El Alavés vence con un cabezazo de Villalibre en su regreso y una obra de arte de Conechny

Tomás Conechny ha dejado con la boca abierta al centenar de personas que han presenciado in situ uno de los mejores goles albiazules marcados en pretemporada. Compañeros, rivales y una treintena de aficionados se han quedado mudos cuando la falta directa lanzada por el argentino golpeaba en el poste interior de la escuadra y se colaba en la portería del Tenerife. Si en la ciudad argentina de Godoy Cruz aún no habían asumido la marcha de Tomás Conechny, su golazo habrá sido como un puñal.

Como en el amistoso ante el Valencia, apenas llevaba cinco minutos sobre el césped cuando perforó la portería rival. Si el 'golsito' de Paterna fue puro instinto y hambre, el de ayer ante el cuadro canario fue por puro talento. Una obra de arte. Una delicia de golpeo centrado a más de 30 metros de la línea de gol, con la rosca perfecta para irse alejando de la posición de Salvi Carrasco y caer por la escuadra sin oportunidad para que el portero tinerfeño siquiera llegara a lanzarse a intentar detener el balón.

El Búfalo se fue marcando un tanto memorable y vuelve con hambre de gol. Siete minutos le bastaron para mostrar su capacidad rematadora. Carlos Vicente sirvió el córner y el nueve albiazul ganó el primer palo, se elevó y cabeceó con violencia ante la de nuevo atónita mirada de Salvi Carrasco. Poco más tarde pudo redondear su estreno con un doblete con un disparo lejano con escasa oposición que le salió centrado. Además, demostró su potencia a la carrera en un par de acciones, con lo que las molestias físicas con las que arrancó la pretemporada parecen quedar atrás.

La segunda parte reunió todas las notas positivas de un quinto amistoso que empezó torcido. Eran las 18:45 horas en el Albir Garden de Alfaz del Pi (Alicante) y allí no había quien jugara al fútbol. El termómetro marcaba 37 grados en una jornada en la que amagó con chispear por la mañana y ambos clubes acordaron retrasar el inicio del duelo. El sorteo de campo desveló otra curiosidad. Al igual que ocurrió en Paterna, el Alavés marcaba a Rioja como capitán, pero fue Benavídez el que portó el brazalete.

La acción arrancó a las 19:00 horas con una propuesta notable del Alavés, intensa, vertical y ágil con el balón, pero diluida con el paso del tiempo. Tras 18 minutos de dominio total de los albiazules, el Tenerife rozó el gol. Una gran jugada por la banda izquierda de Waldo Rubio, sirvió para que Luismi controlara el balón en la frontal del área y levantara la pelota por encima de una defensa que pensaba que iba a disparar. Egoitz rompió el fuera de juego y Maikel Mesa, entrando desde atrás se plantó solo delante de Sivera. El remate al otro palo del exjugador del Zaragoza fue repelido por el guardameta albiazul, que firmó una estirada casi del mismo valor que el gol de Conechny.

En la jugada siguiente, Stoichkov estrelló el balón en el poste tras un disparo lejano con la zurda, pero el duelo no se volvió a desequilibra hasta los fuegos artificiales de la segunda mitad. En el descanso, Conechny por Luka Romero fue el único cambio efectuado en el bando albiazul, que ayer estrenó su tercera indumentaria. No habían pasado tres minutos cuando una falta lateral supuso encajar otro tanto a balón parado. Luismi centró al segundo palo donde Juanpe, una de las torres tinerfeñas, impuso su estatura ante demasiado estático Manu Sánchez y remató a placer.

La calidad de Conechny sirvió para que los vitorianos no fueran mucho tiempo por detrás en el marcador, pero, aún con el empate, Sivera tuvo que volver a intervenir. De nuevo otra falta escorada, esta vez desde la banda derecha. Diarra peinó el envío en el primer palo y obligó a volver a estirarse al cancerbero valenciano, imperial en lo que va de pretemporada. Kike García, tras un fenomenal pase de Stoichkov y un no peor recorte, tuvo en sus botas el segundo, que llegaría de la cabeza de Villalibre. El Alavés acabó imponiendo su mayor rodaje y superando a un rival de inferior categoría tanto en el físico como en el nivel individual. La única pega fue que Tenaglia se quedó sin jugar por pequeñas molestias físicas. Carlos Vicente jugó ayer de lateral para cubrir la ausencia del argentino y la de Hugo Novoa.

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