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Los jugadores del Alavés y el Valencia se saludan en el último partido del equipo albiazul. Jesús Andrade

La Liga y los clubes se preparan para el retorno más extraño

Trabajan en un protocolo de seguridad con un regreso escalonado a los entrenamientos antes de volver a la competición sin público

Miércoles, 8 de abril 2020, 02:03

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Javier Tebas no se mueve ni un milímetro de su postura. «Cancelar la temporada no es una opción que tengamos en la mesa», dijo el presidente de la Liga en un encuentro telemático con la prensa internacional. Porque el impacto económico estimado de no terminar el campeonato es de «aproximadamente mil millones de euros». Ese es el resumen. Y su idea es «poder empezar el 28-29 de mayo o el 6-7 de junio», contemplando la posibilidad de «terminar en el mes de agosto, no más allá». Lo que parece claro es que el regreso será sin publico. «Probablemente, a puerta cerrada», admitió el dirigente de la patronal.

«No habrá aficionados en el estadio hasta que no lo digan las autoridades sanitarias, eso no depende de la Liga ni de los clubes», zanjó. Lo que hacen estos es prepararse para el regreso, que no es sencillo. Los jugadores insisten en que la prioridad es la salud pública, la propia y la de sus allegados. «Si da un positivo un equipo, ¿se para la competición?», se pregunta la AFE en el escrito que ha trasladado al Consejo Superior de Deportes.

La Liga trabaja en un protocolo de seguridad que ya ha trasladado a los clubes, aún en fase de borrador, para definir el comportamiento de los equipos y los jugadores en el momento de la reanudación. Las líneas maestras para blindar a los profesionales en las distintas fases del desconfinamiento, siempre bajo estrictos controles médicos y rodeados de exigentes medidas de limpieza y desinfección de las instalaciones.

En ropa deportiva desde casa

En una primera fase se da importancia al apartado numérico: únicamente podrán estar uno o dos jugadores en el mismo vestuario, solo dos entrenando a la vez en el mismo campo y nunca habrá más de ocho al mismo tiempo en las instalaciones. La llegada al lugar de entrenamiento, Ibaia en el caso del Alavés, se producirá de manera escalonada, con quince minutos de diferencia entre ellos para que no se crucen en ningún momento, y con la ropa deportiva puesta desde casa.

Tebas insiste en que «cancelar la temporada no es una opción» y espera «poder empezar el 29 de mayo o el 6 de junio»

la postura de la patronal

Además, será obligatorio el uso de guantes y mascarilla desde la llegada a la ciudad deportiva hasta el acceso al terreno de juego y, una vez finalizado el trabajo, el futbolista se dirigirá inmediatamente a su vehículo, siempre el mismo, donde debe viajar solo. Porque estarán prohibidos tratamientos de fisioterapia manuales previos y posteriores a los entrenamientos en pacientes no lesionados, a excepción de vendajes –tampoco se podrá usar el gimnasio–.

El grupo irá creciendo paulatinamente: el siguiente paso serían sesiones con ocho futbolistas y solo al final se ejercitaría toda la plantilla junta. El paso previo a la competición, que conllevaría concentraciones con habitaciones individuales para cada jugador, que llevará a cabo ahí en solitario las tres comidas diarias.

El ejemplo de Alemania

Todavía con fecha incierta, este retorno paulatino tiene el ejemplo de Alemania, donde algunos equipos ya entrenan en pequeños grupos. La Bundesliga aspira a reanudar la temporada sin público a partir de mayo. Y solo un número muy limitado de personas tendrá el privilegio de ver los encuentros en directo. Exactamente 239, según revela el tabloide 'Bild', de las que solo 126 podrán pisar los vestuarios y el terreno de juego: los árbitros, los dos equipos, pero solo ocho entrenadores, masajistas o médicos para cada uno de ellos; cuatro recogepelotas, treinta miembros de seguridad y 36 técnicos de televisión, el grupo más numeroso.

Solo ocho miembros de cada directiva podrán sentarse en el palco, sin comida ni bebidas. Otras 113 serán testigos de los partidos en los graderíos: unos treinta periodistas, otro grupo de técnicos audiovisuales para manejar las cámaras de las gradas; .y otros cincuenta vigilantes de seguridad para vigilar los accesos e impedir concentraciones de aficionados.

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