Alegría en la recepción oficial a Marijaia: «Que reine el respeto y la diversión»
Representantes institucionales y del tejido social de Bilbao saludan a Marijaia en la tradicional recepción previa al txupin
Pocas fechas hay tan señaladas que alteren planes y programen reencuentros. Marijaia, la emperatriz del jolgorio, con su promesa de fiesta eterna, volvió a convocar ... ayer a miles de personas a su cita con el disfrute colectivo en una nueva y masiva edición de la Aste Nagusia. Y también a cientos de representantes institucionales, del tejido comercial y asociativo de la ciudad en la tradicional recepción que se ofrece antes de que alce sus brazos al cielo. «Que la gente venga a pasarlo bien, a disfrutar, que los que vengan a visitarnos recuerden el ambiente especial y que la convivencia, la alegría, la diversión y el respeto sean las señas de identidad de estos días», deseó el alcalde, Juan Mari Aburto. «Esperamos una edición muy festiva y muy alegre, sin agresiones», secundó Iñigo Iglesias, uno de los portavoces de Bilboko Konpartsak.
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Los txistularis recibieron a la marea humana que conformaron los representantes de la Corporación, del Gabinete foral y del Ejecutivo autonómico, como Josu Erkoreka, habitual en la bienvenida a Marijaia, y de la farándula de la que siempre se rodea la reina de la fiesta. Todos empezaron a poblar el teatro poco antes de las seis de la tarde. Después, el aurreskulari Igor Zabala bailó con maestría ante las autoridades y las líderes festivas. En una suerte de ritual lleno de magia, la pregonera y txupinera del pasado año, Itziar Lazkano e Iratxe Palacios, cedieron los símbolos de sus respectivos 'oficios' a Aiora Renteria e Izaskun Pinedo, cantante de Zea Mays y comparsera de Pinpilinpauxa, respectivamente.
El alcalde y la edil de Fiestas, Itziar Urtasun, les colocaron el pañuelo de fiestas y ahí arrancó una recepción llena de alegría, en la que los invitados brindaron con agua de Bilbao, vino, latas de cerveza La Salve y refrescos. «Cómo no voy a estar, pudiendo estar, en algo tan importante para Bilbao como es el inicio de las fiestas», apuntaba José Antonio Nielfa, La Otxoa, asiduo a la cita, mientras los actores de 'Grease' paseaban por el recinto, que se llenó de abanicos multicolor porque el calor apretaba.
Iraia Iturregi, excapitana del Athletic que también fue pregonera, comparseros, algunos históricos como Jose Mari Amantes, de Moskotarrak, y representantes de asociaciones como Asier Beato, presidente de los comerciantes de La Ribera, también disfrutaron del evento. El pregón cantado de Aiora Renteria puso a todo el mundo a bailar y llenó el teatro de sonrisas. Después Marijaia, envuelta en una tormenta de confeti, empezó a mover su oronda figura rítmicamente, con una mirada triunfante, invitando a todos a seguir el compás. Y mientras, miles de almas saltaban fuera en su honor, la locura también se desató dentro. El senador Txema Oleaga cantaba a pleno pulmón y los asistentes comenzaron a formar cadenetas al son del himno festivo. La propia concejala de Seguridad, Amaia Arregi, se animó a bailar en una de ellas y también Raúl Méndez, juntero de EH Bildu, formó otra. Marijaia estrenaba su reinado, capaz de unir a todos por una misma causa. La Aste Nagusia.
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