Ander Guevara posa en Ibaia durante la sesión de fotos con EL CORREO. RAFA GUTIÉRREZ
Ander Guevara | Centrocampista del Alavés

«La responsabilidad de ser capitán no me empequeñece; he dado un paso adelante»

El vitoriano destaca la importancia del duelo ante el Leganés: «Queremos poner fin a la mala racha como el día del Mallorca»

Sábado, 30 de noviembre 2024, 00:42

El vestuario del Deportivo Alavés vuelve a tener un líder vitoriano. El testigo de Manu García lo ha cogido un Ander Guevara (Vitoria, 1997) con ... el que comparte procedencia, cantera (Zubieta) y posición (medio). «Hemos tenido una trayectoria parecida, aunque con tiempos y periodos diferentes. Pero, para que llegue a lo que hizo Manu en el club, me queda mucho», confiesa un centrocampista que es una voz autorizada de la caseta albiazul. Un referente en los momentos difíciles.

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– Consumido ya un tercio de la temporada, ¿cómo está viendo al equipo y a usted mismo?

– Ambos estamos en un periodo de progresión y evolución. A nivel general, el equipo empezó muy bien, obteniendo dos o tres victorias muy rápido. Luego hemos tenido un bajón, probablemente inesperado por nuestra parte, porque no creíamos que nos llegaría tan pronto. Hemos atravesado una racha un poco difícil. Quizá los resultados no nos están acompañando, pero el equipo está transformándose y volviendo a coger un tono general bueno. Somos conscientes de que tenemos bastante margen de mejora. Las sensaciones dentro son otras y, en mi caso, va también por ahí. Tuve un inicio menos brillante que el año pasado, pero voy cogiendo, poco a poco, un tono más regular.

– Habla de su vuelta a un «tono más regular». ¿Qué ha cambiado en su situación?

– Poca cosa. Al final soy consciente de que por mucho que mi deseo sea intentar dar siempre mi mejor versión, todo jugador tiene sus momentos. No somos máquinas y hay días mejores y peores. Lo indispensable y necesario es que tu nivel de trabajo sea siempre el mismo. En ese sentido, el año pasado, cuando quizás mi rendimiento pudo bajar un poco, intenté mantenerme todo lo sereno posible y continué esforzándome. Y ahora también está siendo así.

– Esta campaña, con la llegada de Jordán, son uno más en el medio y hay más competencia, restándole a usted minutos...

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– Lo dije al principio de temporada y lo sigo manteniendo. La competencia entre nosotros es sana y buena para todos. La llegada de un jugador como Jordán, con su experiencia y su nivel, hizo que los tres que estábamos el año pasado –Benavídez, Blanco y yo– subiéramos el rendimiento y trabajáramos aún más fuerte. Luego, todo pasa por fases. Últimamente nos está tocando algo más jugar a Blanco y a mí. Justo antes de que se lesionara Benavídez parecía que podía ser su momento y Jordán también lo ha tenido. Lo importante, y eso lo tenemos bien claro los cuatro, es que hay que sumar, toque a quien le toque estar sobre el césped.

– ¿Cuánto pesa el brazalete del Alavés?

– Es una responsabilidad y algo ilusionante para un vitoriano como yo. Al final, independientemente de haber estado años fuera y perteneciendo a otro club, el haber vuelto y tenido ese privilegio relativamente pronto lo veo con muy buenos ojos. E intento hacerlo lo mejor posible.

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– ¿Duelen más y se disfrutan más las cosas siendo capitán y encima vitoriano?

– Podría ser, no sabría decirte. Lo que sí es verdad es que en el momento en el que te pones el brazalete tienes que asumir más funciones. Dentro del vestuario este año he intentado dar un paso adelante, pero siempre siendo el mejor compañero posible. A partir de ahí, la responsabilidad no me empequeñece y asumo con mucha ilusión y alegría este rol.

«Probé con el Real Madrid, pero irme a Zubieta fue un paso adelante, el tiempo me ha dado la razón»

Ander Guevara

Centrocampista del Alavés

– ¿Le cuesta echar broncas?

– Cuando quieres decir algo para todos los compañeros aspiras a que el mensaje cale evitando hacer daño y concienciando. Es difícil, pero lo estoy aprendiendo. Soy un jugador caliente en el campo. A veces, con tal de animar y de corregir, me he pasado diciendo las cosas un poco subido de tono. Al momento me doy cuenta y voy a pedir disculpas. La comunicación es imprescindible.

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– Rebobinemos hasta sus inicios. ¿Qué supuso para usted marcharse a Zubieta?

– No fue una decisión sencilla. A nivel familiar, era muy joven pero entendí que era una oportunidad para mí. Lo hice con muchas ganas, pero soy consciente de que en mi casa, para mis padres y para mis hermanos, fue algo que produjo un poco de vértigo. Lo entendimos como un paso adelante y el tiempo nos ha dado la razón.

– En aquella época también pudo acabar en la cantera del Real Madrid...

– El verano que me marché de aquí la única opción que tuve fue la Real Sociedad. Sí que es cierto que un año atrás había tenido contacto con ellos. Recuerdo ir con mi padre tres o cuatro días a Madrid a probar y jugar un torneo con ellos. Aquello no cuajó y, afortunadamente, pasó lo que pasó.

