el optimismo pese al mal cuerpo
J. Ortiz de Lazcano
Las buenas noticias se han sucedido en el Athletic en los últimos tiempos. Se ganó por fin la Copa y la reacción del equipo al ... curso siguiente fue meterse en la Champions. En verano no sólo se frenó la segunda y más peligrosa acometida del Barça por Nico, sino que además firmó un contrato de larga duración, lo que hizo alzarse a los hinchas a varios metros del suelo. Alguno llegó a proponer sacar la gabarra. Han llegado además Areso y Robert Navarro y Laporte está en camino. Vamos, todo buenas noticias.
Pero la pretemporada ha dejado mal cuerpo. El Athletic sólo ha ganado a un Primera RFEF. Lo demás han sido seis derrotas ante Racing, Alavés, PSV, Liverpool (dos partidos) y Arsenal. Para colmo esta fase ha sido un cúmulo de contratiempos. El día anterior a arrancar los entrenamientos se anunció el positivo de Yeray y prosiguió con la grave lesión hasta final de curso de Egiluz, fichado de prisa y corriendo para hacer frente a la sanción del baracaldés.
Los contratiempos echan agua al vino de la euforia. Sin embargo, el Athletic que pone la Liga en marcha ante el Sevilla tiene motivos para el optimismo, aunque en el fútbol el último sentimiento es el que se impone. Y el de ahora es de desconfianza.
Pese a que habrá tres fichajes de los que se esperan aportaciones importantes. Cuando llegue, Laporte será un paso adelante competitivo. Areso es un lateral muy de estos tiempos y que va a encantar a San Mamés y Navarro aporta fondo de armario. Con Valverde el Athletic siempre ha tenido un buen vivir. Los resultados de pretemporada no son motivo para desconfiar de que de nuevo las cosas irán de perlas.
El arranque se augura complicado
Juan Carlos Latxaga
Predecir lo que puede ocurrir en una competición de largo aliento como la Liga resulta ocioso. Para cuando llegue mayo habrán pasado tantas cosas que recordar nuestros vaticinios de agosto solo nos hará lamentar nuestra osadía. La Liga es una epopeya que ríase usted del viaje de Ulises.
Por un elemental sentido de la prudencia más nos vale centrarnos en el corto plazo a partir de lo que hemos visto en verano y con datos concretos, como el tan comentado problema de los centrales y el no menos lamentable asunto de las lesiones que han asolado el grupo.
El asunto de la defensa ha difuminado el problema del ataque. Preocupa mucho afrontar el comienzo de la competición solo con Vivián y un Paredes que apenas ha hecho pretemporada, pero provoca escalofríos repasar el rendimiento de la línea de ataque. El Athletic ha recibido quince goles en siete partidos, pero es que solo ha marcado seis.
El equipo ha perdido seis partidos porque se ha desmoronado al fallarle los cimientos de la defensa, pero también porque no ha sabido qué hacer con el balón los escasos ratos que lo ha tenido. La pretemporada de Nico Williams conduce directamente a preguntar, aunque sea en modo retórico, sobre cómo va lo de su pubalgia. Su hermano tampoco ha estado mucho mejor y en cuanto al delantero centro, Guruzeta y Maroan han rivalizado más en fallos que en aciertos. Berenguer es el único asidero.
El objetivo a corto es salvar este arranque complicado. Repetir lo del año pasado será factible con todas las piezas disponibles y rindiendo al nivel que se les supone.
La ambición imprescindible
Jon Rivas
Mañana a las siete y media de la tarde, cuando comience la Liga en San Mamés, se acabarán las pruebas, se olvidarán los partidos de la pretemporada, que han sido más de arena que de cal, y tendrá que saltar al campo el famoso Athletic Club de la canción que se puso de moda cuando ganaron la Copa hace algo más de un verano. La cita con el Sevilla lo resetea todo. Parten los veinte equipos de la Liga a cero, y con su interés puesto en ir llenando el almacén, a ser posible de tres en tres. Y tendremos que pedir al equipo que dirige Valverde, que salga con toda la ambición del mundo.
Yo siempre digo lo mismo cuando me preguntan a qué debe aspirar el Athletic. Puede sonar fanfarrón, pero el objetivo tiene que ser el de salir a ganar la Liga. De hecho, ese debería ser a lo que tendrían que aspirar los otros 19 equipos que compiten con los rojiblancos, porque, ¿a qué victorias hay que renunciar durante el campeonato? A ninguna. Otra cosa muy distinta es que la realidad vaya poniendo a cada uno en su sitio.
De hecho, calculo que el Athletic tiene muy pocas probabilidades de conseguirlo, digamos un 5% siendo optimistas, pero si los nuestros le ganan al Sevilla, el siguiente objetivo es vencer al Rayo, luego al Betis, después al Alavés, y así hasta la jornada 38. ¿Qué habrá tropiezos?, casi seguro, y también que a mitad de la Liga la posibilidad de ganarla puede quedar ya muy lejos, pero la ambición no puede faltar nunca, como no faltó la temporada pasada, en la que tres equipos fueron mejores, pero sirvió para que otros 16 fueran peores y llegara el premio de la Champions, que también hay que salir a ganarla, claro. Como la Copa.
