Las orgullosas lágrimas del Alavés en Dortmund cumplen 19 años
«Todavía se me pasa por la cabeza, en ese momento te sientes culpable, deseas no existir y no volver a jugar», evoca Delfí Geli
El 16 de mayo es una fecha grabada a fuego en la memorial albiazul. El día en el que, hace hoy 19 años, el Glorioso desafió a la jerarquía europea para mirar a los ojos de un gigante continental como el Liverpool y discutirle la corona de la Copa de la UEFA. Lágrimas de plata. De orgullo. El día en el que Celedón bajó en la Plaza Reinoldik de Dortmund, en el que una marea albiazul calló por momentos el atronador 'You'll never walk alone' de los 'reds' en las gradas del Westfallenstadion.
El día en el que Mané, tras encajar dos goles en 16 minutos (Babbel y Gerrard), tuvo que cambiar de planes a las primeras de cambio para dar entrada a Iván Alonso por Eggen, uno de los tres centrales que había alineado de salida. Y el charrúa acortó distancias, aunque McCallister, de penalti, puso el 3-1 antes del descanso. El día en el que Javi Moreno neutralizó esa ventaja nada más volver de los vestuarios con dos goles en seis minutos. Y todavía hoy es el día en el que delantero valenciano, la afición albiazul y seguramente el propio Mané se cuestionan por qué lo cambió con el empate a tres. Poco después Fowler adelantaría de nuevo al Liverpool.
Fue el día en el que Jordi Cruyff cabeceó a las mallas el sueño del fútbol modesto para forzar la prórroga en el último suspiro del tiempo reglamentario. El día que nunca olvidará Delfí Geli, que se marcó en propia puerta el gol de la victoria inglesa, en el minuto 117. La única final de la historia decidida por un gol de oro. Autogol de oro, para más inri. «Ha pasado mucho tiempo, pero la decepción fue muy grande. Enorme. Y sigue viva», rememoraba ayer el catalán, actual presidente del Girona.
«Cerca de hacer historia»
«Estuvimos muy cerca de ganar y de hacer historia», evoca el exjugador albiazul. «El recuerdo de aquella derrota, y de aquella acción desafortunada, lo tengo muy presente. A veces todavía se me pasa por la cabeza. No lo he olvidado», asegura. «En ese momento te sientes culpable, deseas no existir y no volver a jugar nunca más. Me sabía muy mal porque veía a la gente súper agradecida, pensaba en cómo habrían estado si hubiéramos ganado, y solo pensaba en disculparme ante mis compañeros», recuerda.
Historia del fútbol. Historia del Alavés, que por el camino había apeado al Gaziantepspor turco, el Lillestrom y el Rosenborg noruegos, el Inter de Milán, el Rayo Vallecano y el Kaiserslautern. «Todo se nos giró en contra en el último momento con una jugada muy desafortunada», concluye Geli. Uno de los héroes de Dortmund.