

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Los aficionados al fútbol tienden a simpatizar con el resto de clubes en función de los recuerdos que genere contra ellos su propio equipo. En ... este sentido, los albiazules sienten una notable afinidad con el Rayo Vallecano y su particular estadio de Vallecas. Allí el Alavés logró el pase a las semifinales de la UEFA de 2001, cuando Dortmund aún era un sueño y no una gesta enloquecedora, y se dio el mayor festín de su historia a domicilio en Primera División.
Un 1-5 que simbolizó lo que luego a la postre sería la mejor primera vuelta de las efemérides de la entidad del Paseo de Cervantes en la élite. «El mejor recuerdo de mis últimos años de carrera», señala Ibai Gómez seis años después. El Alavés no ha vuelto a ganar en el barrio más combativo de Madrid, encadenando dos derrotas por 2-0. Ni aún sumadas a la mala racha actual pueden evitar que los seguidores alavesistas afronten la visita de este sábado (16.15 horas) con una sonrisa. Para los más olvidadizos, los dos principales protagonistas la rememoran para EL CORREO.
22 de septiembre de 2018. Quinta jornada. Dos puñales se disponen a descerrajar Vallecas. A la derecha, Ibai Gómez. A la izquierda, Jony Rodríguez. En el minuto 8, llega el primer gol babazorro. Una falta lateral botada por el extremo asturiano y rematada por Ximo Navarro. «Me hizo bueno el centro porque se quedó corto. La intención era ponerla al primer palo pero menos mal que estuvo hábil», recuerda entre risas el asistente. Raúl de Tomás empataría tras un rebote que tampoco alteró los planes albiazules.
Ibai, que llegaba de resolver con un zurdazo el encuentro ante el Valladolid, se le ocurrió marcar «uno de los goles» más especiales y bonitos de su etapa en el Alavés. «Lo recuerdo perfectamente. Recibo en banda derecha, me meto hacia dentro, recorto un poquitín para evitar la entrada y con la izquierda la pego al palo largo. Imborrable», rememora con emoción. A los alavesistas no les hace falta ver el vídeo para dibujar la jugada patentada por el bilbaíno. «Metí uno muy parecido en La Rosaleda», recuerda. Aquel le entró todavía más ajustado por la escuadra. «Normalmente la hacía más por el otro lado para tirar con mi pierna buena pero con 'El Pitu' no me quedó otra que usar más la izquierda». Le sobraba calidad en ambas piernas.
Jony Rodríguez
La jugada fue casi dos goles en uno. Mientras los jugadores albiazules celebraban el golazo, Jonathan Calleri se quedó dolorido en el suelo. El central rayista Abdoulaye Ba le soltó un manotazo durante la jugada y se ganó la primera tarjeta roja de La Liga señalada con el VAR, estrenado en el Mundial de Rusia de ese verano. Esa vez le salió cara al Alavés. «Lo facilitó todo», recuerda Jony.
En la segunda mitad, el Alavés fue a tumba abierta. Guidetti y el propio delantero argentino fabricaron el tercero y entre los protagonistas de este reportaje se confeccionaron otra jugada que se repetiría una y otra vez a lo largo de las siguientes jornadas. «Avanzo por la banda izquierda, centro al segundo palo, dejada y remate. Una acción muy bonita y que marcó el sello de identidad de aquel equipo», evoca Jony. El gol lo marca Ibai, certificando el doblete con una «medio volea, medio chilena. Más antiestético que el primero». Burgui culminó la goleada con otro buen gol, su segundo y último como albiazul. Una absoluta demostración de eficacia: cinco goles en siete tiros. «Éramos muy certeros ese año», reafirma el de Cangas de Narcea.
La victoria no solo se coló en los libros de historia del Alavés. También tuvo sus consecuencias a nivel clasificatorio. «El partido era a la una del mediodía y nos colocó en puestos de Champions. Mira que tengo recuerdos fantásticos de Vitoria y este es uno de ellos. El más bonito», describe Ibai. Junto a la expulsión y la efectividad el vizcaíno apunta otra clave de la manita. «Las dinámicas, para bien o para mla, se notan de manera inconsciente y la nuestra era brutal». «Así es», le responde Jony. «Las sensaciones eran buenas todas las semanas. Había un muy buen grupo y se entrenaba muy bien», añade.
📸 𝑁𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑢́𝑙𝑡𝑖𝑚𝑎 𝑣𝑖𝑐𝑡𝑜𝑟𝑖𝑎 𝑒𝑛 𝑉𝑎𝑙𝑙𝑒𝑐𝑎𝑠...
— Deportivo Alavés (@Alaves) October 22, 2024
¡Este sábado queremos actualizar las fotos! ⚔️#RayoAlavés | #GoazenGlorioso ⚪️🔵 pic.twitter.com/6pQYd3qk0x
La ilusión se apoderó de los trescientos aficionados que tiñeron de azul y blanco Vallecas y que hasta esa semana no sabían si iban a poder ir. El estadio madrileño permaneció cerrado durante el mes anterior al detectarse unas deficiencias en las gradas que los responsables institucionales y el club siguen pasando por alto.
Pero volvamos a la celebración. «Creo que Abelardo nos dio dos días libres», recuerda Jony pese a que la semana siguiente había partido el jueves y el domingo. «Sí que nos los dio porque yo recuerdo quedarme en Madrid», ratifica Ibai. Si el de Santutxu se llevó el protagonismo con sus dos goles, Jony volvió a destacar participando en tres de los tantos.
«Salí muy motivado porque en Vallecas marqué mi primer gol en Primera con el Sporting y hay un ambiente muy futbolero. Los aficionados animan mucho y hasta el final. Pase lo que pase, igual que en Mendizorroza. Y eso para el jugador es la hostia», recuerda el asturiano, que se encuentra sin equipo y entrena en solitario para encontrar club en invierno. «Aquella fue la mejor temporada de mi carrera por ahora. La de mi confirmación de que tenía nivel para estar en Primera», evoca con nostalgia a sus 33 años. Ibai, que en el mercado de invierno regresaría al Athletic y se retiraría en 2022, ahora encaminado hacia los banquillos, pide a los jugadores albiazules que disfruten de un estadio «diferente y especial».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.