Disfrutaremos del premio de la Champions
Cristina Pintor
El objetivo, después de una temporada excepcional, es mantener el grupo de cara a poder afrontar la nueva aventura con total garantías. El eterno culebrón del verano ha vuelto a vestir a Nico Williams de blaugrana con mensajes que no han conseguido alterar el trabajo diario del club. Ahora, el pequeño de los Williams tiene que seguir demostrando en el terreno de juego su fútbol, este año seguro que con un poquito más de éxito. Sería extraordinario el hecho de poder mejorar sus números de cara a ser ese valor tan importante para el club. Fuera y dentro del campo. Esta podría ser su gran temporada.
Valverde seguirá contando también con Sancet, Vivián, Jauregizar... nombres fundamentales del proyecto y que siempre suenan en época de fichajes. El Athletic tiene jugadores en todas sus líneas que podrían salir cada temporada del club pero este año rugirán como leones.
Jesús Areso y Navarro serán los encargados de demostrar su experiencia en la máxima categoría. Ojalá pronto se conviertan en indispensables. La temporada no va a ser fácil, ya que conseguir mejorar la pasada será complicado, pero sí va a ser apasionante. Un Athletic en Champions, midiéndose de tú a tú a los mejores equipos de Europa. Un Athletic al que se le va a pedir estar arriba en Liga y llegar a lo máximo en Copa. Mejorar lo vivido estas últimas temporadas va a ser un reto duro de cumplir pero seguro que bonito de vivir. Y de eso se trata, de avanzar unidos, de seguir creciendo como equipo y como afición, demostrando que estamos juntos en lo bueno y en lo malo. Este Athletic de Ernesto Valverde es uno de los cuatro mejores equipos de LaLiga y como tal, debe seguir sumando éxitos.
Se acabaron las pruebas, llega la hora de la verdad
Igor Barcia
En un mes de preparación al Athletic le han pasado todos los males posibles que estuvieron bajo control el pasado año en una temporada inolvidable. Una suspensión por dopaje, una cascada de lesionados, seis derrotas consecutivas... Ha sido un verano de una pretemporada tan exigente que ha condicionado el trabajo de Ernesto Valverde para conjuntar sus piezas, pero era lo que se buscaba -al menos es lo que ha transmitido el entrenador después de cada partido- en busca del nivel adecuado para afrontar una competición tan exigente como la Champions.
El reto es tan apasionante como complicado. El equipo demostró el año pasado que era capaz de mantener el pulso competitivo tanto en la Liga como en la Europa League, pero este otoño llega una vuelta de tuerca a la exigencia porque la segunda competición continental no es la Champions. Aquí los rivales demandan un nivel al que el Athletic deberá hacer frente sin pagar un precio excesivo cuando tenga que afrontar la Liga. Encontrar el equilibrio entre ambas citas y que el equipo no se resienta demasiado será el pan de cada semana de Valverde, que al menos ha conseguido tener un fondo de armario muy notable para rotar piezas sin que el Athletic se desarme.
Llega la hora de la verdad y el equipo debe empezar a sumar puntos y confianza para cuando lleguen los dobles y los triples compromisos semanales. Y para ello también será fundamental que desde ya aparezcan las estrellas del equipo, que han estado apagadas en pretemporada. El Athletic necesita a todos esta temporada.
Un equipo que puede dar un salto de calidad
Oskar Tabuenka
La temporada 2025/26 está a punto de comenzar y en Bilbao ya se siente el cosquilleo previo al estreno liguero. Tras un verano movido por la renovación de Nico Williams y los rumores de la posible incorporación de Aymeric Laporte, el Athletic llega con la ilusión intacta, aunque la pretemporada no haya sido la mejor. Los resultados han dejado dudas, pero también se ha visto que el equipo tiene margen de mejora y piezas nuevas para dar un salto de calidad.
Dado que esta temporada hay muchas competiciones y de gran exigencia, la plantilla pedía una mejora con nuevas incorporaciones tanto en forma de traspaso como en forma de vuelta de cesión, también se unen nuevos cachorros que vienen pisando fuerte, de esta forma el entrenador dispone de más alternativas y esto hace que aumente la competencia interna. La pretemporada ha mostrado que todavía queda trabajo por hacer en cuanto al juego y el nivel de los jugadores. La afición sabe que el Athletic es un club de carácter y que con el empuje de San Mamés, todo es posible. el objetivo es empezar la Liga con buen pie, sumar e intentar regresar a Europa.
A nivel continental el objetivo principal será pasar de primera fase y dar una buena imagen. La Copa es nuestra ilusión de cada año y hay que pelear por ganarla. Y en la Supercopa iremos a competir hasta el final. En definitiva, hay razones para soñar, tenemos una plantilla más completa y la pasión de siempre para abordar nuevos desafíos. Hay que empezar la Liga asentando las bases de un año que puede ser muy especial.
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