«Cuando vine a Vitoria nació mi hija y cambió mi vida al 100%»
– Mañana se reencontrará con Luis Rioja, aunque usted ya no juega como lateral derecho ni él como extremo izquierdo...
– Aunque ahora me toca ... actuar en otra posición siempre es un placer marcar a un jugador como Luis. Cuando llegué al Alavés me trató superbien. Era uno de los capitanes y me acogió dentro del grupo. Nos saludaremos antes de empezar pero una vez que el árbitro toque el silbato pasará, en el buen sentido, a ser un enemigo. Tendremos que hacer las cosas lo mejor posible para que no esté cómodo porque es un gran jugador.
– ¿Cómo se ha reestructurado el 'grupo del mate'?
– Vino Lucas (Boyé) pero ha habido bajas como Tomi (Conechy), Luka (Romero) o Santi (Mouriño). Tenemos el mate en común, que nos acerca mucho antes y después de los entrenamientos. Traemos el mate, lo compartimos y estamos hablando un rato de la vida. Nos ayuda porque al estar lejos de nuestros países nos sentimos acompañados entre todos nosotros.
– ¿Qué es lo que más le gusta de Vitoria?
– La basílica de Armentia. En mi familia somos muy religiosos y vivimos cerca, así que siempre que podemos vamos.
– ¿Cuánto ha cambiado su vida desde que dejó Argentina?
– Mucho. Cuando vine a Vitoria nació mi hija y cambió mi vida al 100%.
– ¿Habla euskera su hija?
– ¡Sí! Yo no, pero ella sí (sonríe).
– De todos sus tatuajes, ¿cuál es el que tiene mayor significado para usted?
– Me tengo que tatuar todavía a mi hija, pero tengo uno de mi 'perrito' Mónaco, que me acompaña desde que estoy en Argentina y que lo quiero mucho, que es muy significativo.
– Vitoria es una ciudad también de baloncesto. ¿Qué deporte le gusta a usted además del fútbol?
– Me gusta sólo el fútbol, pero algo que también me encanta es pescar, que se puede considerar un deporte.
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