Giuliano Simeone: «Cada uno va a ser valorado por lo que haga, no por el apellido que tenga»
El delantero del Alavés quiere marcar su propio camino tras superar una grave lesión. «No he hablado» con Matos, admite
Giuliano Simeone nació en Roma (2002), pero es tan argentino que la albiceleste levantó el título de campeona del mundo el día de su cumpleaños. « ... Un día muy especial, una alegría enorme por el país». Su discurso es prudente. No elude ningún tema: la lesión, la entrada de Matos, el apellido Simeone, su sueño de estar en París 2024. Pero los toca con la cautela que demanda una carrera incipiente que acaba de asomarse al fútbol de elite. En el campo le caracteriza su ardor guerrero; en la conversación apuesta más por el regate y la finta que por el cuerpo a cuerpo. Así es 'Giuliano', a secas, el nombre que pone en su camiseta del Deportivo Alavés. Quiere marcar su propio camino, «que me conozcan por cómo soy yo y no en el reflejo de mi papá».
Publicidad
– Para entender la temporada de Giuliano en el Alavés hay que viajar en el tiempo hasta el 6 de agosto, a Briviesca.
– Recuerdo que estaba en shock después de la lesión, de ver el tobillo para un costado. Fue un obstáculo en mi carrera, pero lo afronté de una manera muy buena y ahora trabajo para conseguir mi cien por cien.
– Dijo Matos que fue un lance «accidental», que «le puede pasar a cualquiera».
– La lesión fue muy dura, hay imágenes que son muy fuertes, pero ahora estoy muy feliz de haberlo sacado adelante e ir cogiendo minutos.
– ¿Pero lo ve también como un accidente inherente al fútbol o fue una entrada desproporcionada?
Publicidad
– En fútbol hay muchas acciones, con balón, sin balón, una falta, una mala pisada... Se dio así, el fútbol tiene estas cosas. Fue una lesión importante, pero me hizo más fuerte y así soy el Giuliano que soy ahora.
– Él dijo en una entrevista en Relevo que le había mandado un mensaje que se quedó sin respuesta.
– En el hospital estaba con el teléfono a mil, con un montón de mensajes de apoyo del Alavés, del Atlético, del Zaragoza. De mucha gente. Y no vi nada que me haya marcado. Estaba contento con el apoyo.
Publicidad
«Recuerdo el shock de ver el tobillo para un costado. Hay imágenes muy fuertes. Se dio así, el fútbol tiene estas cosas»
– O sea, que no han hablado.
– No, no vi nada.
– ¿Cómo define esos cinco meses de recuperación?
– Mucha constancia, muchísimo trabajo, esfuerzo. Claro que fue duro, pero creo que me hizo más fuerte y en el fútbol hay obstáculos que uno tiene que derribar para seguir adelante.
– Tras lesión grave se insiste mucho en que se vuelve más fuerte. Habrá días malos y parte negativa, ¿no?
– Claramente. Creo que mentalmente sí te hace más fuerte salir de una lesión de larga duración, pero claro que hay días tristes, muy malos, que te levantas con muchísimo dolor. Que ves el fútbol por la tele y te ves tan lejos...
Publicidad
– ¿Ha llorado en ese proceso? ¿Mucha rabia?
– Venía con muchísima ilusión de jugar en Primera y me lesiono una semana antes de empezar la Liga. Pasé un mal tiempo. Obviamente hay días que estuve muy triste, que lloré y lo pasé muy mal. Pero ahora estoy más fuerte que nunca.
– ¿Qué siente cuando el míster le dice en Anoeta que sale?
– Creo que son 33 minutos, no pensé que serían tantos. Ahí es donde sientes toda la felicidad y alegría, la satisfacción de tanto trabajo de meses.
Publicidad
«Hay días muy malos, que ves el fútbol por la tele y te ves tan lejos... Lloré y lo pasé mal, pero ahora estoy más fuerte que nunca»
– ¿Queda algo de miedo a la hora de meter la pierna?
