Ander Herrera, cada vez más cuestionado en Boca tras la debacle en el Mundial

Cinco meses después, y al igual que le sucede a Muniain, aunque por otros motivos, la película de amor que quería vivir Herrera en La Bombonera se ha vuelto un auténtico drama. Su desesperante idilio con las lesiones, lejos de desaparecer, ha aumentado, y al no poder demostrar el fútbol que atesora la paciencia se agota. El ex del United y PSG cada vez está más cuestionado en Argentina, sobre todo después de un Mundial de clubes para el olvido.

Herrera fue titular en el estreno ante el Benfica pero apenas duró veinte minutos sobre el campo. Pidió el cambio al sufrir una lesión muscular, la cuarta en su breve periplo en Sudamérica. Poco después, antes del descanso, fue expulsado al protestar de forma airosa, fuera de sí –le tuvo que sujetar un miembro de seguridad– el penalti que luego transformaría Ángel di María, su excompañero en París y el primero en consolarle cuando abandonó el césped lesionado. Al ex del Athletic le cayeron cuatro partidos de sanción. Es, además, la segunda roja que ve en apenas nueve partidos con Boca. Roza los 400 minutos desde que llegó.

Boca tuvo un duro grupo con Bayern y Benfica. No superarlo era una posibilidad real, pero el cómo ha sido una decepción. Necesitaba golear al humilde Auckland y que los alemanes superaran a los portugueses. Sin embargo, Boca no pasó del empate ante el equipo neozelandés, compuesto por futbolistas amateurs.