Hotel Torremirona
El 'resort' del Alavés, un remanso de paz que en verano cambia las bodas por el fútbolEL CORREO en el 'stage' albiazul. ·
La expedición albiazul ocupa dos tercios de las 50 habitaciones de un hotel que cuesta 150 euros la noche y está preparado para la convivenciaFlanqueado por los Pirineos, la Costa Brava, y un modesto aeródromo con ermita para hacer parapente, el Alavés se prepara para despegar en la nueva ... temporada. Alojado entre placeres, con mar y montaña a apenas una veintena de kilómetros, el 'stage' albiazul es un lugar de reclusión y entrenamiento en el que predomina la calma. Hasta el hilo musical de la entrada de la instalaciones de Torremirona parece imperceptible. Perfecto para aniquilar cualquier estrés. O lo que ahora se denomina 'estar chill'.
Tres jugadores de la plantilla vitoriana ejercen como voces autorizadas para moverse en el 'resort'. Moussa Diarra, Pablo Ibáñez y Selu Diallo son repetidores en el recinto gironí ubicado en el término municipal de Navata, a 15 minutos de Figueres. El defensor estuvo en tres pretemporadas con el Toulouse, el mediocentro con Osasuna y el canterano jugó un amistoso con Guinea contra Estados Unidos sub-23. «Funciona el boca-oreja y nos gusta volver a ver caras conocidas», señala Álex Rojas, el responsable de la parte deportiva y que convive «casi las 24 horas» con toda la expedición.
El tiempo parece detenerse mientras algunos huéspedes practican el 'swing'. Son de los pocos que no lucen una indumentaria del club vitoriano. Entre jugadores, técnicos y demás trabajadores, conforman una expedición de 50 personas que copa dos tercios de la capacidad del hotel. Un recinto con medio centenar de habitaciones, a 150 euros la noche, que cambia el paisaje albiazul, ahora rodeado de hoyos para jugar al golf, pero no la rutina establecida por el Chacho Coudet, plagado de dobles sesiones.
El Alavés es el tercer equipo que se pasa este verano por las instalaciones ubicadas en el término municipal de Navata, a 15 minutos de Figueres. Antes estuvieron el Queens Park Rangers y el Espanyol de Kike García, y a partir de agosto llegarán el Al-Fateh de Arabia Saudí y los conjuntos femeninos del Olympique de Marsella y el Ithihad. Una agenda cerrada desde marzo. «Siempre digo que uno de los problemas de los equipos españoles es que siempre tardan un poquito más en decidirse, entiendo que por cultura, y fastidia tener que decir que no, pero este año en febrero y marzo ya teníamos cerrado el verano», apunta Rojas.
La vocación deportiva del lugar es relativamente reciente y la propició la estancia del Villarreal hace poco más de una década. «Venían al hotel y se tenían que ir a entrenar al campo del pueblo, que no era el mejor, o buscar otros campos más lejos», recuerda el dirigente. Vieron un filón y apostaron por ello. Entre los hoyos de golf, construyeron un terreno de juego al que cambiaron el césped el año pasado que está sufriendo las fuertes tormentas de este verano. «Pusimos un césped que no necesita tanta agua, que quiere mucho sol y que es muy resistente. El clima cada vez es más caluroso pero este año nos lo está poniendo complicado», reconocen. «Y también saben que no se van a encontrar el campo que ellos tienen en la ciudad deportiva».
Con una media de entre doce y catorce equipos al año, también de ciclismo como el Decathlon Ag2r, en verano no queda espacio para otros eventos. «Nosotros celebramos bodas, por ejemplo, pero en estas fechas está prohibido, es decir, no comercializamos. Son dos segmentos que no son compatibles porque al final hay fiesta, hay distracción, y no casan. Tenemos el lugar ideal para que se relajen y se concentren en entrenar. Les organizamos partidos amistosos, les buscamos el rival, les gestionamos estadios, el campo donde tienen que jugar, ambulancia, árbitros, todo. Que ellos no se tengan que preocupar más que nada de saber qué equipación van a vestir y ya está», explica el responsable.
Una apuesta firme por ejercer como búnker de equipos de fútbol que esperan agrandar en los próximos años. «Estamos con los proyectos del segundo campo porque hemos sido escogidos como sede para el Mundial 2030 y lo necesitamos», apuntan con ambición, pero también con cierta inquietud. «Es un tema bastante delicado porque la FIFA pide muchos requerimientos y puede ser que ninguna selección te escoja. Entonces puedes hacer una inversión muy grande para nada», concluye.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión