Todo lo posible
DESDE EL MONTE DEL PICO ·
Un Alavés notable se queda sin remate para liquidar al Sevilla, pero ofrece el mejor partido de la era Mendilibar para creer en la remontada final
Todo lo posible realizó anoche el Alavés para acabar con un poderoso Sevilla, aunque no le resultara suficiente para sumar tres puntos de calidad. Cuatro ... o cinco ocasiones claras no bastaron para acertar y sumar una segunda victoria consecutiva en Mendizorroza en un duelo pleno de coraje y concentración donde solo la ausencia de acierto en el remate privó a los albiazules de lograr un triunfo de prestigio. Es evidente que para levantar una situación crítica es necesario algún resultado extraordinario, como el que ayer se rozó en el paseo de Cervantes, y que finalmente no llegó. Pero también que cinco puntos en los últimos tres partidos son un bagaje inusual y positivo en esta campaña y que la escuadra vitoriana ofreció el mejor partido de la era Mendilibar. Para creer que es posible la remontada final en las once últimas jornadas por parte de un equipo que parece ganar en cohesión y ayer no acusó una baja tan importante como la de Loum.
El Alavés había cuajado una primera parte prácticamente irreprochable. Dentro de sus posibilidades, asumió la obligación física de amedrentar al Sevilla a través de un despliegue notable y se coordinó con eficacia para realizar una presión adelantada que dio sus frutos en forma de llegadas al área de Bono, sin apenas conceder opciones al adversario, todo un segundo clasificado de la Liga. Sin duda, fue el equipo albiazul en esos momentos y durante todo el choque lo más parecido al estilo Mendilibar que se ha visto desde la llegada del nuevo técnico. Con casi todos elementos que el preparador alavesista demanda, líneas adelantadas, robos de balón en campo contrario y contundencia defensiva para desbaratar las acciones ofensivas visitantes en las escasas ocasiones que el conjunto de Lopetegui consiguió rebasar a base de combinaciones el primer muro alavesista. Cumpliendo con los requisitos establecidos en el fútbol.
Si un adversario de calidad supera el centro del campo con un balón largo o a través del pase, es hora de acabar con la jugada con un despeje o una falta para permitir que el equipo tome de nuevo aire. Faltó, eso sí, la claridad para transformar la asfixia andaluza en al menos una ventaja mínima antes del descanso. Ahí, en el remate, no afinaron ni Joselu ni Luis Rioja ni Toni Moya -excelente- ni Escalante. Ese tipo de ocasión, no excesivamente clara, pero suficiente para que al menos alguna de ellas hubiera acabado en las redes de Bono.
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Ni la pérdida de oxígeno quebró a un Alavés que después del descanso tuvo que lidiar con unas piernas ya menos fluidas. Pero tampoco apareció la acción determinante. La tuvo Edgar, pero Bono, atento todo el choque, desvió su disparo con el pie. Ante un Sevilla que crecía en las combinaciones con el paso de los minutos e incluso descolgó a su central Koundé en varias ocasiones para buscar un triunfo que igualmente necesitaba para seguir a rebufo del liderato. Cualquier cosa pudo suceder, es cierto, como en un remate final de Munir que salvó Pacheco, pero el equipo albiazul mantuvo la intensidad e incluso mejoró por momentos en la distribución del balón y volvió a llegar con claridad.
A Pere Pons se le escapó otro remate cruzado claro. Demasiadas concesiones ofensivas para superar al rival menos goleado de la categoría. La realidad de un Alavés que, junto al Cádiz, es el conjunto que menos tantos anota en Primera. Solo cabe insistir y buscar en el refugio de Mendizorroza casi un pleno de puntos. Granada, Rayo Vallecano, Villarreal, Espanyol y Cádiz visitarán el terreno albiazul. Ahí, sin duda, con una afición volcada, puede llegar la absolución a una campaña salpicada de pecados.
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