Lleno, tifo, homenaje a Luis García y lío final en Mendizorroza

Después de dos encuentros consecutivos a domicilio ante el Real Madrid y el Getafe, la hincha babazorra peregrinó con ganas al Paseo de Cervantes. Se colgó el 'no hay billetes' por primera vez en esta campaña. El Alavés, que había sumado en los tres choques ligueros previos frente a Betis (0-0), Las Palmas (2-0) y Sevilla (2-1), buscaba un triunfo de calidad ante el Barça.

Un desafío al que se unieron los 19.468 aficionados que llenaron las gradas del centenario estadio albiazul, con nutrida presencia azulgrana. Un hogar para el alavesismo, que volvió a entonar, como ha sucedido recurrentemente este curso, el «no nos moverán». Además, en el fondo de Polideportivo lució una pancarta con el lema 'Por otros 100 años de historia en Mendizorroza. Ez gaituzte mugituko (no nos moverán)'.

Un tema candente que también apareció en un duelo en el que el Alavés estuvo arropado. Y eso que el viento que sopló con fuerza en Vitoria por la mañana impidió la colocación de las cartulinas sobre los asientos. No hubo mosaico pero Mendizorroza se vistió de gala para recibir al Barcelona.

Un tifo enorme ocupó toda la grada de Polideportivo desde la salida de los jugadores hasta pasado el primer minuto. Con el lema 'Fede baten zaindariak' (Guardianes de una fe) de fondo, los aficionados recibieron a los futbolistas. El himno a capela de Donnay atronó en una grada que se puso en pie para homenajear a Luis García.

El entrenador madrileño cumplió 100 partidos al frente del Alavés en Getafe y Mendizorroza y el club le rindieron tributo. El artífice del ascenso (2023) y del décimo puesto (2024) posó con su camiseta conmemorativa junto a su cuerpo técnico. «No es un reconocimiento individual, es colectivo», confesó García.

Después, el 'hat-trick' de Lewandowski en 32 minutos dejó al borde del K.O. a un Alavés que no desfalleció. Los futbolistas sudaron bajo la lluvia con la melodía de fondo de su afición. El gol de Toni Martínez anulado por el VAR y las ocasiones fueron elementos de combustión. Y, al final, hubo lío en el fondo de animación.

«Nos han cortado la megafonía en mitad del partido. Una actitud represiva más que se suma a una larga lista. La justificación para esta medida ha sido gritar en dos ocasiones 'Goazen Iraultza'. Ante esto, hemos decidido abandonar el campo como protesta», apuntaron desde Iraultza. Tras la derrota, los jugadores y Luis García dieron una vuelta al campo para agradecer el apoyo. Nunca caminan solos.