DE ZIDANE, RONALDO Y EL GLORIOSO
Raúl Alústiza
Viernes, 28 de octubre 2016, 20:01
Del Real Madrid, qué voy a contar que no se sepa, que no hayamos oído, visto y sufrido. Y sufrir, sufrir, es soportar esa competición ... que no se da en el terreno de juego, sino fuera. Me refiero a la que se dilucida entre algunos medios de comunicación. Vemos cómo en el entorno mediático del Real Madrid, como también en otros clubes, aparecen ciertos predicadores, cada uno con su doctrina y catecismo, hablando día tras día de su religión. Religiones que, en muchos casos, generan guerras santas, donde parece que todo vale con tal de imponer su dios. Y claro, luego «de aquellos polvos vinieron estos lodos», aparecen conflictos, situaciones vergonzosas, violencia y eso sí, esgrimiendo el argumento hipócrita de que ellos solo son el mensajero. La doble moral, donde todo vale. Son capaces de ir a sofocar un fuego con gasolina y luego, cuando ocurre, son los primeros que lo denuncian.
Voy a poner un ejemplo muy significativo. Me refiero al lío que se ha montado tras el partido entre el Valencia y el Barça. Portada de un periódico deportivo catalán el miércoles, al día siguiente de la final de la Copa de Cataluña. Se supone que ésta es la noticia deportiva más importante del día, pues no, página entera para decir: Son víctimas, no provocadores, y en la última línea comentar que el Espanyol había ganado la Copa al Barça, ¡viva la información y la salud social! Y en páginas interiores, un gran titular: El Barça se volcará en La Masía en dar a sus jugadores una formación integral. Es decir, por un lado gasolina y por otro, un bombero. Es un ejemplo que lo podemos extrapolar a muchos clubes de fútbol. La única satisfacción es que en nuestro Glorioso y su entorno mediático y social no ocurre lo mismo.
El técnico Zinedine Zidane es un buen tipo y fue un buenísimo y ejemplar jugador, pero como entrenador no lo tengo muy claro. De lo que sí estoy seguro es de que si no se llamase Zidane y hubiera tenido que empezar de cero para ir demostrando lo que vale, como en cualquier profesión, ahora estaría entrenando a juveniles. Claro, esto vale para la mayoría de los entrenadores profesionales a los que les avala el respeto mediático por haber sido jugadores. Es lo mismo que si le pusieran a Fernando Alonso como jefe de ingenieros de Ferrari porque conduce muy bien.
Por lo que respecta a su plantilla, el Real Madrid juega muchos minutos de cada partido con diez porque Cristiano Ronaldo está para finalizar y poco más. También es cierto que muy pocos jugadores finalizan tan bien como él. El equipo blanco se puede permitir el lujo de jugar con diez contra muchos equipos. Pero, ¿qué pasaría si jugase con once y sin Ronaldo? Seguro que generaría más juego, más ocasiones, y los goles los meterían otros. Y habría más empatía entre la plantilla, factor fundamental en el rendimiento colectivo. Pero claro, desde el punto de vista mediático, vende más una cara que un colectivo.
Yo lo que quiero es que en mi Glorioso se sume, y en un colectivo puede sumar tanto el que es titular como el que no va convocado. Y el cuerpo técnico albiazul cuida muy bien estos aspectos relacionados con la empatía y la convivencia.
Me imagino que tampoco habrá gustado que se hable mucho del elevado precio de las entradas. Soy de la opinión de que en estos partidos hay que poner precios amables a los incondicionales, los de siempre, los que están tanto en Primera como en Segunda B.
Y, por último, ¿sobre nuestro equipo, qué? Pues, nada que perder y mucho que ganar, aunque ¡ojo!, que también se pueden provocar daños colaterales. Está claro que los esfuerzos no se negocian, pero la gestión emocional del grupo, sí. No nos vayamos a dejar la vida en este partido y luego no podamos con los demás. Lo emocional se gasta igual que lo físico. Estoy harto de ver a equipos que juegan el partido de su vida contra los grandes, y además sin puntuar, y luego son incapaces de sacar algo en los de su liga.
Hay que tener presente que en estos encuentros la motivación que se genera es automática y el desgaste emocional, físico, mental y psicológico que se emplea es importante y a la vez engañoso porque no da la sensación del derroche de energía que se consume, ya que la ilusión puede con todo. Energías que si no gestionamos bien las podemos echar en falta en los partidos de nuestra liga. Un matiz importante. El duelo con el Real Madrid vale 3 puntos, y el siguiente, ante Osasuna, 6.
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