Aburto defiende la «impecable» labor policial: «Bilbao no puede ser una ciudad sin ley»
El alcalde califica de «despropósito» que las comparsas consideren «violencia policial» el desalojo del campamento de manteros de la plaza del Gas
En el ecuador de las fiestas, y tras varias jornadas en las que la Policía ha sido protagonista por desalojar un campamento de manteros y ... tratar de atajar la venta ambulante ilegal de comida, el alcalde se mostró ayer firme en su propósito de hacer valer el orden. «Bilbao no puede ser una ciudad sin ley», subrayó Juan Mari Aburto.
Consciente de que la seguridad ciudadana es la principal preocupación de los bilbaínos, el Ayuntamiento quiere evitar a toda costa que un asunto como el asentamiento ilegal de vendedores ambulantes en la plaza del Gas le estalle en las manos. Y más en un momento en el que las estadísticas municipales revelan un descenso del 7% en los delitos que más alarma social generan, los robos con fuerza y los hurtos.
Tras las quejas de los vecinos de la zona, la Policía Municipal desalojó el lunes el campamento ubicado junto al Ayuntamiento. La operación tuvo que repetirse al día siguiente porque los manteros volvieron al lugar. Aburto defendió con firmeza la actuación de los agentes. «Hemos actuado y actuaremos con responsabilidad. Debemos defender el comercio local y a los vecinos, no podemos permitir ni la venta ilegal ni tampoco un campamento en medio de la ciudad», insistió. «Si alguien no lo entiende, es su problema», añadió, durante una visita a niños hospitalizados en Basurto.
El alcalde no se anduvo con rodeos a la hora de confrontar con Bilboko Konpartsak, que la víspera cargó contra la Policía. Las comparsas acusan a los agentes de ejercer «violencia» contra los manteros pese a que el dispositivo de la plaza del Gas se saldó sin incidentes. A juicio de Aburto, la actuación policial fue «impecable» porque el desalojo se produjo «sin ningún tipo de problemas». «Que las comparsas estén hablando de agresiones racistas me parece un auténtico despropósito», señaló.
Frente a las críticas de las comparsas, que censuran que los recursos municipales para acoger a personas sin techo son «mínimos» y exigen «soluciones reales y dignas» para los manteros, el regidor afirmó que el compromiso del Ayuntamiento es «firme». «Cada año aumentamos el presupuesto y las plazas» de los albergues, dijo. «Si alguien ve que otras ciudades hacen más que Bilbao por la situación de las personas que viven en la calle, lo estudiaré», indicó.
«La gente les compra»
Los esfuerzos del Consistorio contra la venta ambulante no se limitan al 'top manta' y se centran también en los puestos de comida ilegales en el recinto festivo. En los últimos días, los agentes tratan de impedir el acceso a la zona de txosnas a personas sospechosas de ejercer esta actividad por ir cargadas con grandes cantidades de comida o bebida, neveras portátiles, braseros, barbacoas, bombonas de butano...
«Nuestro objetivo es no dejarles entrar porque, si lo hacen, ya no es tan fácil activar lo que necesita la Policía Municipal», repitió Aburto. Se trata de aplicar el criterio de oportunidad y proporcionalidad. Y la conclusión es que, dentro del recinto, es mejor dejar hacer a los vendedores que desmantelar sus puestos, ya sea porque hay mucha gente o porque la Policía uniformada no es bien recibida por las comparsas.
En cualquier caso, las autoridades no logran atajar el problema. La clave la daba ayer la concejala de Seguridad, Amaia Arregi, en una entrevista en Radio Bilbao. La venta ambulante de comida y ropa «existe porque la gente compra» pese a que «va en detrimento del comercio local». Por ello, los responsables municipales se prodigan estos días en pedir a la ciudadanía «responsabilidad» y que no consuman en estos puestos. En el caso de los alimentos, además, por una razón sanitaria, ya que no cuentan con las garantías mínimas de calidad.
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