Jugando contra un espía

Por el contrario, Juan fue reclutado en España por el Abwehr, el servicio secreto alemán, que le envío a América a una misión especial. Sin embargo, fue detenido por los británicos en la isla de Trinidad, reenviado a Inglaterra e internado en un campo de detención, donde compartió encierro con otros espías nazis. Pese a intentarlo por todos los medios, sus captores no pudieron sonsacarle ni una palabra. Según el MI5 (el servicio de espionaje británico), había sido «el prisionero más problemático y difícil que hemos tenido a lo largo de la guerra».

Finalmente, fue liberado y pudo regresar a España en 1945. Convertido en entrenador, dirigió al Lérida, el San Andrés, el Hospitalet y el Condal. Los caminos de este increíble personaje no se cruzaron con los del Deportivo Alavés cuando era jugador, pero sí como técnico. Lecube dirigió cuatro partidos contra el once babazorro, todos en Segunda División: uno con el Lérida en 1951; dos con el San Andrés en la temporada 1952-1953 y uno con el Condal en 1959.

Antes del choque Lérida-Alavés del 11 de noviembre de 1951, el diario ilerdense 'La Mañana' escribió: «Naturalmente, es Lecube quien polariza nuestra curiosidad y soporta nuestras preguntas. -¿Referencias del Alavés? -Como todo equipo norteño, nos dice, posee un juego brioso y enérgico. En su delantera hay por lo menos dos hombres muy peligrosos. -¿Cuáles? -Ya los verá en el campo». Al final no debieron ser tan peligrosos, pues el partido terminó con victoria catalana por 1-0.

Por el contrario, los dos choques contra el San Andrés fueron favorables al Alavés. El partido en casa se jugó «en un terreno en impracticables condiciones», propio del ambiente invernal vitoriano de entonces, y terminó 4-0. Hubo «un detalle simpático»: yendo 2-0, el árbitro anuló un gol al Alavés por fuera de juego y, pocos minutos después, señaló una pena máxima a favor del once albiazul: «Cuando el árbitro pitó el penalti, el encargado del marcador, quejoso sin duda del tanto anulado, colocó el tres en el marcador. No hubo fallo y acertó. ¡Buen pronóstico!».

En la segunda vuelta, el Alavés ganó 0-1 en Barcelona, con gol de Remacha. Pese a que Gómez Lecube ha sido calificado como un adelantado de la forma de jugar del F.C. Barcelona de Cruyff y Guardiola, en esta ocasión parece que a su equipo le faltó conexión entre líneas. Según la prensa vitoriana, el San Andrés «se mostraba falto de la necesaria coordinación y sus líneas, sin ligazón entre ellas, no daban la impresión de firmeza».

El último encuentro de un equipo dirigido por Lecube contra el Alavés tuvo lugar en Les Corts contra el Condal, el filial del Barça, que se impuso por 2-0. Con luz artificial, algo a lo que los babazorros no estaban acostumbrados. Según 'El Mundo Deportivo', «los condalistas tuvieron que bregar de lo lindo y sólo cuando empezaron a rasear con sentido y velocidad el cuero, y tras unos cambios muy oportunos, decretados por su entrenador, Lecube, llegó la hora de los goles, que si bien sólo fueron dos, bastaron para desequilibrar aquella penosa labor de ochenta minutos de incertidumbre». Por el contrario, 'Pensamiento Alavés' destacó que el equipo albiazul pudo haber ganado, pues estrelló tres balones en los postes. Por supuesto, nadie tenía entonces ni idea de la actividad durante la Guerra Mundial de Gómez Lecube, que falleció el 2 de mayo de 1966, a los 63 años.