El Diccionario de la Real Academia define la rabona, en fútbol, como un «golpeo del balón con una pierna cruzada por detrás de la otra». ... Según la FIFA, el primer gol de rabona fue obra del argentino Ricardo Infante, en un partido de su equipo, el Estudiantes de La Plata, contra el Rosario Central, el 19 de septiembre de 1948. La jugada comenzó con un remate de Gagliardo, que rebotó en uno de los palos. «Entonces, la pelota le quedó a Infante, que se encontraba afuera del área (algunos señalan que a 35 metros del arco). Un pique lo incomodó. Había que resolver rápido y como se pudiera, pensó.
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Entonces, concibió una jugada de asombro: cruzó su pierna derecha por detrás de la izquierda y le pegó de lleno. Cada instante brevísimo de ese recorrido es una memoria que vive por los rincones de La Plata». El nombre de rabona –referido al estudiante que se salta una clase– proviene de una caricatura publicada en la revista 'El Gráfico', en la que, jugando con el significado de su apellido, Infante aparecía vestido de escolar con el texto: «El infante que se hizo la rabona».
Infante (La Plata, 1924-2008) debutó con el Estudiantes en 1942. Jugó también en el Huracán y el Gimnasia y Esgrima, y se retiró en 1961, después de haber marcado 219 goles. Fue internacional por Argentina, con la que disputó el Mundial de 1958. Había debutado con la albiceleste en Madrid, en un amistoso contra la selección española, el 7 de diciembre de 1952. Era la primera vez en la historia que España se enfrentaba a Argentina y 80.000 espectadores abarrotaban Chamartín.
Parece que la expectación era tal, que el día anterior, cuando se supo que Zarra, el famoso delantero del Athletic, no iba a jugar, hubo una protesta popular. Tampoco se vistieron de corto dos de los convocados con 'La Roja', ambos futuros entrenadores del Deportivo Alavés: Ignacio Eizaguirre y Joseíto. Ese día, Argentina venció a España por 0-1, con gol de Infante. Al regreso a Buenos Aires, una multitud recibió a los vencedores y, «entre el gentío que abrazó efusivamente a los jugadores triunfantes, en especial al delantero centro Ricardo Infante, cuyo tanto dio a Argentina su victoria sobre España, hubo un carterista. En resumen, Infante perdió su cartera con 13.000 pesos».
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Tres días antes de este partido, 'Pensamiento Alavés' publicó una curiosa noticia, que relacionaba a Infante con Álava y en parte con el equipo albiazul. El titular era claro: «Es alavés el delantero centro del equipo argentino. Procede de Monasterioguren». Y continuaba: «Ha circulado estos días por Vitoria una noticia relacionada con el centro delantero de la selección argentina que el domingo próximo, día 7, jugará en Madrid. Se trata del jugador Infante, descendiente de familia alavesa. Se trata de un muchacho que es hijo del alavés don José Infante, del pueblo de Monasterioguren y primo de don Edelmiro Infante, conserje de Mendizorroza. El alavés José Infante contrajo matrimonio en Argentina, a donde llegó el año 1912. Por tanto, el delantero centro que juega el domingo con los argentinos es alavés, nacido circunstancialmente en Argentina».
En efecto, Ricardo era hijo de José Infante Díaz de Otazu, nacido en Monasterioguren, un pueblo del municipio de Vitoria, en agosto de 1894, según consta en los registros sacramentales del Archivo Diocesano. Sin embargo, la tesis de que el delantero, en realidad, era alavés, no se sostenía. De hecho, cuando falleció, en 2008, nadie reparó en su relación con Álava. No obstante, parece que su familia tuvo alguna curiosa conexión más con la entidad albiazul. 'Pensamiento Alavés' había señalado que Edelmiro Infante, pariente del jugador, trabajaba como conserje de Mendizorroza en 1952. Posiblemente se trata de la persona del mismo nombre que contrajo matrimonio en la parroquia de San Miguel en 1934: y quien ofició esta boda fue el sacerdote Carlos Ramos, que en 1921, cuando aún era seminarista, había sido jugador del equipo babazorro.
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