La típica estampa veraniega

Uno de los alicientes en el estreno estival es la primera alineación de un nuevo entrenador. Sin sorpresas en el dibujo: el 3-5-2 clásico de Machín. Con Ximo y Duarte como centrales, lo esperado, escoltando a Ely en esa zaga de tres. Edgar y Javi López en los carriles largos, con más protagonismo en la derecha para el primero, que trabaja para adaptarse a ese rol. En el eje, Pere Pons como mediocentro, escoltado por Sergi -fichaje del filial procedente del Prat- y Javi Muñoz. Y Joselu y Borja en punta: referencia el gallego, segundo punta móvil el vizcaíno, que puede aprovechar su velocidad en esa demarcación.

Con la idea de aprovechar toda la anchura del campo en las bandas y llevar el balón rápido a esa zona. Y la opción de jugar al toque o aprovechar la figura de Joselu para buscar el fútbol directo. En la presión, posición adelantada de los dos carrileros. Con sus riesgos. Y las luces y las sombras, más las segundas, derivadas del período de aprendizaje de la nueva disposición táctica. Lógicas. Y desde el principio.

En el minuto 4 apareció Joselu para adelantar a los albiazules. El ariete gallego, a lo suyo: bien en el juego de espaldas y amenazante en el área. Tras un saque de córner de Javi Muñoz que se quedó corto, aprovechó su segundo centro para marcar en un buen remate de cabeza. Aunque el Huesca sólo tardó tres minutos en empatar. En uno de esos huecos que quedaban a la espalda de los carrileros y los centrales, desajustados aún, no acertaban a cerrar. Será, seguramente, uno de los matices que más costará engrasar. En esta ocasión fue por la izquierda, entre Duarte y Javi López, y Okazaki, en fuera de juego, no perdonó. Poco después, Pacheco salvó ante Rafa Mir una jugada calcada en la otra banda, entre Edgar y Ximo.

Respondió el Alavés desde la presión. En un buen robo y posterior contra de Borja que Joselu culminó con tiro cruzado. Y en una recuperación de Edgar cerca del área que el propio delantero vizcaíno terminó con un tiro desviado. Aunque fue el Huesca el que se fue adueñando paulatinamente del partido superado el 'ecuador' de la descendente primera mitad, llegando mejor que los vitorianos al descanso.

Machín cambió todo el equipo para la segunda mitad. Con Martín y un activo Luis Rioja en las bandas, Pina a los mandos y Guidetti y Lucas Pérez en punta. Aunque el efecto fue el mismo. Al Alavés le costaba progresar con el balón y seguía ofreciendo huecos atrás. Los que aprovechó el Huesca para ponerse por delante tras una jugada embarullada en el centro del campo que Peñaloza acabó sirviendo en bandeja a Rafa Mir, de nuevo a la espalda del central.

El conjunto vitoriano quiso reaccionar con un disparo al palo de Pepe Blanco -filial-, tras una buena entrada de Martín por la derecha, cuyo rechace no acertó a rematar Guidetti. Pero el Alavés se movía a chispazos ante un rival que pudo sentenciar con un tiro al larguero de Peñaloza -lo despejó ligeramente Aritz- tras burlar con facilidad a Laguardia y Diéguez en el borde del área. Faltan muchas cosas.