– Al principio uno vuelve con ese miedo que tiene en la cabeza. Pero cuando ya vas entrenando con el equipo y tienes el alta es cuestión de días, de entrenamientos y minutos que se te vaya el miedo y volver a ser uno mismo.
– Y en Copa ante el Betis le derriban en el área, se queda en el suelo y Mendizorroza contiene la respiración.
– Voy para adentro, el defensor se tira con las dos piernas por delante mostrando la plancha y ahí, tras la lesión, no me animé a meter tanto la pierna. Me roza un poco, pero no sentí nada parecido a lo de Burgos. No fue tanto.
Noticia Patrocinada
– En la recuperación coincidió con Panichelli. Son del mismo año. ¿Le conocía de Argentina?
– No, sé que jugó en River, como yo. Los dos tenemos mucho por crecer.
– Nahuel Tenaglia es de Boca. ¿Hay pique?
– Sí, tenemos un pique cortito. Entre argentinos nos llevamos bien.
– Él decía que de niños en el parque todos querían ser Riquelme. ¿Quién se pedía Giuliano?
– Los de Boca querían ser Riquelme, nosotros queríamos ser como el 'Burrito' Ortega o Gallardo.
Publicidad
«Lo pensé muchísimo: me puse 'Giuliano' para que me conozcan por cómo soy yo y no en el reflejo de mi papá»
– Pasó en Buenos Aires de los 4 a los 17 años.
– Tengo muchísimos recuerdos del colegio, con los amigos, cuando empecé en River con arcos chiquitos, cuando pasé a cancha de once. En Argentina el recuerdo es muy lindo, es mi país.
– ¿En categorías inferiores hay tanto pique entre River y Boca?
– Sí, nosotros lo llamamos 'clásicos', son siempre especiales y hay muchísimo pique en todas las categorías. Esos partidos son los que más me gustan.
Publicidad
– ¿Era buen estudiante?
– Era bastante aplicado para el tiempo que tenía, porque también jugaba al fútbol. No me iba mal del todo.
– Nacido en Roma, pero argentino de pura cepa.
– Argentino hasta la muerte.
– ¿Pasta, asado o chuletón?
– Asado (ríe). En Argentina comemos la carne muy hecha y aquí se hace muy poco.
– Tenía la mente en los Juegos de París. ¿Aún tiene esperanzas?
– Sí, es algo que tengo pensado. Falta tiempo, quedan meses y hay que seguir trabajando y ganarse minutos aquí para demostrar el Giuliano que soy y me puedan ver en Argentina. Sé que es difícil, porque tienen un grupo bastante armado y muy buenos jugadores.
Publicidad
– Entenderá que es difícil acabar una entrevista sin hablar del apellido Simeone. ¿Pesa?
– Mi papá lo llevó hasta lo más alto. Ser un Simeone es un orgullo.
– ¿Simeone es igual a carácter o es una etiqueta que se debe ganar cada uno?
– Es igual a carácter, sí, es como somos todos.
– En su camiseta pone 'Giuliano'. ¿Una declaración de intenciones para que no se le valore por ser 'el hijo de'?
– Tomé la decisión en el filial del Atlético, cuando iba a tener por primera vez nombre en la camiseta. Lo pensé muchísimo, lo hablé con muchas personas, también con mi papá. Me dijo que hiciera lo que yo sintiera. Me puse 'Giuliano' porque si nos ponemos todos los hermanos 'Simeone' no se sabe quién es de los tres (ríe), pero más que nada por marcar mi camino, mi carrera, que me conozcan por cómo soy yo, que soy Giuliano, y no en el reflejo de mi papá. También le dije a mi papá que me gustaría ponerme 'Simeone' si algún día visto la camiseta de la selección.
Publicidad
– En el vestuario del Alavés también está Ianis Hagi. ¿Influye el apellido a la hora de ser valorados? Es decir, ¿abre puertas de inicio pero después tienen que demostrar más?
– Cada uno lo lleva a su manera. No conozco a muchos, conozco a Ianis y para él es un honor llevar en la camiseta su apellido. Cada uno tenemos nuestras cualidades y demuestra lo que es. Y va a ser valorado por lo que haga, no por el apellido que tenga.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión