Formación del Alavés de la temporada 1927-28 en San Mamés antes de disputar el duelo de desempate frente al Baracaldo en el que se ganaría el derecho a disputar su primera Copa. A la izquierda, el entrenador, Mr. Harris. archivo municipal de vitoria/CEFERINO YANGUAS

Estreno en la Copa

Historias en albiazul ·

Domingo, 13 de noviembre 2022, 00:57

La Copa tenía ya una larga historia en 1921, cuando nació el Deportivo Alavés. El primer campeonato de España oficial se había organizado en 1903. ... El joven monarca Alfonso XIII se ofreció a donar una copa para el vencedor, quedando así etiquetado el torneo como Copa del Rey después denominada del Presidente de la República, del Generalísimo y, nuevamente, del Rey.

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La idea era que en la Copa participaran los mejores equipos del país, pero entonces no había campeonatos regionales. Por ello, en la práctica, en las primeras ediciones intervinieron muy pocos conjuntos. Desde 1924-25, con los campeonatos regionales ya organizados, la Copa se estructuró en dos fases: una liguilla previa con cuatro grupos, en la que participaban los dos primeros de cada regional, y una fase final eliminatoria, similar a la actual. El Alavés, mientras tanto, ni se planteaba llegar algún día a la Copa. Por ejemplo, en la campaña 1924-25 ni siquiera jugó competiciones oficiales. Por eso fue una gran sorpresa que en 1927-28, en su primer año en la Serie A vizcaína, el equipo babazorro quedara segundo y se clasificara para la Copa.

La escuadra albiazul abrió su periplo copero el 5 de febrero de 1928 ante el Racing hasta alcanzar las semifinales

Su clasificación fue propia de un auténtico 'thriller' cinematográfico, pues se decidió 'in extremis', solo tres días antes del inicio de la competición. El 15 de enero de 1928 se tuvo que suspender por la lluvia el encuentro de la Serie A Alavés-Arenas en Mendizorroza. Como había habido otras incidencias en la Liga vizcaína, en el momento en que, en teoría, debía haber terminado el campeonato regional que daba acceso a la Copa, que se iba a iniciar tres semanas después, cuatro equipos optaban a los dos puestos correspondientes a Vizcaya: el Baracaldo, con doce puntos, era el único que había completado sus partidos. El Athletic tenía también doce, pero debía jugar contra el Arenas. El Alavés, con diez, podía empatar con los anteriores si ganaba a los areneros y el Athletic perdía con estos que, como tenían nueve puntos, también podían clasificarse si vencían en ambos choques.

El domingo 22 se jugaron varios encuentros atrasados pero, como al Arenas aún le quedaban dos, no fue hasta el 29 de enero cuando se disputó el Alavés-Arenas. El triunfo albiazul por 3-1, unido a los resultados anteriores, dio el campeonato de Vizcaya al Athletic, con el Alavés y el Baracaldo empatados en el segundo puesto. Y, como entonces no se tenía en cuenta el 'golaverage', tuvo que celebrarse un encuentro de desempate en San Mamés, el jueves 2 de febrero.

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Los dos 'onces' del Alavés (izquierda) y Racing retratados en la revista 'Estampa'. El plantel albiazul debutó en la Copa ante la escuadra santanderina el 5 de febrero de 1928. fundación sancho el sabio

En él, el Alavés barrió a su rival por 5-1. Ello implicaba no solo el subcampeonato de Vizcaya sino el acceso a la Copa. Era algo increíble para un once casi novato, tal y como resaltó la prensa: «¡Quién iba a decírnoslo hace un par de años! ¡El Deportivo Alavés va a jugar el campeonato de España como subcampeón de la Región Vizcaína, que cuenta con equipos tan formidables! Esto es asombroso, lectores; verdaderamente asombroso».

El 5 de febrero, solo tres días después, el Alavés disputaba su primer partido de Copa contra el Racing en Santander. El equipo no solo iba a jugar tres encuentros en una semana sino que, en medio, había tenido que «aguantar el homenaje de los vitorianos y beber una respetable cantidad de champán», antes de salir hacia Santander.

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Según algunas fuentes, el delantero Modesto Echevarría solicitó descansar ese día, pues había tenido que suspender su luna de miel para poder jugar los últimos partidos. Otros decían que jugaría si obtenía permiso para abandonar sus estudios por unos días, pues estaba compatibilizando el fútbol con la carrera de Medicina. Pero finalmente Modesto jugó, con tan mala suerte que se lesionó. Y, como en aquella época no había cambios, el Alavés tuvo que jugar setenta y cinco minutos con diez futbolistas. Pese a ello, el cuadro babazorro empató a dos, dando comienzo a una trayectoria espléndida, que le llevó hasta semifinales, en las que perdió contra el F.C. Barcelona. El debut del Alavés en la Copa no pudo ser más exitoso.

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