Rubén Duarte | Defensa de Pumas y excapitán albiazul
«El Alavés ha sido mi vida; sabía que mi salida podía ser dura y quise dejar un traspaso»«Tomé la decisión correcta, necesitaba esta experiencia», afirma desde México un lateral agradecido al club babazorro
Pocos futbolistas pueden presumir de haber disputado más de 200 partidos con el Deportivo Alavés, la mayoría en Primera. En ese reducido grupo sobresale Rubén ... Duarte (Almería, 1995). Durante ocho años (2016-24) el defensa se 'pegó' por un escudo que hizo suyo. «Las estadísticas y lo que hice en el campo hablan por mí», sostiene desde México un excapitán albiazul que ha emprendido en Pumas una nueva aventura futbolística.
- ¿Pensaba que ante Las Palmas jugaría su último partido?
- No. Cuando llevas tantos años en un club siempre piensas que vas a seguir. Pero en junio les expliqué a mis agentes lo que sentía y Pumas se interesó por mí. Y se llegó a un acuerdo tras muchísimos días de negociación. Mi último partido no fue en 'Mendi' pero me acuerdo de que en el penúltimo ganamos (1-0 al Getafe), pude hablar con la gente y llevé el brazalete, que para mí fue un orgullo. Me siento feliz por ello.
- ¿Marcharse era una decisión que estaba meditando?
- En los mercados puede pasar de todo, pero cuando me puse la camiseta del Alavés ante Las Palmas no sabía que era la última vez.
- ¿Se ha arrepentido en algún momento de este cambio?
- No, al contrario. Estoy viviendo experiencias nuevas y que necesitaba en mi vida y en el día a día. He cambiado de país, continente... Al principio necesitas un tiempo de adaptación, pero me han ayudado mucho y me han hecho sentir como en casa. Al principio me marché solo porque todo fue muy rápido, pero hace un par de meses ya vino mi familia. Cada vez estoy mejor.
- La presencia de Lisandro Magallán en Pumas, con el que jugó en el Alavés, le habrá ayudado...
- ¡Muchísimo! Ha sido una de las personas claves para que mi adaptación haya sido tan rápida. Hablé con él antes de venir y sólo puedo agradecerle que me haya hecho más fáciles mis primeros meses.
«No pensaba que el partido ante Las Palmas era el último que iba a jugar con el Alavés»
- ¿En qué momento tomó la decisión de salir del Alavés?
- Eran las vacaciones de verano y se hizo todo. Fueron muchas llamadas y tiras y aflojas. La Liga en México empieza cuando en España te incorporas a la pretemporada, así que todo se hace antes. Me pasaron la propuesta de Pumas, cómo se trabaja, la filosofía, el proyecto... Al final, hay que tomar decisiones y creo que fue la correcta. El Alavés también salió beneficiado por mi traspaso. Todas las partes contentas.
- ¿Cómo se lo comunicó al club?
- Directamente hablé con Sergio (Fernández). Ellos defendieron sus intereses, mis agentes los míos, Pumas también... Fue una negociación en la que quería que el Alavés quedara lo mejor posible. Sabía que mi salida podía ser dura por todos los años que había estado y todo lo que conllevaba. Yo quería dejar un dinero para el club por todo lo que me habían dado y confiado en mí. Cuando ya se hizo, hablé con Luis (García Plaza) y me dio la enhorabuena. Me dijo que si era lo mejor para mí, bienvenido fuera y me deseó suerte.
- ¿Habló con sus compañeros?
- Desde que se cerró todo hasta que se hizo oficial pasaron unos días y ya me pilló en México. No pude despedirme en persona pero sí lo hice por el grupo que tenemos. Luego también hablé individualmente con algunos y les expliqué cómo se había dado. Sigo teniendo contacto y relación con ellos. Hace poco me felicitaron por mi cumpleaños. También veo mucho al Alavés siempre que el horario me lo permite, ya que hay siete horas de diferencia. Sigo informado de cómo está el club.
- ¿Tiene pensado venir a Vitoria a despedirse?
- Por supuesto. Mi marcha fue rápida. Sólo pisé la ciudad un día para hacer la mudanza. Cuando las fechas lo permitan, porque aquí el formato es diferente con dos torneos, me gustaría ir a Vitoria y despedirme del equipo y de la afición. Creo que tanto ellos como yo nos lo merecemos.
«Cuando pueda me gustaría ir y despedirme de todos, nos lo merecemos»
- ¿Qué significa el Alavés para usted?
- Es prácticamente mi vida. Salí de la cantera del Espanyol, que me permitió debutar en Primera, pero el Alavés ha sido mi vida. Allí volví a sentirme futbolista cuando pasaba años malos en lo personal y deportivo. En Vitoria conocí a mi pareja y formamos una familia. Nos sentimos muy cómodos, como en casa. He llevado el brazalete de capitán y he sentido los colores y el escudo cada minuto.
- ¿Qué es lo que más echa de menos del Alavés y de Vitoria?
