El cubano que jugó en el Alavés
El portero Mario Inchausti Goitia, que nació en Caibarién, llegó al equipo albiazul en la campaña 1937-38
El Deportivo Alavés no tuvo en sus filas jugadores extranjeros hasta la temporada 1974-75, en la que volvió a Segunda División tras varios cursos ... en Tercera e incluso uno en Regional. Un año antes se había autorizado el fichaje de dos futbolistas foráneos por club de Primera y Segunda, lo que permitió que en 1973 debutaran en España grandes ídolos como Netzer, Ayala, Carnevalli y, sobre todo, Cruyff. Al año siguiente el Alavés incorporó a dos uruguayos (Cruz y Gómez), que no lograron triunfar. Por ello, mediada la temporada, tras dar de baja a Cruz para dejar un puesto de extranjero libre, se fichó al paraguayo Ortigosa, que sí tuvo un recorrido exitoso en el Alavés.
Sin embargo, muchos años antes el equipo albiazul había tenido en sus filas a futbolistas nacidos en el extranjero, aunque tuvieran nacionalidad española. Posiblemente el primero fue el portero Mario Inchausti Goitia, que se unió al Alavés en plena Guerra Civil. La revista especializada 'Panenka', en un reportaje sobre los «19 jugadores que tienen el honor de ser los únicos futbolistas que han representado a su país en Primera División», lo considera el único cubano de la Liga.
En efecto, Inchausti había nacido en Caibarién (Cuba) el 3 de junio de 1915. Con cinco años se trasladó a La Habana, donde empezó a jugar de guardameta. Pocos años después volvió a la localidad vizcaína de Baquio, de donde procedía su familia. Tras estudiar el bachillerato en los jesuitas de Orduña, se desplazó a Zaragoza, donde se matriculó en Medicina. Allí siguió jugando a fútbol, primero como amateur, hasta que en 1935 fichó por el primer equipo del Zaragoza, entonces en Segunda. Se estrenó logrando el ascenso a la máxima categoría con el equipo maño, pero no pudo debutar en Primera, debido al inicio de la guerra.
Inchausti llegó al Alavés en la temporada 1937-1938. Era una época especial, puesto que no había competiciones oficiales. Sin embargo, el club se aprovechó de que Vitoria era entonces un importante centro castrense y, «gracias a las autoridades militares», integró a futbolistas de otros clubes que estaban sirviendo en los cuarteles, además de algunos veteranos. Regresaron antiguos jugadores babazorros, como Quincoces, Ciriaco y Mardones (Madrid), Olivares (Zaragoza) o Fede (Sevilla), y se incorporaron otros que nunca habían jugado aquí, como era el caso de Inchausti.
Este disputó varios amistosos con el Alavés en el invierno de 1937-38 y fue el portero titular albiazul en la Copa Brigadas de Navarra, contribuyendo a que el once vitoriano ganara esta competición, la primera organizada durante la guerra en la zona sublevada.
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Llegó a ser preseleccionado para los partidos que la España franquista jugó contra Portugal en plena guerra, que no se consideran oficiales. Su juego fue muy alabado, tal y como sucedió tras un choque del Alavés contra la Real Sociedad, en el que la prensa donostiarra escribió: «En primer plano, sobresalió Inchausti, el guardameta suplente de la selección nacional, que defendió el marco forastero. Hizo muchas y soberbias paradas que fueron justamente elogiadas».
En la temporada 1938-39, Inchausti aún disputó algunos encuentros con el Alavés, pero enseguida fue reclamado por su antiguo club y regresó a la capital aragonesa. Tras un año en Zaragoza, en 1940 pasó el Betis y de ahí al Real Madrid, aunque solo jugó dos partidos de Copa con el once merengue, pues una grave lesión hizo que se retirara con apenas veintiséis años. Falleció en Zaragoza en 2006.
Casualmente, en la 1938-39 coincidió con Inchausti en el Alavés otro jugador del Zaragoza que también había nacido en el extranjero. Se trata de Gregorio Ameztoy Querejeta, natural de La Carlota (Filipinas), otra antigua colonia española, que disputó varios encuentros como albiazul hasta que, como su compañero, tuvo que volver al equipo maño. Y en 1939-1940 llegó un nuevo 'extranjero' al Alavés, cuya historia merece la pena ser contada exhaustivamente en un artículo específico.
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