Hacia los veinte en plenitud
Casi siempre hay un antes y un después. Para el Alavés se trata de 1998. Hasta entonces y desde la fundación del club en 1921, ... solo cinco temporadas disputadas en Primera División (1930-33 y 1954-56). A partir del ascenso de la tropa de Mané cuando se acercaba el siglo XXI, son ya catorce campañas en la máxima categoría en los últimos 26 años. Incluida la que hoy comienza en Balaídos, que se convierte en la decimonovena en el historial albiazul. Para el proyecto de Luis García Plaza, futbolísticamente atractivo y dentro de un ciclo creciente, la aspiración evidente es la permanencia. La que redondee en 2025 dos décadas completas de la entidad vitoriana entre la elite y sirva como un paso más hacia la consolidación.
Nadie olvida que se trata de un espectáculo y, además de las emociones fuertes inherentes al ADN albiazul, el conjunto alavesista dejó el pasado ejercicio el sello de un juego intenso y, por momentos, brillante. Sobre todo en Mendizorroza. Divertirse y divertir. Hacia los veinte en plenitud, podría decirse. Aunque, ya se sabe, se trata de fútbol y todo puede torcerse. Como ejemplo aquel descenso de 2003 tras los fichajes 'estrella' de los Abelardo o Dutruel…
Pero este Alavés parte con los ingredientes necesarios para cocinar un plato sabroso. La continuidad del entrenador que ha sabido exprimir los recursos y conectar dentro y fuera del vestuario, la estabilización de una plantilla menos volátil que en etapas anteriores pese a los todavía importantes cambios y un apoyo incondicional desde las gradas para un equipo más enraizado que nunca en la sociedad alavesa.
Un Alavés atractivo futbolísticamente y en ciclo creciente busca la consolidación que le lleve a completar dos décadas en Primera
No es de extrañar esa fiebre albiazul que eleva la temperatura de los jóvenes aficionados. Serán con la actual ocho de las nueve últimas temporadas en Primera. Hay quien lo interpreta ya con naturalidad. Pero hubo también un tiempo en el que el ascenso a la máxima categoría se hizo esperar 42 años, de 1956 a 1998, y durante doce de ellos consecutivos, de 1983 a 1995, el club vivió fuera del fútbol profesional. Entre Segunda B (Primera RFEF ahora) y Tercera (Segunda RFEF). Que conocer el pasado sirva para valorar el presente. Que los éxitos pretéritos -dos participaciones europeas y esa final de la Copa del Rey- marquen las ambiciones a medio plazo. Dicen que un club debe aspirar cuando menos a lo que ya ha conseguido alguna vez.
Y Balaídos aparece en el horizonte. En el duelo ante ese Celta dubitativo de las últimas temporadas, pero siempre sostenido por buenos futbolistas y amarrado al incombustible Iago Aspas. Arrancar bien, como en las dos pasadas campañas, es el objetivo. En el primer año de Luis García Plaza con aquel triunfo en Leganés (1-2) y el pasado ejercicio, pese a la derrota inicial en Cádiz (1-0), con dos triunfos posteriores -Sevilla y Valencia- en las primeras comparecencias en Mendizorroza. El ya centenario templo albiazul, cuyo futuro sigue sin aclararse. Y es que las indirectas o no tan indirectas del club y de políticos relevantes de la ciudad no concuerdan precisamente con el «no nos moverán» que se ha escuchado en las gradas. Es decir, materia inflamable para los próximos meses.
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