Las variables de la delantera

Pero hay más variables. Porque el nombre de Jonathan Calleri, máximo goleador alavesista de la pasada temporada (9), sigue planeando sobre el ataque vitoriano. El club, en boca de su director deportivo, ya ha dejado clara la dificultad de su retorno. Aquello que dijo Sergio Fernández de que habría que vender la Virgen Blanca para poder afrontar su contratación, dadas las elevadas exigencias económicas del club que posee sus derechos, el Deportivo Maldonado uruguayo. Pero el jugador se deja querer. Incluso públicamente. «Todavía no está confirmado, pero tengo la idea de quedarme allí», manifestó en la cadena argentina Fox.

«Mi idea es seguir en el fútbol español, este año encontré estabilidad, un club ordenado, con ganas de progresar y hacer grandes cosas. Estoy muy contento allí, ojalá pueda volver a jugar la próxima temporada en el Alavés. Porque me sentí cómodo con el grupo, en la ciudad, en el equipo. Siempre gusta volver a donde uno se siente querido», explicó Calleri, que ya ha expresado en más de una ocasión su deseo de echar raíces en un equipo y poner fin a su carrusel de cesiones. Su anhelo está claro, aunque la situación se antoja complicada, ya que el objetivo del grupo inversor que maneja el Maldonado es conseguir un traspaso superior a los 15 millones de euros y la opción que contemplaría el Deportivo Alavés pasa por un nuevo préstamo.

El estilo de Calleri encajaría a la perfección con el equipo de «ritmos altos» que quiere Asier Garitano, que busca jugadores «que nos aporten esfuerzo continuo y velocidad». Pero habría que acometer un complicado ensamblaje en una delantera con varios 'primeros espadas', ya que Lucas Pérez parte con la vitola de titular y Joselu supone otro esfuerzo notable.

Además, Guidetti busca su particular reivindicación después de una mala temporada en la que fue el cuarto delantero de Abelardo tras el propio Calleri, Borja Bastón y Sobrino, que jugó más minutos que el sueco pese a marcharse al Valencia en enero. Teniendo en cuenta también que Asier Garitano no es un entrenador de dibujo fijo y puede alternar alineaciones con dos puntas (4-4-2) y esquemas con dos extremos y un ariete (4-3-3), además de su idea de «recuperar la figura del mediapunta que juegue detrás del delantero».