Suspense y liberación
Tras una salvación de infarto, toca pensar en la contrucción de una plantilla que tienda a la estabilidad deportiva deseada
Carlos Martínez
Domingo, 18 de mayo 2025, 22:58
El veterano goleador alavesista Kike García marcó de nuevo otro penalti decisivo que dio la victoria a su equipo para permanecer otra temporada más en ... Primera. Con otros partidos donde la suerte arbitral no nos sonrió, esta vez hemos acabado la Liga con la moneda de cara, con un choque de sobra ante la próxima visita del Osasuna. Pero no sin sufrir en la continuación, donde el colista Valladolid acabó metiéndonos en nuestro campo para igualar el juego de un partido, que menos mal que encarrilamos en la primera parte.
Para empezar, no hizo falta variar el último once y el Alavés aprobó el examen final a domicilio aunque fuera por la mínima. Como visitante se ha sentido más cómodo el técnico Coudet, pero la verdadera clave han sido los últimos triunfos en Vitoria, de resultado exiguo, pero con la portería a cero. Otra vez, Sivera ha dado seguridad a sus compañeros y ayer, junto a la última acción defensiva del central Garcés, se salvaron finalmente los muebles.
El conjunto albiazul empezó jugando en campo contrario con más posesión del balón e intentos de remates a puerta. Después, un contrario herido de muerte le hizo retroceder peligrosamente, sobre todo con la victoria del Leganés en Las Palmas. Los cambios tras el descanso dieron al Valladolid más aire ofensivo a sus bandas, pese a seguir compitiendo con tres centrales desde el principio. Sin conseguir el gol de la puntilla, hubo que sufrir en un final de infarto y con una tarde de calor asfixiante.
Ya no estaremos en la ecuación del descenso, donde podía darse hasta un fatídico triple empate, una vez salvado el Getafe con sus tres puntos en Mallorca. El Espanyol es el último invitado a una quema inesperada, de la que nosotros nos hemos salvado por poco.
Ya habrá tiempo para confeccionar una nueva plantilla que nos haga sufrir menos y, por lo menos, tienda a la estabilidad deportiva deseada. Habrá que despejar las dudas de quiénes marcarán una nueva hoja de ruta y las señas de identidad para un proyecto que aspire a algo más que mirar siempre a tres rivales peores por debajo. Está claro que esta temporada ha sido dura con el cambio de entrenador y con bastantes futbolistas que apenas han contado para reforzar el nivel competitivo del bloque. Pese a todo, me quedo con la unión y compromiso del grupo en los momentos más difíciles para poder frenar la sangría de tantos en contra.
Se alcanza el objetivo de un curso en el que los goles a favor han sido los justos, pero suficientes para equilibrar la balanza. Debemos intentar forjar un bloque de mayores garantías, lo que agradecerá una afición que no gana para sustos. A ver si se logra apuntalar la zaga y mejorar el ataque, aunque el mercado de verano llamará a la puerta de nuestros hombres más apetecibles. Mención especial para Sivera, Tenaglia, Mouriño, Blanco y Carlos Vicente con un rendimiento notable y continuado, porque Abqar y Kike quedan libres, además de los cedidos Manu Sánchez y Aleñá.
Será el turno para que el capitán vitoriano Guevara sea el faro desde la medular, donde se atisba la necesidad de afrontar recambios necesarios. Vamos a ver si queremos y podemos retener a lo mejorcito que tenemos, pero poderoso caballero es Don Dinero. En función del esfuerzo que hagamos, tendremos un próximo curso más o menos sosegado. Por lo menos, tenemos otra bola de partido en Primera para seguir aprendiendo las lecciones que siempre nos da la vida.
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