Una victoria para subir las defensas

Un subidón en el último ensayo. En el octavo experimento veraniego, el Alavés sudó los 38 grados de Tajonar para ganar a los rojillos. Bajo un asfixiante calor, el conjunto vitoriano se abrigó con la teoría de la manta corta. Ofensivamente, Luka Romero se estrenó como goleador, Conechny continuó eléctrico, Kike se vació en la punta, Rioja fue indetectable y Benavídez lució su capacidad de llegada.

Sin embargo, atrás, el Alavés continúa bajo en defensa. Los contratiempos físicos y la enorme cargada de trabajo de la pretemporada han restado efectivos en la retaguardia a Luis García , llenándola de agujeros a menos de una semana de saltar a Balaídos para descochar la temporada 2024-25.

En Tajonar, el entrenador madrileño reservó a Abqar, Diarra y Vicente para que lleguen sin rasguños a la puesta de largo liguera ante el Celta. No corrió ni un riesgo de cara a un estreno en el que no estarán Hugo Novoa y Sedlar por lesión, Manu Sánchez por la 'cláusula del miedo' y para el que Tenaglia es seria duda.

Las precauciones hicieron que los albiazules salieran a medirse a Osasuna con cuatro futbolistas del filial atrás. Jay, Pica, Álvaro y Eneko fueron la linea de seguridad que protegió a Sivera y se batió con Budimir. El croata es un 'toro' al que contuvo bien un Pica imperial.

El ex del Guijuelo y del Mirandés se zafó con uno de los grandes '9' de LaLiga con suficiencia. Ninguno de los cuatro desentonó. Cumplieron con creces ante la mirada de los titulares desde la abarrotada grada de Tajonar. En el filial hay mimbres atrás.

Maras, uno de los pocos centrales sanos, no saltó hasta pasada la hora y por obligación, después de la brecha que sufrió Álvaro tras llevarse un golpe en la cabeza. Ni siquiera Egoitz, lateral derecho habitual en toda la pretemporada, tuvo minutos. Luis García quiso evitar cualquier percance físico .

En ataque sí que se vio a un Alavés más reconocible. El amistoso no sirvió para sacar muchas conclusiones pero sí para vislumbrar una conexión argentina entre Luka Romero y Conechny. El ex del Milan y el ex de Godoy Cruz mezclaron bien. Se cambiaron de banda, se fueron al centro y dejaron detalles de una sociedad que puede darle mucho ofensivamente a los vitorianos.

Entre ambos, con la intermediación de Jay, surgió el 0-1 del Alavés. Conechny armó la jugada por la izquierda y se la dio al lateral derecho, que la metió en el área para que Romero controlara y de un fuerte zurdazo batiera a Sergio Herrera. Lo celebró con ganas el argentino. Un premio que le duró poco al equipo babazorro.

A los dos minutos, a la salida de un córner, Iker Muñoz logró el empate. Puso el equilibrio en un duelo en el que ya se vio que la competición está cada vez más cerca. Las cuatro tarjetas sacadas a Romero, Kike, Torró y Jay mostraron que el encuentro fue menos de fogueo que los siete amistosos previos.

La salida de Rioja, Benavídez, Villalibre y Stoichkov fue un refresco para el Alavés. El extremo andaluz, con Jay subiendo por la derecha como socio, fue un peligro constante. Rozó el gol tras superar a Sergio Herrera, pero la defensa de Osasuna sacó bajo palos su chut.

El Alavés, con su muro protegido por su filial, terminó con más presencia ofensiva que los de Vicente Moreno, que no lucieron a su nuevo fichaje. Bryan Zaragoza no se vistió de corto.

Con el empate firmado por ambos conjuntos, Benavídez —Protesoni en adelante— rompió el pacto. En la última jugada, Rioja puso un córner que el uruguayo remató de cabeza cayéndose, en un escorzo, marcando el gol de la victoria albiazul. Un final triunfal para una pretemporada en la que el Alavés ha brillado en ataque mientras se recompone su defensa. Sin embargo, ya no hay tiempo para pruebas.