Una comunión especial

Pudo ayudar que el equipo de Pepe Bordalás nos echara una mano en la primera mitad, cuando reservó a varios titulares después del exigente duelo copero en Bilbao, sin apenas tres días de descanso. De esta forma, enseguida llegó el tempranero y vital tanto alavesista del recién llegado Loum después de su convocatoria y conquista de la Copa África con Senegal. En una medular fortificada, pudo llegar más al área contraria, al igual que Pina, e incluso Escalante como ancla, pero que forzó el penalti decisivo ya al final del partido -sin olvidar su cabezazo tras un córner que también precedió al primer gol-.

Porque la primera parte fue aburrida y con poco juego, pero el suficiente y sin idas y venidas para desconectar a un rival resacoso. Porque, tras la reanudación, triple cambio ofensivo de un Valencia con toda la carne en el asador, lo que le valió para empatar la contienda en un riguroso penalti. Después de una mano que no pareció cambiar la dirección del balón, Guedes no perdonó ante la estirada de Pacheco. Y en ese momento crítico, hay que destacar el mérito de un Alavés que no se descompuso para jugar media hora sin complejos ante un oponente que tampoco se conformaba con un punto. Y esta vez salió cara con Joselu marcando desde el punto fatídico para conseguir tres puntos imprescindibles.

Resaltar que sólo se necesitaron dos cambios locales y para refrescar las bandas -la otra faceta del juego que promete marcar la diferencia, tanto en defensa como en ataque-. Tanto Edgar como Pere Pons fueron los elegidos y aunque ayer no jugó Miguel, parece que el cuerpo técnico ha dado ya con un bloque compacto en el que confiar su suerte. Ayer cogió la titularidad el lateral derecho argentino Tenaglia por el vitoriano Martín y sólo falta ir metiendo en órbita al último en llegar, Manu Vallejo. Puede ser buen sitio la difícil salida del sábado al Bernabéu ante unReal Madrid que aunque se juega la Liga, podrá venir también despistado de su histórico compromiso de Champions ante el PSG.