- Toda la gente. Compartes el día a día con ellos, tanto con los jugadores como con la gente que trabaja en el club. Han sido muchos años. También echo de menos a la gente de Vitoria. Tanto mi pareja como yo hemos estado tan bien... Ibas a restaurantes, veterinarios, a la compra y siempre había palabras buenas hacia ti. Se añora una ciudad tan familiar.
- Nació en Almería pero ya era un vitoriano más...
- Ha sido como mi casa. Mi hijo nació también allí hace unos meses y el trato ha sido excepcional. No puedo estar más orgulloso de todo lo que he vivido.
- ¿Con qué momento se queda de su trayectoria en el Alavés?
- Hay varios que pueden marcar mi paso. Al principio fue difícil porque no contaron varios técnicos conmigo, pero a base de humildad, trabajo y sacrificio le di la vuelta. En el segundo año, casi nos clasificamos para Europa. Fue increíble a nivel personal y colectivo, porque también conocí a mi pareja. Después vino la pandemia, jugar sin gente... También el descenso, donde no nos salieron las cosas. La llegada de Luis García fue un punto de inflexión porque ha hecho crecer al club de forma increíble. En Segunda fue espectacular. Nos unimos con la afición tras el descenso. Y la campaña pasada, con muchos jóvenes, tuvimos un vestuario muy compacto. Todos los años han tenido cosas positivas.
- Habla de los jóvenes. ¿Cómo vivió el curso pasado ser suplente de Javi López en varios tramos?
- Como se vio en el campo. Tuve buen nivel. En algunos partidos estuve en el banquillo pero soy un jugador de equipo, el capitán, y el míster sabía lo que podía dar de central y de lateral. Estaba tranquilo porque tenía la confianza del cuerpo técnico. Sabía que lo estaba haciendo bien.
- ¿Ha dejado el brazalete en buenas manos en Mendizorroza?
- Por supuesto. Sivera, Benavídez, Tenaglia y Guevara son gente que lleva muchos años en el club, que saben cómo se trabaja, la filosofía y sienten los colores. Son futbolistas con mucha garra y pasión.
- ¿Cómo ve ahora al equipo, que está en una dinámica negativa?
- Empezó muy bien pero la Primera es muy difícil. Están en una mala racha, donde les han tocado los dos grandes. En las temporadas hay momentos de derrota, de altibajos, de estar varios partidos sin ganar, de que ves que es un choque importante y no lo sacas, pero ahí es donde la unión del vestuario, que es la esencia del club, es clave. Cuando te vienen mal dadas es el momento de apoyarse y trabajar más que nunca. Los jugadores lo saben de sobra y hay un cuerpo técnico, con Luis García a la cabeza, muy experimentado, que sabe de qué va esto. Van a competir.
«En México ya me conocen, a ver si sumo algún 'golito'»
- ¿Qué es lo que más le ha sorprendido de Ciudad de México?
- Es una metrópoli gigante, de más de 20 millones de habitantes, donde hay muchísimo tráfico. Lo que más me ha sorprendido es que madrugan y se acuestan mucho antes que en España.
- ¿Se parece la comida mexicana a lo que había probado?
- No tiene ni punto de comparación. Es extraordinaria. Hay que tener cuidado porque el estómago te puede jugar una mala pasada, pero es una comida muy rica e infinita, con muchísima variedad. Y el picante hay de todo, de más 'flojito' a más fuerte.
- ¿Ha sentido en algún momento sensación de inseguridad?
- De momento, no. Es cierto que vivo en uno de los mejores barrios de la ciudad. También quería asegurarme un poco pero no he tenido ningún tipo de problema. La gente es amable, cercana y está siendo una experiencia enriquecedora.
- ¿El futbolista mexicano es muy diferente a la hora de trabajar?
- Es parecido. Me he encontrado un vestuario muy familiar, con mucho buen rollo y cachondeo. Los mexicanos son así. Es un equipo muy sano.
- ¿Cómo es el fútbol mexicano?
- Es muy pasional y de gran nivel. La gente está muy preparada físicamente porque hay altura y tienes que estar en forma. Si no, a los dos sprints, te falta el aire. Estoy intentando imponer mi fútbol, mi buen trato de balón, mi golpeo con la zurda, mi garra y mi coraje. Ya me conocen. A ver si puedo sumar algún 'golito'. Será bueno para el equipo.
- Además, Pumas es uno de los grandes de México...
- Es un gigante, con una masa social impresionante, y tenemos que ser responsables por la camiseta que llevamos. Hace muchos años que no ganan un título y ya toca.
- Usted, nada más llegar, fue titular y es indiscutible desde entonces. ¿Le sorprendió?
- Tuve una 'mini pretemporada' de 10 días para adaptarme un poco a la altura. Llegué justo cuando empezó la Liga. Iba a jugar a los 15 días pero se lesionó un compañero y fui titular. Luego, en la Leagues Cup en EE UU, conocí más al grupo. Desde entonces estoy jugándolo todo y me encuentro a gran nivel. Y estamos en buena dinámica.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión