Ascenso del Alavés a Primera
Los pilotos del ascenso albiazulPlantilla. ·
El Alavés se ha apoyado en el colectivo por encima de las individualidades para lograr un ascenso que premia la apuesta por combinar experiencia con juventudEl ascenso del Deportivo Alavés es un mérito de equipo. Porque si hay algo que diferencia a la escuadra vitoriano y el grueso del resto de aspirantes es que la entidad vitoriana no tiene una grandísima estrella que decida partidos. Lo suyo ha sido la apuesta por el trabajo de grupo por encima de todo lo demás. Una virtud y también consecuencia del contexto. Con una plantilla corta, sin excesivo músculo económico -lejos, por ejemplo, de los otros dos recién descendidos-, a Sergio Fernández desde el despacho y Luis García en el banquillo les tocó exprimir una plantilla de nuevo renovada al máximo. Un riesgo con premio.
Mucho de ese mérito lo tiene el técnico. Tal vez, la apuesta más contundente de todas las realizadas. Porque, sobre el papel, era el entrenador ideal para el reto. Experimentado, con caché y, sobre todo, conocedor de los entresijos de Segunda. Su tercer ascenso a la máxima categoría española le avala. Era el director de orquesta necesario para solventar las dudas que pudieran aparecer una vez entrado el mercado. Ahí donde el Alavés no tenía el poder de atracción de otros.
Tras la llegada de García, hubo que acometer otra renovación profusa de la plantilla. Un cambio de ciclo necesario, entre la obligación contractual y el lavado de cara. Con un logro destacable. El equipo logró mantener a jugadores con contrato y que generaron interés en Primera. De todos, destaca el caso de Luis Rioja. Aunque su caso se complicó sobremanera en el tramo final del mercado. Tras un verano tranquilo, unas últimas horas frenéticas estuvieron a punto de culminar con su traspaso al Espanyol. No sucedió. Y se quedó. Fruto de esa inestabilidad le costó entrar en el equipo. Pero ha acabado siendo la figura más decisiva y el máximo anotador.
El caso Laguardia
El otro frente estival se alargo hasta otoño. Víctor Laguardia ha sido parte de este ascenso, pero durante muchas semanas parecía ya cosa del pasado albiazul. Tras tomar la decisión de que quería renovar, se encontró con las trabas económicas que retrasaron su fichaje. Hasta que pudo consumarse en octubre. Más constante ha sido la aportación de la cantera, que poco a poco reverdece y pasa con cada vez mayor frecuencia de anécdota a recurso útil.
Ahora el club deberá acometer su futuro en la máxima categoría. Tiene garantizado el núcleo duro de jugadores -también del cuerpo técnico, ya que Luis García renueva de forma automática por ascender-, aunque debe acometer varios frentes. Desde la continuidad del director deportivo, Sergio Fernández, a la de varios futbolistas este curso importantes que de igual manera terminan contrato. Rubén Duarte, capitán, deberá renovar. También queda por definirse el futuro de Toni Moya, Salva Sevilla o Álex Balboa, así como el de los cedidos. O el de Tenaglia, cuyo préstamo de año y medio también acaba pero que quiere quedarse.
Premio a la paciencia
Con la marcha de Pacheco ha encontrado su momento. Aunque las dudas sobre su rendimiento marcaron su arranque de curso, se ha confirmado como un portero de plena solvencia y uno de los jugadores con mayor regularidad de la temporada.
Confianza en la sombra
Ya instalado en el primer equipo, pudo debutar en Liga en Albacete. Hasta entonces se encargó de la Copa. Y lo hizo a buen nivel. Portero sobrado de confianza, ágil y dotado de buen juego de pies. Con 22 años, tiene todo el futuro por delante.
Lateral de alma ofensiva
El argentino ha sido un lateral cumplidor que, sobre todo, ha multiplicado su presencia ofensiva para reforzar el potencial del equipo. Ahora termina su año y medio de cesión desde Talleres y las partes deberán negociar su futuro. Él quiere quedarse.
Inseguro segundo plano
Llegó a Vitoria como lateral pese a que completó el curso pasado en el centro de la defensa. Con pocas oportunidades debido al buen rendimiento de Tenaglia, pero sin brillar. Demasiados errores graves al arranque y cierta sensación de inseguridad.
La explosión inesperada
De teórico meritorio en pretemporada al central con más minutos del equipo. Abqar se ha instalado en la primera plantilla albiazul de la mejor manera. Central de físico poderoso, pero también ágil y uno de los nombres de futuro para el proyecto albiazul
Pura fiabilidad serbia
«Es un reloj», explicaba sobre él en verano Luis García, su valedor. Pero de jugador polivalente para tapar huecos ha pasado a titular indiscutible en el centro de la defensa. Sobre todo, gracias a su extrema fiabilidad. Ha sido muy raro verle cometer errores graves.
El nuevo rol del Capitán
No fue hasta octubre cuando el Deportivo Alavés pudo volver a contar con su capitán tras un larguísimo proceso de renovación. Después ha arrastrado la falta de pretemporada, aunque ha aportado experiencia y liderazgo desde un nuevo rol.
Frenado por una lesión
El serbio llegó con la pretemporada ya arrancada y tardó en hacerse un hueco en el once titular, pero se consolidó a buen nivel ya vanzada de la primera parte. Sin minutos desde enero por una lesión de rodilla de la que se operó en marzo.
Adiós a las dudas
Permanentemente escrutado por la grada, el andaluz aprovechó el descenso para consolidarse como el albiazul más fiable. Pura constancia defensiva y dotes de liderazgo... con su futuro en el aire tras seis temporadas como albiazul.
Domando su potencia
El canterano ha tenido más oportunidades que en años anterior y ha respondido a un nivel solvente sobre el césped. Aunque aún debe afinar sus virtudes, como la potencia ofensiva, y limar algunas lagunas defensivas peligrosas.
Refuerzo clave
Fue el primer fichaje invernal y a los pocos días ya estaba instalado en el once titular. El equipo agradeció entonces su buen pie y salida como mediocentro más posicional. En general, rendimiento convincente sin grandes altibajos.
El coraje que aglutina
Comenzó como titular en su debut europeo. Ahí dejó muestras de un futbolista de notable desempeño físico. También ha sido muy importante en el vestuario. Secundario tras la llegada de Blanco pero de nuevo clave al final de temporada.
Carácter desde abajo
Otra apuesta de la cantera que no se ha arrugado. Con el equipo desde la pretemporada, ha sido un buen complemento en el pivote defensivo. Más protagonismo en Copa a buen nivel. A sus 22 años, aún debe pulirse, pero ha cumplido con su rol.
La calma necesaria
Avalado por el entrenador y su reconocida trayectoria. Jugador importante dentro del campo, pero también experiencia para un equipo joven. Indiscutible en el inicio de temporada y algo más irregular en la segunda vuelta del campeonato.
Secundario imprescindible
No es, de lejos, el que más titularidades suma. Pero sí uno de los que más partidos ha disputado. Futbolista cumplidor, aunque con algunos altibajos, que ha logrado complementar bien las tareas creativas del equipo y que además ha sumado en ataque.
La pieza que todo lo une
El guipuzcoano llegó para ser uno de los líderes de equipo y ha cumplido. Sobre todo, como mediapunta, algo más adelantado de lo que estaba acostumbrado. Buena lectura de juego, capacidad de asociación y trabajo defensivo. Solo le ha faltado más gol.
Redescubrimiento
Tras una pretemporada gris, tampoco logró asentarse en el inicio pese a su potencial. Pero a base de insistencia ha terminado como uno de los importantes del equipo, con buenos detalles ofensivos y un mejorado perfil defensivo desde la banda derecha.
Detalles inconexos
Aterrizó sobre la bocina del mercado estival. Su irregularidad le ha penalizado. Con buenos detalles, pero sin encadenar partidos redondos. Pero un jugador útil a la hora de crear y con cierto protagonismo en el tramo final de la temporada.
Gran inicio no sostenido
Una de las sorpresas del comienzo de temporada. Indiscutible en la banda derecha del ataque y especialmente entonado cara a portería. Luego bajó su nivel y ha ido perdiendo protagonismo de forma progresiva hasta participar con irregularidad en el tramo final.
El líder que decide
Se quedó en el equipo tras un final de mercado difícil. Entonces le costó conectarse, pero ha sido el atacante más decisivo del equipo. Con cierta irregularidad en sus prestaciones, pero capaz de decidir encuentros y liderar las estadísticas goleadoras.
Otra forma de atacar
Su facilidad para ver portería en el filial le abrió las puertas del primer equipo. Explotó en el arranque de curso y después su papel ha sido más secundario, pero ha sido útil como alternativa más descarada a la hora de atacar. Aún haciéndose al fútbol profesional.
El trabajo que no se ve
Con galones de titular tras un curso de adaptación en Primera. Su aportación ha sido buena, aunque le ha faltado el gol, su único lunar. Pero ha demostrado capacidad de sacrificio y buenas dotes para asociarse. Aunque ha perdido protagonismo en el tramo final.
Sin encontrar su sitio
Arrancó con gol, pero una grave lesión le dejó fuera casi toda la primera vuelta. Después volvió con acierto y a gran nivel, pero luego le costó repetir ese juego. Le ha costado dejar su sello en partidos donde no ha podido correr, aunque sus cifras son buenas.
El ídolo de la grada
Las expectativas tras su fichaje en enero era altas y respondió con un rendimiento goleador sobresaliente. Luego le costó mantener el ritmo goleador y ha entrado y salido del once, pero ha subido de forma incuestionable el nivel ofensivo del equipo.
-
La cantera responde, pero no hay sitio para apuestas exóticas
El Deportivo Alavés arrancó la pretemporada muy corto de efectivos debido a la notable revolución vivida tras el descenso. Así, el club debió tirar de dos perfiles: jugadores de la cantera y futbolistas regresados de cesión. El primer grupo fue especialmente nutrido y se fue disolviendo a medida que pasaban las semanas y llegaban nuevos fichajes para la primera plantilla albiazul. Aunque varios sobrevivieron y han podido disputar algún minuto.
Owono, Balboa y Abde se quedaron definitivamente en la primera plantilla y, en mayor o menor medida, han tenido protagonismo en el desarrollo de la temporada. El papel de otros canteranos ha sido más secundario, aunque también pueden celebrar haberse puesto la camiseta albiazul en partido oficial. Fue un momento especial para Imanol Baz vitoriano y capitán del filial. Aunque ese debut se hizo esperar. Sin Laguardia en el equipo y solo otros tres centrales disponibles, fue un habitual de las convocatorias durante la primera parte de campeonato. En un partido, incluso, estuvo a punto de salir. Pero el colegiado pitó el final antes de que se produjera el debut. Lo logró en Copa, ante el Lleida. Ahí, además, partió como titular junto a Laguardia.
Más tuvieron que aguardar otros dos jugadores del filial para tener minutos. El delantero Marc Tenas ya sabía lo que era tener minutos con el primer equipo. Lo logró la temporada pasada, en Primera, con Julio Velázquez a los mandos. Aunque este curso no pudo estrenarse hasta el mes de diciembre. Entonces disputó un cuarto de hora en la derrota contra el Málaga. En enero disputó, frente al Sevilla, su segundo partido.
Camino de ida y vuelta
El otro joven en disputar minutos ha vivido una trayectoria diferente. Joaquín Panichelli no era jugador del Deportivo Alavés cuando arrancó la temporada. Pero fue una de las dos promesas que, junto a Sebastián Pino, el club incorporó en enero. En su caso, el argentino procedía de las categorías inferiores de River Plate. Entró en algunas convocatorias, aunque una lesión le impidió repetir y tener continuidad con el filial. Aunque pudo estrenarse, no sin cierta sorpresa general, ante el Granada. Y repitió contra el Albacete. Y tuvo minutos en el play off. Él realizó el remate que el local Higinio acabó metiendo en su portería y que sirvió para empatar el duelo. Otros jóvenes como los porteros Adrián Rodríguez y Asier Gago, los defensas Adrián Pérez y Joseda o los centrocampistas Tomás Mendes, Unai Ropero o José de León también han entrado en convocatorias, pero sin llegar a jugar.
En otro apartado, varios jugadores regresados de cesión tuvieron minutos en pretemporada. Pero solo dos de esos meritorios -más allá de un Mamadou Sylla retornado para quedarse- pudieron formar parte de la plantilla definitiva. Aunque sin apenas recorrido. El joven Abdallahi Mahmoud solo jugó cuatro partidos y poco más de media hora antes de irse de nuevo a préstamo al Istra. El japonés Taichi Hara generó curiosidad en la grada, pero sus actuaciones evidenciaron que se encuentra varios peldaños por debajo. Aun así, pudo marcar en Lugo y Lleida. Ha terminado la temporada a un nivel discreto cedido en Bélgica.