Los chinos también disfrutan de las fiestas
Cristina Peilei y su marido Peifeng Ye regentan el restaurante Tamaya de Bilbao. Llegaron a la ciudad hace más de 20 años y decidieron emprender ... juntos. Son de China, pero sus tres hijos, Julen, Hugo y Lucas, nacieron en la capital vizcaína. No es de extrañar que, a pesar de tener apego a su país natal, quieran estar en la ciudad cada vez que Marijaia se asoma al balcón del Teatro Arriga. ¡Porque en Aste Nagusia hay que estar en Bilbao! Aunque haya que cambiar las vacaciones de fecha. Sus tres hijos viajaron a China en julio para poder estar en la Semana Grande. Les gusta vivirlas con su cuadrilla de amigos del colegio.
Durante la entrevista conversamos sobre tradiciones, costumbres y celebraciones de ambos países en una terraza. Lucas, Hugo y Julen cuentan sus planes favoritos en fiestas. «Tenemos la tradición de ver los fuegos artificiales y luego subir a las barracas. En China no tenemos ningún personaje como Marijaia», dice uno de los pequeños. «En la forma de vivir las fiestas nos parecemos mucho, porque somos muy familiares», añade la madre.
Este año han celebrado el Año Nuevo chino con su gente en el restaurante Tamaya. La comunidad recibió el pasado enero a la serpiente, símbolo de la vitalidad y la sabiduría, y relevó al dragón de madera. La festividad marca el inicio del 'chunyun', la migración anual más grande del mundo. Se trata de un periodo de cuarenta días en el que los ciudadanos chinos regresan a sus hogares.
«Nos involucramos»
También tienen otra fecha marcada en rojo en su calendario, y de cierta forma es la que más similitudes guarda con la Semana Grande de Bilbao. Se trata de la fiesta de la luna llena. Peifeng saca su teléfono para mirar cómo cae este año. «Es que en el móvil nosotros tenemos dos calendarios. El vuestro y el chino», ríe mientras comprueba las fechas. Disfrutan del evento en familia y comen un dulce típico: una masa de pan redonda con la luna dibujada. En el interior tiene un fruto seco muy dulce. «Es como si fuera el roscón de aquí, ¡pero sin nata, ja, ja, ja! La comunidad vasca y la china coincidimos en muchos aspectos festivos y gastronómicos», cuentan.
La familia asegura que cada vez son más los chinos que disfrutan de la Aste Nagusia a través de diversos planes. Su favorito es ver los fuegos artificiales y después ir a las barracas. «Nos gusta mucho participar e involucrarnos en las fiestas. A nuestros amigos chinos también les gustan mucho. Hace poco tuvimos a unos clientes cantoneses que vinieron a comer a nuestro restaurante y nos dijeron que habían venido a Bilbao expresamente para disfrutar de las fiestas», cuenta Cristina.
En realidad, a pesar de que las culturas sean distintas y de que en China no haya nada parecido a la Marijaia, porque «es única», el simbolismo es muy parecido. Mientras en Bilbao los bilbaínos esperan a que la reina salga al balcón para dar inicio a nueve días de fiesta ininterrumpida, en China los festejos siempre comienzan con el dragón, porque es el responsable de espantar a «todos los espíritus malos» a través del ruido de los tambores y la danza.
A Cristina y Peifeng les tocará trabajar en fiestas de Bilbao. Es una buena época para ellos, «porque el restaurante está a tope», celebran. Sin embargo, tiene claro que también saldrán a divertirse. «Estas fiestas nos emocionan. Les transmitimos a los hijos la importancia de disfrutarlas. Ya no es como las generaciones anteriores, que quizás participaban menos. Ahora nos involucramos y las vivimos con los bilbaínos», dicen antes de ponerse el pañuelo y posar para la foto.
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