A disfrutar «como Marijaia manda»

Ximena Olabarria llegó sola para disfrutar de la tarde y la noche, pero no tardó nada en hacer amigas. «Una llega aquí, y con unas copas y un poco de buena energía, hace amigas, principalmente si es para celebrar estos días», señala esta chilena, que también lleva consigo su bandera como «señal de unión entre mi país y Euskadi».

Este trío se encargó de pasarlo de maravilla. De hecho, las pistolas con la que se hicieron no perdonaban a nadie, incluso a la prensa. «Somos colombianos y es nuestra primera Aste Nagusia», comenta Maryori. «¿Mancharse? que va... si para eso tenemos el agua y el jabón. No llegamos para irnos como vinimos», enfatizaban con ilusión.

«Como Marijaia manda», apunta esta cuadrilla. Con la camisa blanca para que se «note más» y con la Ikurriña​como símbolo de que la Semana Grande ha llegado. «El plan es ir luego a disfrutar de las txonas y todo lo que han preparado para estos días», afirman las chicas mientras aguardan para recibir el cruce de harinazos.

«La que no ha llegado vestida así se manchará más», señalan entre bromas esta cuadrilla de bilbaínas, que, como cada año, no fallan en el arranque de la Aste Nagusia. Aunque solo una cumplió con la consigna de ir de arrantzale, «lo importante es estar lista para recibir todo lo que llueva del cielo. El clima y el ambiente también ayudan, hay más gente que nunca».

No sería tan divertido si no lo hicieran juntas. De eso se muestran convencidas este grupo de amigas que están listas para «disfrutar el día más esperado del año» Eso sí, preparadas para una jornada larga de fiesta: vestimenta y calzados cómodos, pelo recogido, y un vaso en la mano para el tradicional kalimotxo que refresque la tarde.

Desde Vilanova i la Geltrú hasta el Arenal para un día de fiesta. «La Aste Nagusia es bastante conocida, venimos para conocerla y nos encanta, la estamos pasando increíble». Llegaron para el txupinazo y el plan es volver a Valencia después de disfrutar de los fuegos artificiales «El viaje vale la pena, no nos arrepentiremos de nada», afirman.

No hay nada mejor como celebrarlo en familia. Como es el caso de estos hermanos hondureños que cuentan sentirse muy «emocionados» por poder vivir un evento como este. Iker y Oscar no han perdido tiempo y al llegar han cogido el pañuelo insignia de esta celebración. «Estamos aquí para pasarla bien, hasta que el cuerpo aguante».

Si algo de lo que este grupo no se perderá es la degustación del «txakoli». La cuadrilla ha viajado 300 kilómetros para pasarlo «fenomenal». Lo tienen decidido: «tomar, ensuciarnos, bailar y disfrutar durante estos siete días como si no hubiese mañana». «Llegamos sobre las cinco de la tarde para hacernos de un lugar frente al Arriaga, de lejos no se vale», señalaban en los minutos previos al txupinazo.

El calor no fue una excusa. La cuadrilla de Portugalete se trajo todas sus «municiones»para pasarla bien. Pistolas de agua y globos para refrescarse entre ellos, pero también para tirar un chorro a cualquiera que pasase junto a ellos.