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– Con la Real Sociedad debutó en Primera, disputó 101 partidos, ganó la Copa y jugó en Europa. ¿Qué supuso para usted cambiar un equipo que el curso pasado disputó la Champions por otro que luchaba por salvarse?

– La clave es vivirlo con naturalidad. Son objetivos diferentes, pero yo tenía muy claro que quería venir aquí. Tenía muchas ganas de fichar y, en el momento en el que llegué, con todo el cariño del mundo, intenté olvidarme de lo que era el día a día de la Real y centrarme en el Alavés. Cambié el chip y me empapé de lo que me iban a pedir aquí.

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– Además, cuadró todo, porque justo el Alavés subió a Primera...

– Sí, es cierto que se dio de una manera muy buena para mí. Yo tenía claro que había cerrado un capítulo en la Real y, justo con el ascenso a Primera, cuando se puso encima de la mesa la opción de venir, descarté otras opciones y me decanté por el Alavés. Era una aspiración que tenía de pequeño.

– ¿Pudo fichar antes?

– Sí. No era el primer verano que había interés, pero por diversos factores no se llegó a dar. Aquel momento fue el idóneo para ambas partes y se gestionó con cercanía y naturalidad por todos para hacerlo posible.

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Polémicas arbitrales

– Después del penalti de Manu Sánchez ante el Villarreal, usted declaró que quería que el árbitro le explicara la jugada. ¿Pudo hablar con él?

– Sí. Le comenté que quería charlar un rato para preguntarle el porqué de esa acción. De una muy buena manera me recibió en su vestuario junto a sus compañeros y el delegado arbitral y me dieron su explicación. Si te soy sincero, no la comparto. Entendieron que en esa jugada el contacto que recibe Manu antes de que el balón le diera en la mano no era suficiente para pedir falta. Y que ya, de punto de partida, el brazo lo tenía más extendido de lo habitual. Aunque discrepamos, creo fue una buena charla.

– ¿Hasta qué punto el vestuario está molesto con todas estas jugadas 'grises' que están cayendo en contra esta temporada?

– Al final pasamos página. Después de una derrota lo que hay que hacer es preparar el siguiente partido. Es una situación que no nos agrada, pero el club ya hizo un comunicado y también el míster dijo lo que tenía que decir. A partir de ahí, los profesionales tenemos que aislarnos un poco y centrarnos en lo que tenemos que hacer.

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«Hablo con mi padre antes de los partidos y me transmite confianza, valentía y arrojo»

Ander Guevara

Centrocampista del Alavés

– ¿El partido ante el Leganés es una final?

– Sabemos que tiene una importancia muy grande, pero también hay que ser realistas y ver la altura de la temporada en la que estamos. Es importante porque es un rival directo y porque venimos de una racha que no es la mejor. Queremos ponerle fin como el día del Mallorca, ganando en casa con nuestra gente. Pero después quedará mucha Liga. Es una buena oportunidad para reafirmarnos, para volver a mostrarnos competitivos y dar, sobre todo, una alegría a la afición.

– Más allá del ruido, ¿el vestuario está con Luis García?

– Sí, por supuesto. Es nuestro entrenador, lo viene siendo desde hace tiempo y el equipo está con él. Somos realistas y sabemos que quizá la situación, también después de todos estos resultados, es complicada, pero eso no cambia que el equipo esté a muerte con el staff. Vamos a volver a conseguir buenos resultados junto a él.

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– ¿El choque frente al Leganés puede ser un punto de inflexión?

– Puede ser, sobre todo si se da bien, y creo que así va a ser. El día del Mallorca otra vez se vio al Alavés que queremos. Con matices y, si entráramos a analizar un poco lo que es el juego, hay cosas que mejorar, pero sobre todo mostramos ese gen competitivo y la gente se fue a casa contenta. Ante el Leganés queremos dar una imagen parecida, siendo atrevidos y yendo a por el rival. Así puede ser un partido bueno para todos.

– La apuesta de Luis García en los últimos tres encuentros por jugadores con la «idea más mascada», ¿hace que jueguen con mayor seguridad?

– Son decisiones del míster, pero si está optando ahora por esto es porque considera que es lo mejor y nosotros lo que tenemos que hacer es intentar dar el máximo y devolverle la confianza. Sabemos que somos un gran grupo. El equipo está lleno de buenos jugadores y, salga quien salga, el bloque va a rendir bien.

– Su padre jugó en el Alavés en los años 80 y sabe lo que es el club. ¿Le da algún consejo antes o después de los partidos?

– No soy un jugador muy supersticioso, pero tengo mis rituales. Entre ellos está, unas horas antes de los encuentros, hablar tanto con mi padre como con mi madre. E intercambio también mensajes con mis hermanos en el grupo familiar que tenemos antes de llegar al estadio. Y en la mañana previa al partido también hablo por teléfono con mi padre. Suele soltarme un mensaje de ánimo y de confianza, de inspirar valentía y arrojo. Son cosas que necesito en la previa de los partidos.

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